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Puerto Rico: ¿el as en la manga de Hillary Clinton?

Mientras todos los programas de actualidad en radio y televisión en Estados Unidos han estado cubriendo ininterrumpidamente el caso del racista “líder espiritual” de Barack Obama, pocos han notado algo que sucedió en la isla de Puerto Rico hace pocos días. Allí, los Demócratas han decidido cambiar el sistema por el cuál asignarán sus 55 representantes a la convención nacional y han resuelto hacerlo por el voto directo de los ciudadanos.



Puerto Rico es parte de Estados Unidos y quienes allí viven son estadounidenses – no hay, oficialmente hablando,  “nacionalidad puertorriqueña”. Como los residentes de la isla están exentos del pago de impuestos federales, éstos tampoco tienen derecho a votar en las elecciones federales mientras residan allí. Sin embargo, los puertorriqueños cuentan con los mismos derechos que el estadounidense promedio y cuando trasladan su domicilio a cualquier estado de la unión, pueden votar como cualquier ciudadano más. En el caso de las elecciones primarias, Puerto Rico envía delegados a la convención como cualquier otra jurisdicción de los Estados Unidos.

Si bien Puerto Rico viene enviando delegados a las convenciones desde hace mucho tiempo, su calendario electoral es bastante tardío y las elecciones allí se suelen hacer por el sistema de “caucus” en el cual solamente participan los partidarios más ardientes. Pero este año se esperan cientos de miles -- si no millones -- de votantes y al estar tan parejos los dos principales candidatos Demócratas, todo indica que las primarias de Puerto Rico tendrán una importancia inédita.

Como ya mencionamos anteriormente en el blog, es matemáticamente imposible para cualquiera de los dos candidatos Demócratas, obtener la nominación mediante los delegados obtenidos por el voto popular: son los “superdelegados” del partido quienes deberán decidir el candidato. Pero los superdelegados son políticos electos, y el argumento más importante esgrimido por los partidarios de Obama es que su candidato ha obtenido más votos y que por ende, los superdelegados deberían respetar la voluntad popular y nominar a Obama.  Sin embargo, Puerto Rico puede cambiar todo: cuenta con una cantidad de población relativamente importante (superior a la de la mayoría de los estados en los que ganó Obama).

Los 55 delegados de la isla no harán gran diferencia en el total de delegados de la Convención Demócrata, pero si Hillary Clinton obtuviera un cómodo márgen de votos en la isla en las primarias del 1 de junio, Puerto Rico podría situarla por encima de Obama en las cifras totales de votación directa. Y destruir el argumento más poderoso de los obamitas frente a los jerarcas del partido.

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comentarios
1 Hegemon1, día

Ni me gusta Obama, el típico pijiprogre ni la Hillary tampoco que no tiene ni la menor intención de didsimular su enfermiza ambición de llegar a la Casa Blanca para reivindicarse ante su marido infiel. No sé si alegrarme de que nuestra antigua colonia sea decisiva para las elecciones americanas o netritecerme por ver en lo que ha quedado nuestra cultura hispana......¿o tal vez está mejor que antes?....