La culpa
Lo reconozco. A pesar de la advertencia de don Alberto no he visto el discurso de Obama. Tampoco habrá dicho nada nuevo porque, en realidad, siempre es el mismo discurso con distinta corbata, así que en vez de ver al prestigitador, me he puesto a trabajar porque eso es lo que, por lo visto, toca si uno quiere llegar a conquistar el sueño americano. El caso es que en medio de la ardua tarea -pueden creerme- me ha vuelto a venir a la mente un pensamiento que me tiene asustado: Estados Unidos se está euro-españolizando.
Uno pensaba, antes de venir aquí, que en esta tierra de promisión todo funcionaría como un reloj en el ámbito empresarial. Pues va a ser que no. Mi desencanto va de la mano con los comentarios de los propios naturales del país porque no se vayan a pensar que mi frustración se debe únicamente al síndrome del emigrante renegado. Como en España, aquí uno también se encuentra al trabajar con falta de seriedad, llamadas y correos electrónicos sin respuesta, pagos que se eternizan, servicio al cliente deficiente, etc. Vaya, que no todo es como a uno se lo habían prometido. Quizás es que servidor, y los que le rodean, tiene mala suerte o el momento es especialmente malo pero esto me lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué culpa tenemos los que vivimos y trabajamos aquí en la presente coyuntura económica?
De acuerdo, los políticos, sus leyes, excesos regulatorios y errores de todo pelaje han marcado el devenir económico pero ¿no será también que el ciudadano, el trabajador estadounidense es responsable de todo este tinglado? ¿Acaso se ha dejado camelar y pretende vivir como un europeo, eso sí, con el sueldo de un yanqui? ¿Acaso han creído los dogmas de Michael Moore?: ¡vaya usted a Cuba que ahí la asistencia sanitaria es gratuita y de primerísimo nivel! Y claro, ven y leen y luego piensan en los europeos, tan finos, tan bien vestidos, con sus treinta días de vacaciones, su Seguridad Social, su estado, su bienestar y normal, es complicado ponerse después a trabajar y a echar horas.
Uno pensaba, antes de venir aquí, que en esta tierra de promisión todo funcionaría como un reloj en el ámbito empresarial. Pues va a ser que no. Mi desencanto va de la mano con los comentarios de los propios naturales del país porque no se vayan a pensar que mi frustración se debe únicamente al síndrome del emigrante renegado. Como en España, aquí uno también se encuentra al trabajar con falta de seriedad, llamadas y correos electrónicos sin respuesta, pagos que se eternizan, servicio al cliente deficiente, etc. Vaya, que no todo es como a uno se lo habían prometido. Quizás es que servidor, y los que le rodean, tiene mala suerte o el momento es especialmente malo pero esto me lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué culpa tenemos los que vivimos y trabajamos aquí en la presente coyuntura económica?
De acuerdo, los políticos, sus leyes, excesos regulatorios y errores de todo pelaje han marcado el devenir económico pero ¿no será también que el ciudadano, el trabajador estadounidense es responsable de todo este tinglado? ¿Acaso se ha dejado camelar y pretende vivir como un europeo, eso sí, con el sueldo de un yanqui? ¿Acaso han creído los dogmas de Michael Moore?: ¡vaya usted a Cuba que ahí la asistencia sanitaria es gratuita y de primerísimo nivel! Y claro, ven y leen y luego piensan en los europeos, tan finos, tan bien vestidos, con sus treinta días de vacaciones, su Seguridad Social, su estado, su bienestar y normal, es complicado ponerse después a trabajar y a echar horas.
“Estados Unidos se está euro-españolizando” mmm…No esta mal…a ver qué le parece esta propuesta invertida de estereotipo negativo: “Tras comprobar el ínfimo nivel educativo español un pensamiento me estremece, España se esta americanizando” 0, “Tras comprobar el incremento de violencia asesina desbocada un pensamiento me estremece, España se esta americanizando” …y este sería un clásico entre nuestra prensa de izquierdas “Tras acreditar el aumento de episodios de violencia policial contra ciudadanos indefensos un pensamiento me estremece, España se esta americanizando” Claro, que también se podría afirmar algo así “Estados Unidos se está españolizando, cada día hay más donantes de órganos evidencia de la convergencia del americano medio con el carácter desprendido y generoso del español”…- aquí supongo que ya estaréis de risas- pero sospecho que una afirmación así jamás se podría leer y no porque sea falso el dato…es que el paradigma del estereotipo es poco flexible, se adopta desde una orilla o su contraria. Los que se manejan mejor con los estereotipos son los ingleses, padres del lapo universal...distribuyen los estereotipos como una cebolla, en capas, de fuera adentro…empiezan con los continentes más lejanos y terminan ajustándolos al barrio y sus alrededores. “Como en España, aquí uno también se encuentra al trabajar con falta de seriedad, llamadas y correos electrónicos sin respuesta, pagos que se eternizan, servicio al cliente deficiente, etc. Vaya, que no todo es como a uno se lo habían prometido” Pues eso.
Pues eso digo…”Como en USA, aquí uno también se encuentra al trabajar con seriedad, llamadas y correos electrónicos contestados sin demora, pagos al día, servicio al cliente excelente, etc. Vaya, que no todo es como a uno se lo habían prometido”
Debe ser triste en un momento como estos de crisis económica y moral, ser gobernado por un politico pegado a un estribillo "Yes we can", que como una vez ha tenido éxito, lo está aprovechando igual para un cosido que para un bordado. Es como la filosofía militar del aprovechamiento del éxito, de tratar de aprovecharse de una victoria para perseguir al "enemigo". A ver si va a resultar que el único activo de Barack Obama es el estribillo y que detrás de esto no hay nada.
Y los europeos... con sus impuestos, el coste de una vivienda en una gran ciudad española, el precio de la gasolina, las colas en la seguridad social, etc etc.