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La familia y la libertad

En una frase sencilla y directa, el escritor irlandés George Bernard Shaw explicó cómo llevar a cabo cambios en la sociedad: "todo progreso se inicia desafiando las concepciones actuales y sustituyendo las instituciones existentes." Socialista apasionado, Shaw entendía bien la estrategia para hacer crecer el poder del estado.



Me acordaba de Shaw leyendo un artículo dominical del New York Times sobre el hecho de que cada vez hay menos familias numerosas en los Estados Unidos. Mientras el número de niños por familia cae, las familias con tres, cuatro o, Dios nos libre, cinco niños han adquirido la fama de "raritos".

Por ejemplo, en los años setenta la televisión americana emitía programas como el Brady Bunch o Eight is Enough (Con ocho basta) que celebraban las familias con muchos hijos y las trataban, con simpatía, como normales. Hoy, hay al menos cuatro programas sobre familias numerosas. Los protagonistas son fundamentalistas religiosos, enanos, una pareja con sextillizos y la cuarta serie trata sobre un hombre polígamo,: es decir, segmentos de la población poco comunes que la gente suele denominar "raros".

Lo más interesante es cómo la sociedad presiona a las mujeres para no tener muchos hijos. La profesora Leslie Fields explica que elegir tener una familia grande es interpretado por muchos como la negación de una vida profesional y pública. Toda la artillería propagandística del estado y los medios de comunicación suele dirigirse a fomentar que las parejas no tengan hijos y las mujeres entren en la vida profesional.

No quiero sugerir que sea malo tener pocos hijos o que las mujeres trabajen y cojan las riendas del poder en la sociedad. De hecho, me da igual si uno tiene dos o dieciocho hijos. Tampoco me importa si Microsoft tiene un presidente o una presidenta mientras su software deje de tener virus y funcione mejor.

Lo que sí es interesante es que parece que los socialistas (de varios signos) han querido debilitar la institución de la familia. La responsabilidad de cuidar, educar y preparar a los menores de la sociedad siempre ha sido de la familia. Sin embargo, al entrar en el siglo veinte, el estado fue captado estos papeles. Por ejemplo, los colegios públicos al fin y a cabo, lo que hacen es transferir gran parte de la responsabilidad educacional y moral de los padres a los burócratas.

La familia ha sido la pieza central alrededor de la cual se organizaba la sociedad. La familia fue la primera línea de defensa para los seres humanos contra las dificultades del mundo. La familia suministraba protección física y ayuda financiera a sus miembros, seguridad en la infancia y la vejez. Las familias unidas, y por qué no grandes, dan más seguridad y oportunidades. De hecho, la familia, junto con otras familias, desempeñaba casi todas las funciones que hoy día asociamos con el estado de bien estar.

En suma, la familia era la competencia al estado. Fue la institución que los socialistas tenían que tumbar antes de poder construir un estado paternal (y maternal) que controla las vidas de sus ciudadanos. Y sin duda, el estado controla la vida de los americanos.

En el mismo artículo, Nancy Pelosi, presidenta de la cámara de representantes, argumentaba que los preservativos deberían estar incluidos en el plan de estimular la economía porque evitar embarazos no deseados podría reducir el gasto estatal. Dado que la familia ha cedido su responsabilidad para la salud de sus miembros, el estado puede decir que va a cortar gastos o subir impuestos o imponer restricciones como quiera.  Transferir el poder sobre tantos aspectos de la vida desde la familia al estado tiene la consecuencia de que los representantes políticos acabarán decidiendo cuántos hijos deben tener las familias, qué deben aprender los hijos en el colegio, qué tipo de comida debe comer la gente (el estado de Nueva York ya esta bastante avanzado en este aspecto), etc.

La cuestión no es si las mujeres deberían trabajar o no –deberían decidir ellas mismas. Tampoco quiero decir que todas las familias deberían tener muchos hijos pero sí los que quieran sin que por ello se les considere "raros". Y es que es una pena que la institución de la familia haya perdido tanto poder frente a la institución del estado. Mientras la familia representa la descentralización de la sociedad, la diversidad y el individualismo, el estado es la centralización y uniformidad.

