Menú

McCain arranca

En estas semanas en que los titulares y los telediarios se han visto acaparados por pastores racistas, por antiguos viajes a Bosnia y por superdelegados que buscan su minutillo de fama, muchos nos hemos preguntado cuándo iba a empezar John McCain a aprovecharse de la encarnizada lucha que se está viviendo en el seno del partido Demócrata entre Obamitas y Clintonianos. Todo el mundo comentaba que la guerra interna de los Demócratas favorecía al candidato republicano, y sin embargo, ¿dónde estaba dicho candidato? ¿Se iba a limitar a seguir cumpliendo con sus funciones en el Senado? ¿Iba a dejar escapar esta oportunidad de oro que le han brindado sus enemigos para empezar a hacer campaña meses antes que su futuro rival?
Ayer, por fin, McCain dio el primer paso: difundir el primer vídeo-anuncio electoral de cara a las generales, que se verá solamente en Nuevo México (bueno, y en Internet). El anuncio se centra el largo historial de servicio a su país de McCain, y acaba con imágenes del candidato durante sus años como prisionero de guerra en Vietnam. El vídeo supone, además, el pistoletazo de salida de lo que su campaña ha denominado el “Service to America Tour,” un tour con el cual se pretende “volver a presentar” a McCain al electorado. Considerando que éste es un hombre que ya ha intentado conseguir la nominación de su partido en dos ocasiones, y con el cual el electorado ya está bastante familiarizado, sólo podemos suponer que lo que quiere es “volver a presentarse” de una forma que sea más aceptable a las bases conservadoras republicanas que todavía no le ven como uno de los suyos. Es quizás por eso por lo que el “tour” le va a llevar a lugares (en los estados de Mississippi, Virginia, Maryland, Florida y Arizona) ligados a su padre y a su abuelo (ambos militares de alto rango en su día), a su educación en una escuela episcopal, a su entrenamiento como piloto militar, y a su servicio en Vietnam.
La idea no es mala, sobre todo cuando lo que se quiere es atraer a las bases conservadoras del partido; pero cabe preguntarse si McCain está haciendo lo correcto al convertir su persona y su personalidad en la primera piedra de su campaña. Para empezar porque, si bien América ama (como dijo Patton y como nos recordaba Jeff Jacoby hace unos días) a sus ganadores, esto es, a sus héroes de guerra, el pasado reciente no presenta buenos augurios para aquellos que intentan basar su atractivo en un brillante servicio militar. Baste recordar a candidatos como Bob Dole (comparen su historial militar con el del hombre que le venció, Bill Clinton), o incluso a John Kerry (que, a pesar de la controversia de los Swift Boats, sigue siendo mucho más héroe militar que Bush).
 Pero es que, además, parece que el candidato republicano está siguiendo el ejemplo de sus adversarios demócratas, cuyas campañas se han basado en cualidades personales (la experiencia y el talante, respectivamente) más que en propuestas específicas. McCain olvida, sin embargo, que sus dos adversarios han seguido esta estrategia porque la escasísima distancia ideológica entre ambos les ha obligado a hacerlo; el día que uno de ellos consiga la nominación es el día que empezará a machacar a McCain con propuestas y con la ideología del “cambio.” Y en un año electoral en que casi todos los temas importantes favorecen a los Demócratas, McCain no puede permitirse ponerse a la defensiva. Lo que debe hacer es atacar desde el primer momento las ideas y propuestas de los Demócratas, ofreciendo alternativas, clarificando la ideología que le mueve y dejando bien claro desde el primero momento cómo se propone gobernar el país.
A mí, la verdad, me gusta mucho McCain (y sé que en esto estoy en desacuerdo con don Alberto y con muchos de los lectores de este blog). Es verdad que ha aceptado la retórica de “devolver el prestigio a la imagen de Estados Unidos,” pero en lo que de verdad importa, que es en mantener el compromiso de quedarse en Irak el tiempo que haga falta, y en decir claramente que el terrorismo islámico es la gran amenaza de nuestros tiempos, ha demostrado tener lo que hay que tener. Y estoy en contra de la comparación con Gallardón: McCain no es un Gallardón americano del mismo modo que Rush Limbaugh no es un FJL, ni Ted Kennedy un Rubalcaba, ni un creacionista que quiere borrar a Darwin de los libros de texto un objetor a EpC, ni Guantánamo una cárcel para etarras, ni un conservador americano un liberal español; y me dirán si de verdad piensan que Gallardón, teniendo la posibilidad de usar conexiones familiares para regresar a su país, aguantaría cinco años y medio de torturas hasta que todos y cada uno de los soldados capturados antes que él fueran puestos en libertad.
 El caso es que McCain lo va a tener muy difícil para ganar las elecciones, aun con la lucha interna de los Demócratas; y va a tener que hacer una campaña muy cuidadosa y muy agresiva al mismo tiempo si quiere ganar la Casa Blanca. Por lo pronto, un tour sentimental explorando su pasado como héroe de guerra no parece un buen primer paso.

(Aprovecho para recomendar un interesante artículo-análisis sobre McCain aparecido en Newsweek)

Temas

Herramientas

4
comentarios
1 chatanoo, día

Vamos a polemizar un poco, don David. Obviando las distancias transatlánticas entre dos mundos politicos muy difrentes, ambos –McCain y Gallardón o Gallardón y McCain, que tanto monta- producen destellos de simpatía entre los progres de aquí (Iberia) y los chic de allá (Norteamérica); tanto uno como otro despiertan recelo entre las bases de su propio partido y tanto el espigado como el pequeño sienten la necesidad moral de ser queridos por la progresía. Si descendemos al detalle las coincidencias se acaban desde el momento en que a Gallardón le hubiera encantado ser objetor de conciencia. Respecto a Rubalcaba (en islamizada grafía, Rub Al-Kaba ) coincido con usted: no se puede comparar con Ted Kennedy. Es más, estoy absolutamente convencido que no puede encontrarse parangón en la escena política occidental –sí , quizás, aunque no es seguro, en la política africana-. Es imposible que el ministro portavoz de los gobiernos más corruptos de la joven democracia española, dedicados por añadidura al crimen de estado, siga en la escena política casi veinte años después –y lo que te rondaré, morena-, declamando poemas sobre la democracia a diestro y siniestro. Bueno, a diestro sólo, por mayor precisión. Un saludo.

2 chatanoo, día

Aclaracion: no es imposible que Rubalcaba siga en circulacion dos décadas despues -prueba de ello es que efectivamente ahí le tenemos-, sino inaudito. Le renuevo el saludo.

3 iuris, día

El candidato republicano lo va a tener dificil no tanto por él sino por "como le dejan el patio" y quizás por su edad, aunque esto no se sí es tan importante en USA como en España. Por cierto, a ver si un día nos puedes explicar porqué razón en las universidades USA todo el mundo es demócrata. En uno de tus primeros post, nos contabas que en tu Uni solo el 0.2% era republicano, me parece increible. Yo estudié en la Complu y había un 10 % de radicales de uno y otro signo y el 80 % restante estaban 35/45 según como soplara el viento,aunque facultades como periodosmo, sociológia, y políticas no tiene arreglo allí el 805 es de izquierda variada. Un saludo

4 iuris, día

Quiero decir el 80%