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La estupidez de quienes se creen tan listos

Se suponía que los Demócratas la tenían fácil este año. Al fin y al cabo, las cosas no se ven (o al menos no se sienten) tan bien en estos momentos en los Estados Unidos, más allá de si es o no culpa de Bush. La economía pasa por momentos difíciles, y el asunto de la guerra de Irak sigue dividiendo a la sociedad y generando mucho descontento entre la mayoría.

Sin embargo, el partido fascinado con el estado sobredimensionado, el de las reglas complicadas y arbitrarias, el que siempre que puede se encarga de engordar las filas de la burocracia, el que reserva para la clase política -- porque creen que saben mejor lo que es bueno para todos -- un rol decisivo y tutor sobre los destinos de la sociedad, se ha encargado de meterse solito en una situación más que complicada de la cual no podrá salirse totalmente ileso.

En vez de organizar un sistema de selección sencillo y justo, los Demócratas se las han ingeniado para armarse un engendro electoral con una raza superior de delegados – Superdelegados les llaman – que supuestamente deben actuar de árbitros finales, capaces de subvertir la decisión de los afiliados si su supercriterio así lo indicara. Además de eso, en lugar de otorgar los delegados mediante un sistema claro y sencillo como los Republicanos, los Demócratas han armado una ensalada de representación proporcional que premia a ganadores y perdedores y que impide que el proceso se defina de manera clara.

Si los delegados Demócratas se adjudicaran de la misma manera que los Republicanos, Hillary Clinton ya habría conseguido la nominación. Si los delegados en todos los estados se eligieran por votación popular – en vez del sistema de “caucus”  que rige en muchas jurisdicciones – Hillary Clinton ya contaría con el número clave para ganar las primarias. Pero no: ¿para qué hacer algo sencillo cuando puede ser más complejo... más "iluminado"? ¿Y cómo podrían los Demócratas confiar en lo que votan los electores de a pie sin reservarle la última palabra a los jerarcas del partido, que siempre saben lo que es mejor para la gente? Para terminar de complicarlo todo, decidieron penalizar a Florida y Michigan por haber tenido la osadía de adelantar sus primarias, privándoles así de sus delegados en la convención (los Republicanos, nuevamente más cautelosos, les redujeron el número de delegados pero les mantuvieron la representación).

Así que llegamos a finales de abril y mientras los Republicanos tienen candidato desde hace rato, los Demócratas se desangran y no se deciden. Obama gana en los estados más pequeños, Hillary en los más grandes. Obama lidera muy levemente en la votación popular (si no se cuentan los votos de Florida y Michigan, que sino pierde) y lidera en el número de delegados, gracias al sistema de representación proporcional y de haber tenido una mejor estrategia en los caucus. Pero los estados en los que Obama ganó las primarias son los estados en los cuales los Demócratas generalmente pierden en las generales y los jerarcas del partido lo saben y andan muy nerviosos por ello.

¿Qué harán finalmente entonces para escoger entre ambas opciones? ¿Terminarán las primarias Demócratas con más votos para Clinton y más delegados para Obama?

Claramente, lo decidan como lo decidan, los Demócratas acabarán alienando a muchos votantes que les son indispensables para ganar en las generales. Si eligen a la Clinton, seguramente provocarán gran descontento entre los negros, colectivo sin el cual los Demócratas no pueden ganar. Si eligen a Obama, lo más probable es que muchísimos votantes moderados, asqueados por el entorno de Obama y por su historial hiperprogre, terminen votando por McCain. Si finalmente se cuentan los delegados de Florida y Michigan, la gente de Obama clamará fraude, pero si no los cuentan, ¿cómo podrán pretender contar con el apoyo de millones de votantes ignorados en ambos estados?

Los Demócratas la tienen muy complicada cuando podría haber sido una elección de lo más sencilla y con vientos huracanados a favor. La culpa de todo es de ellos mismos, que como tantas veces en el pasado, no pueden sobreponerse a su propia ineptitud.

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comentarios
1 TheFlash, día

Muy interesante. ¿Se intuye ya quién podría ocupar la vicepresidencia con McCain?

2 Mienmano, día

¿Y si la vicepresidencia fuera para Condoleeza? Se abriría un panorama interesante, con un presidente McCain, viejo y de salud tal vez no idónea, y una vicepresidente mujer y negra, dos pájaros de un tiro.

3 anderhl, día

Condolizza es una funcionaria altamente cualificada (como Rajoy), pero creo que nunca se ha presentado a unas elecciones de nada, y no se ha expuesto al votante. En NY hicieron una encuesta, sobre un ticket McCain-Condolizza y arraba en ese Estado frente a cualquier otro demócrata. Parece que se complementan. NO estaría mal que los sabios del blog comentaran algo sobre esta señora. saludo!

4 chatanoo, día

Dentro del partido demócrata todos coinciden en lo bueno que seria llegar a la convención nacional con el asunto resulto para evitar líos. Entre las últimas primarias –el 3 de junio en Montana y South Dakota- y la convención demócrata hay más de dos meses y el guirigay que se puede organizar será de campeonato si no hay una diferencia clara entre el número de delegados de uno y otro. Dos meses de trifulca pueden crear bandos demócratas irreconciliables durante mucho tiempo. La misma Pelosi decía que puede no ser tiempo suficiente para superar divisiones las aproximadamente 8 semanas que habrá entre la convención y la elección. Por otro lado, creo que mucha gente les minusvalora, pero ojo con los Clinton que no se darán por vencidos mientras exista una mínima posibilidad. Si yo fuera Obama no le daría la espalda a la Clinton ni en los debates televisados. Por si acaso Respecto a algún post leido por aquí sobre la pareja Obama-Clinton ( o viceversa), quiero comentar que no entusiasma a muchos dentro del partido demócrata. Uno de ellos es Nancy Pelosi, que en una entrevista en la CNN con Larry King dejó claro que no le parecía una buena idea y que no se debería presionar al candidato- sea quien fuere- sobre quien debe ser su vicepresidente

5 TheFlash, día

McCain-Condolizza….ese ticket huele a victoria.

6 iuris, día

Veo que lo de als primarias también tiene sus pegas. Pero el "quid" está en ls superdelegados, no tiene sentido que la gente elija un candidato y luego se cambie por un superdelegado. Tampoco entiendo que en Florida no hubiera primarias para los demócratas o que estas no valieran y si valgan los superdelegados. Hay, MacCain que contento debe estar.