George Bernard Shaw tenía razón: cambiar las ideas y cambiarás las instituciones. Si la libertad va a sobrevivir en los Estados Unidos, quizás sea hora de que la familia no sea "rara" y empiece a recuperar parte de su antiguo poder.

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comentarios
1 Munzenbe, día

"No quiero sugerir que sea malo tener pocos hijos". Pues sí debería sugerirlo. Europa (sobre todo España, Italia y Europa del Este) camina hacia el colapso social por implosión demográfica (España tiene una tasa de natalidad de 1.3 hijos/mujer, cuando el índice de sustitución generacional es 2.1). EEUU tiene de momento una natalidad saludable (2.1 precisamente), pero seguirá la senda europea si prevalecen las tendencias que apunta el artículo. Occidente ha escogido suicidarse por la curiosa vía de la renuncia a la procreación. Como los cátaros "perfecti" del siglo XII. La cuestión es si EEUU resistirá (Europa está ya condenada: vid. Mark Steyn, "America Alone: The End of the World as We Know It", 2006). Desde luego, la izquierda odió siempre a la familia, desde Engels ("El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado": las tres instituciones estaban supuestamente destinadas a desaparecer en la sociedad socialista). La querencia socialista ha apuntado siempre a la sustitución de la familia por el Estado como estructura provisora. Véase cómo el "welfare" socialdemócrata ha contribuido a acelerar la desintegración de la familia en las clases más pobres. ¿Para qué casarse, si papá Estado puede sostenerme a mí y mis criaturas? La sensata "welfare reform" de 1996 (bajo Clinton, pero impulsada por la mayoría republicana del Congreso) consiguió que dejara de crecer el porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio al hacer condicionales y limitados en el tiempo los subsidios (por cierto, la pobreza infantil cayó en picado después de la reforma: a menos subsidios, menos pobreza, por paradójico que pueda sonar ...: simplemente, las madres solteras buscaron trabajo por primera vez, lo cual benefició sobre todo a sus hijos). Bush intentó lanzar un "Healthy and Stable Marriage Program". No sé si llegó a desarrollarse. A Obama eso del "matrimonio estable" le parecerá reaccionario, supongo. El defiende los "modelos plurales de familia".

2 josecho6, día

Voy percatándome de que los USA han sido siempre unos adelantados en esto del socialismo. Acabo de leer la reseña y crítica de un libro titulado "Three generations, no imbeciles: eugenics, the supreme court, and Buck v. Bell" de Paul Lombardo. Hay que joerse, el estado de Virginia y el Supremo de USA (con un tal Oliver Wendell Holmes jr. a la cabeza) abrieron la veda de las esterilizaciones a retrasados mentales (y lo que se terciara) en el mundo. Precedieron en ello a otros estados hasta llegar a 60.000 esterilizaciones en los USA y fueron seguidos por(adivinen) la alemania nazi con 400.000 esterilizaciones. Cojotrónico. Ahora los progres americanos y europeos (también en España, ya lo creo) te miran como a un bicho raro ("será del Opus") si tienes a bien traer más de dos hijos al mundo. Ahí está ese genio británico que ve peligroso para el planeta que las parejas tengan más de dos hijos. Son verdaderos genios. Si les dejamos nos convertirán en alimañas.

3 josecho6, día

Por cierto que a mí "Con ocho basta" era una serie que me encantaba. ¡Qué deliciosamente ingenuos éramos con 15 años! Ahora los chavales con esa edad, en su mayoría, no todos, son como viejos amargados. De todas formas, los curas progres de la época (ahora que lo reviso in mente, eran verdaderos agentes soviéticos) ya nos avisaban de que la vida real no era como la pintaban en la serie. Lo dicho, son unos genios.

4 angell, día

Josecho, ¡cuanto tiempo! ¿Y "aquellos maravillosos años" (The wonder years)?

