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¿Eliminar el IRPF y el Impuesto de Sociedades... en tres párrafos?

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Si tomamos los datos de Hacienda para el año 2010, encontramos que el Impuesto de la Renta (IRPF) supuso una recaudación total de 38,347 millones de euros. Durante el mismo ejercicio, el Impuesto de Sociedades supuso un total de ingresos valorado en 15,092 millones de euros. Así las cosas, ambos tributos supusieron 53,439 millones de euros para la Administración central.

Centremos ahora nuestra atención en el gasto público durante el mismo ejercicio (año 2010). En dicho periodo, el gobierno central entregó 20,000 millones de euros en concepto de “subvenciones”, destinó 5,000 millones de euros en primas a la producción de energía renovable. Adicionalmente, retuvo más de 14,000 millones de euros en inmuebles improductivos, movilizó 20,000 millones de euros en empresas públicas, comprometió 6,000 millones de euros en concepto de “investigación” y atesoró 2,500 millones de euros en acciones de grandes empresas.  Hablamos, pues, de más de 67,500 millones de euros que la Administración central podría haber ahorrado eliminando las partidas presupuestarias mencionadas, tanto a nivel nacional como a nivel regional.

Las cifras del primer párrafo son claramente inferiores a las del segundo. ¿Qué significa esto? Muy sencillo: aplicar gran parte de las recetas de ajuste presupuestario mencionadas sería más que suficiente para sacar adelante una rebaja contudente del IRPF y el Impuesto de Sociedades.

La conversación sigue en Twitter: #NoMasImpuestos, #LET (Liberales en Twitter).

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comentarios
1 Eliminar el IRPF y el Impuesto de Sociedades… en tres párrafos | Diego Sánchez de la Cruz, día

Haga click aquí para leer el artículo original en Libre Mercado.  

2 Marqués, día

Este post, incide en algunos aspectos ya tratados en uno anterior titulado “Cómo ahorrar hasta 100,000 millones de euros” del lunes 2 de enero de 2012 y en la serie “Bienestar del estado”. A saber, un gasto estatal elevadísimo y en gran medida pura dilapidación de fondos. Ahora bien, este post también incide en otro aspecto del gasto público. El gasto público es tan sumamente elevado y falto de rigor, que muchos impuestos se han convertido en “irrelevantes” desde el punto de vista de financiación del estado. Como bien explica este post, todo lo recaudado por el IRPF se va en subvenciones, primas a renovables y poco más. El gasto estatal es tan grande que solo se sostiene mediante la emisión constante y sin freno de deuda publica. El porcentaje que juegan los impuestos en la financiación estatal es cada vez menor, ya que si se mantuviera la pretensión de financiar el estado únicamente mediante la expropiación de nuestra riqueza, el estado elefantiásico no sería capaz de sostenerse. Y ello no es debido a que se cobran pocos impuestos (todo lo contrario), si no a que el estado pretende llevar un nivel de gastos incompatible con su propia supervivencia y la de sus ciudadanos. Es en esta situación, cuando llega el nuevo gobierno y dice que no hay manera de recortar los gastos más allá de un límite y que por eso nos van a subir los impuestos. Y se quedan tan anchos. ! Que poca vergüenza!

3 Diego Sánchez de la Cruz, día

Muchas gracias por sus excelentes aportaciones. ¡Un cordial saludo!

4 Primum vivere, deinde philosophare, día

Mientras leía su siempre interesante artículo me vino a la cabeza la noticia de hoy mismo del cierre de la "Caja Mágica" un delirio de 300 Millones de € pero que puede quedarse corto si lo comparamos con las duplicidades de instalaciones públicas como pabellones polideportivos, universidades, aeropuertos..... Resulta indignante ver piscinas cubiertas a 10 minutos de distancia en municipios que no pueden pagar ni la luz. A ver si la crisis impone un mínima racionalidad.

5 antonio, día

Si los impuestos cada vez menos cumplen la función de sufragar el grueso del gasto público y este cada vez más se cubre con emisiones de deuda, la verdadera finalidad del tributo es ya meramente de control social y no de utilidad económica real. El aparato represor más efectivo no es ya el sistema penal que te puede llevar a la cárcel, aparentemente más duro, pero en realidad con menos potencial intimidatorio dado su más reducido ámbito de aplicación, sino la muerte civil que te puede infligir la omnipresente Hacienda y su prima hermana la seguridad social, al bloquear tus cuentas, retener sus saldos y apropiarse de tus bienes y sin llegar a este último extremo, la capacidad inmediata de condicionar el comportamiento económico individual a través de las retenciones periódicas. Cualquier consideración sobre la eficacia económica de los tributos para cumplir las funciones que le son propias casi está de más, pues simplemente este fin originario, apenas es relevante. Lo anterior no solo deja sin legitimidad la exacción coactiva de impuestos sino que en última instancia lleva a cuestionarse la vigencia real del propio deber constitucional de contribuir.

6 Marqués, día

Más que “control social”, yo diría que determinados impuestos (especialmente los que gravan las rentas, como el IRPF) sirven de justificación “social”. Es decir, sirven para mantener el discurso de que los que más tienen más pagan, la progresividad fiscal. Es evidente que el impacto del IRPF en la recaudación es bajo (sobre un 10%), pero su impacto mediático es altísimo. Ejemplo de esto que sostengo es la típica propuesta “social” de subir los impuestos a los “más ricos”, es decir a las rentas más altas. Su impacto recaudatorio suele ser despreciable, pero “vende” un montón.

7 antonio, día

Recordemos el artículo 31 CE Artículo 31. 1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica . . . Si los impuestos no sirven para lo que nacieron y constitucionalmente justifica su existencia: Sufragar los gastos públicos, su único fin primario y admisible, su exacción es ilegítima y el deber de contribuir es inexigible en sus propios términos constitucionales, por lo menos hasta que el grueso de los ingresos vuelva a justificar el esfuerzo fiscal que arbitrariamente se impone mediante los tributos y el Estado reduzca la carga de la deuda. Creo que es de cajón y sería de desear que se insistiera en esa perspectiva como garantía última en defensa del contribuyente

8 Diego Sánchez de la Cruz, día

Muchas gracias por sus aportaciones. Espero que el debate sobre esta cuestión siga muy vivo, porque los contribuyentes españoles se merecen una situación mucho mejor.

9 Diego Sánchez de la Cruz, día

Lo sorprendente es que, aunque la crisis comenzó en el último trimestre de 2007, las medidas de austeridad han brillado por su ausencia hasta la segunda mitad de 2011... De hecho, la austeridad aplicada en el último semestre ha sido escasa, como demuestran la raquítica reducción del déficit autonómico o el déficit oculto de la Administración central... Muchas gracias por su participación y su interés.

10 fran, día

No se que comentarte.....