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El mesías progre pierde adeptos

Un par de semanas son como una eternidad en la volátil primaria Demócrata del 2008. Antes se decía que el reloj favorecía a Obama y que a medida que iba pasando el tiempo, aumentaba su popularidad. Es así que logró consolidarse como favorito por sobre Hillary Clinton y ganar una decena de primarias consecutivas. Ahora, sin embargo, a medida que se destapan asuntos escabrosos relacionados con el candidato medioblanco, su apoyo comienza a desplomarse, al menos entre quienes no le votan por motivos raciales (es decir, los votantes que no son negros). El problema para Hillary Clinton es que quedan muy pocas votaciones por delante y Obama va ganando.

Es por eso que  Barack Obama, que va ganando por un gol, se niega a hacer pases, especulando con que se termine el segundo tiempo sin que su rival, que está jugando muy bien últimamente, pueda hacerse con la pelota. De tal manera, se ha negado a participar de otro debate y ha limitado sus contactos con la prensa a un mínimo para así evitar cometer otra gaffe como las que recientemente le han causado tantos dolores de cabeza a sus asesores. Se trata de una estrategia riesgosa, puesto que andaba a la defensiva, tratando de contener el desmadre producido por las declaraciones de su “ex pastor”, a quien hasta hace poco llamaba su "guía espiritual" y que resultó ser un racista pirado. Pero quizás sea más riesgoso para Obama mostrarse sin libreto frente a cualquiera que le pueda hacer alguna pregunta difícil. Nada de debate sin moderadores, como había propuesto su rival. Nada de contactos espontáneos con la prensa. Obama cuenta los minutos, los segundos, y aprieta los dientes: si llegara a mantener la ventaja actual, debería ganar.



Este martes se vota en Indiana y en Carolina del Norte. En el primer estado, la Clinton parece contar con una leve ventaja y se trata de un must-win para ella: si perdiera Indiana sus posibilidades disminuirían drásticamente. En Carolina del Norte, sin embargo, Obama contaba con una cómoda ventaja hace unos días (debido a que alrededor de la mitad de los Demócratas en ese estado son negros y éstos son casi todos incondicionales de Obama) pero las últimas encuestas muestran una diferencia a su favor mucho más ajustada. Es poco probable que Hillary Clinton gane allí, pero si Barack Hussein gana por poco, será beneficioso para ella. Claro que si la Clinton llegara a ganar en Carolina del Norte, se trataría un revés durísimo para Obama: Carolina del Norte es el décimo estado en población y uno de los puntos que los clintonistas esgrimen en contra de Obama es que supuestamente no puede ganar en ningún estado grande.

Otra señal de que la fantasía Obama se empieza a desvanecer la obtenemos de la última encuesta de Gallup, publicada ayer, que muestra que mientras que McCain y Clinton están virtualmente empatados (McCain 46%, Clinton 45%), el candidato Republicano ha abierto una brecha prometedora frente a Obama y, hoy por hoy, le ganaría por seis puntos (48% a 42%). Hace unas semanas, los Republicanos preferían que Hillary representara a los Demócratas porque parecía más fácil de derrotar que un candidato mágico como Obama, pero como todo lo que tiene que ver con esta campaña, ahora la opinión predominante es otra.

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comentarios
1 RicPazos, día

Las encuestas que hace Gallup dan resultados muy dispares de un día para otro, desde dar pequeñas ventajas a los demócratas a otorgar una ventaja de dos cifras a McCain.

2 chatanoo, día

Hace una semana Gallup-Ipsos le daba a Hillary una ventaja de 10 puntos en un hipotético enfrentamiento con McCain. En líneas generales casi todas las encuestas que conozco coinciden en que si Clinton fuese la nominada demócrata sería un rival más difícil de vencer para McCain que si el nominado fuese Barack Osama. Además, casi un tercio de los seguidores de Hillary Clinton dicen que no votarían a Barack Hussein Obama como presidente. Por ambas razones, a día de hoy para McCain es mejor que Barack Hussein sea el nominado. En las últimas semanas, Hillary le ha recortado la diferencia a Obama en cuanto a número de delegados y Barack Hussein le ha recortado la diferencia a Hillary en número de superdelegados. Es decir, la cosa está cada vez más apretada. En un final así, creo que el clan Clinton se puede llevar el gato al agua. Tienen mayor dominio del juego sucio

3 iuris, día

Mientras los demócratas se despedazan, harían bien los republicanos en preparar sigilosamente quien irá de vicepresidente con MacCain.