5 cazalobo, día

Lo de determinar la comida que es buena es algo que todavía no se le ha ocurrido a nuestro ZP, pero a lo mejor con el tiempo se incluye en los planes de "educación para la ciudadanía" el número de veces al mes que debemos comer lentejas, y se incluirá en el código penal la pérdida de patria potestad a los padres que lo inclumplan. No quiero seguir dando ideas. Josecho6: A ese respecto, son muy interesantes las consideraciones finales de difunto Michael Crichton en "Estado de miedo" ("State of fear"), que como novela no es buena, pero que tiene una excelente reflexión sobre los excesos de la ciencia -o más bien de los científicos- cuando se utiliza como argumento moral y político.

6 josecho6, día

Saludos afectuosos, Angell. Aquellas series tenían una dulzura que en las actuales se convierte en abuso de sacarina (todo falso a más no poder) o en argumentos soeces y cutres. A fuer de intentar ser originales, abiertos y progres, lo que realmente consiguen es ser vomitivos.

7 lead, día

[Lo que dicen los americanos y los españoles] Me lo acaba de contar: Dicen los americanos: "We have Barack Obama, Stevie Wonder, Bob Hope, and Johnny Cash." Responden los españoles: "We have Zapatero , No Wonder, No Hope, and No Cash."

8 iuris, día

"Lo que sí es interesante es que parece que los socialistas (de varios signos) han querido debilitar la institución de la familia." Una familia normal, con todos sus defectos, ha sido siempre la red de protección de sus miembros, un refugio en el que sostenerse si todo viene mal dado. Si se elimina ese refugio el ciudadano queda más desamparado, a veces totalmente desamparado,y por tanto más indefenso frente al estado. En realidad, las políticas socialistas respecto a la familia lo que quieren es sutituirla, ni madre ni padre, "papá Estado" lo es todo.

9 lead, día

[El Socialismo, contra la Familia] Munzenbe #1 (tu nickname, ¿viene de Willi Münzenberg, el genio de la propaganda de la Komintern?) En unas Jornadas sobre Derecho, un ponente, un reputado romanista (es decir, experto en Derecho Romano) ha contado la siguiente anécdota: En los años 70 y 80, a las reuniones europeas de romanistas solían asistir expertos del otro lado del Telón de Acero, rusos incluídos. En una de las primeras reuniones, este ponente mostró a algunos de sus colegas del Este su extrañeza de que se siguiera estudiando allá el Derecho Romano. Les dijo: "La Propiedad y la Familia son los pilares del Derecho Romano, las dos instituciones con las que el marxismo quiere acabar; ¿cómo es que Vds. las estudian? Respuesta de los colegas socialistas: "Tenemos que conocerlas bien para mejor combatirlas".

10 Munzenbe, día

Exacto, lead: un fallido homenaje a Willi Münzenberg, genio del agitprop marxista de entreguerras. Digo "fallido" porque el sistema operativo no me dejó colocar más de ocho caracteres, ni admitió la diéresis (se me quedó en "Munzenbe", que suena así como africano ... :-). Muy buena tu anécdota sobre los romanistas soviéticos.

11 hayek197, día

Hay que recuperar la visión tocquevilliana de la familia adaptada a la economía de mercado compleja actual, y si nunca se debe prohibir que una mujer acepte únicamente su rol como ama de casa, la condición idónea para mí es que uno de los progenitores se dedique al cuidado del hogar...

12 vikinga, día

Muy interesante esta entrada, pero yo creo que tiene que ser algo más que el socialismo lo que está en contra de la familia. El socialismo indudablemente no es amigo de la familia, lo primero es el bien de la "colectividad". Sin embargo EEUU no es socialista, o eso pensábamos, y llevamos años viendo películas americanas donde la norma es que las familias tengan sólo uno o como mucho dos hijos. Supongo que la causa principal es que se anteponga el bienestar (menos hijos, más para repartir) y el trabajo de la mujer. Desde luego, no esperemos que el socialismo mejore la situación. En educación para la ciudadanía clasifican a las familias en varios tipos, de modo que yo que vivo sola, sería una familia "unipersonal", así que todo lo hago en familia, soy muy entrañable y tradcicional.