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El efecto Obama

Parece, según leo en Newsweek y nos indican desde la Vanderbilt Owen Graduate School of Management, que la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos ha tenido un efecto positivo sobre los resultados académicos de los jóvenes negros.

Resumiendo: El estudio parte de la base de la existencia de estereotipos relacionados con los grupos a los que pertenece el individuo (raciales, de género, etc.). Así, por ejemplo, si el estereotipo indica que las chicas son peores que los chicos en matemáticas, o estos peores que aquellas en lenguaje, el recordarle al individuo su pertenencia al grupo provoca que sus resultados, en una prueba académica, sean peores de lo que serían sin ese "recuerdo". El estudio utilizó el estereotipo de que los negros obtienen peores resultados que los blancos en pruebas de "aptitud" y los resultados de los estudiantes afroamericanos mejoraron tras la elección de Obama.

¿Quedaría anulada esa "ventaja" de los estudiantes negros si sus compañeros blancos fuesen conscientes de que el presidente es, en realidad, mulato? ¿Qué pasaría si la presidencia de Obama acabase de igual manera que ha acabado la de Bush? ¿Y si hubiese un escándalo con becaria de por medio?

Fuera de lo anecdótico del estudio, parece que Barack Obama sí que podría tener un verdadero impacto en la psique de un grupo racial que aún hoy se siente discriminado. Pero para ello tendría que ahondar donde más duele. En el mismo tipo de comentarios, realizados durante la campaña, que abogan por la paternidad responsable, la formación o la lectura.

Se tratarían de esos mismos comentarios que "le costaron" la reprimenda del Reverendo -aunque fuese de aquella manera- y que no le saldrían gratis entre su electorado. ¿Se animará a acabar con los estereotipos aunque sea a riesgo de convertirse en otro tío Tom?




Necesitamos padres que se den cuenta de que la responsabilidad no termina en la concepción. Eso simplemente te convierte en padre. Lo que te convierte en un hombre no es la capacidad de tener un hijo. Cualquiera puede tener un hijo. Eso no te hace padre. Es el valor para criar a un hijo lo que te convierte en padre (...) No sólo sentarse en casa a ver el programa
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4
comentarios
1 tolondro, día

Qué natural como para posar en tu despacho con las fotos de la familia de cara a la cámara! Vuestros artículos son muy buenos, pero las fotos son aún mejores. Me parto!

2 iuris, día

Creo que Obama está hablando de su propio padre que desapareció de su vida cuando él tenía dos años. Ese estudio me parece un poco precipitado, pero si es verdad me alegro. Lo que está claro es que la responsabilidad empieza por uno mismo, pero es mas fácil echarle la culpa a otros. Veo que Bush no era el único que ponía los pies sobre la mesa, ¡Que manía!, en mi casa siempre nos decían que eso era muy feo....

3 votolibr, día

Bueno, aquí no estamos acostumbrados a ver a nuestros líderes como ejemplos a imitar. Quizás allí donde la segregación ha sido norma y forma parte de su historia, tener un presidente de color pueda servir para curar heridas. En ese sentido puede que sea hasta positivo, porque la imagen del PRESIDENTE es más fuerte que la que aquí pueda tener incluso el rey. Lo que no veo tan claro es si cualquier crítica a Obama no será etiquetada como racista. En fin, como aquí en la transición se decía que la prueba de fuego de la democracia no sería si la izquierda podría gobernar, cosa que se daba por descontada. La prueba de fuego sería ver qué ocurriría cuando la izquierda perdiese el poder. Y ya vimos lo que pasó cuando la gente osó dar una mayoría ¡¡absoluta!! a las derechas: Huelga general, prestige, Yak-42, apaño de todos contra el PP, (incluída la ETA) y la guinda de la tarta que fue el 11-M. Prueba no superada. ¿Ocurrirá algo similar si Obama pierde algún día? ¿habrá que dejarle dos mandatos para que nadie diga que el racismo sigue vivo?

4 votolibr, día

Se me olvidaba. Creo haber leído alguna vez que lo de poner los pies encima de la mesa es un signo de familiaridad, equiparable a aflojarse el nudo de la corbata, o el eructo después de las comidas en algunos países. Vamos, que no se considera de mala educación. Pero no recuerdo esa imagen de otro presidente (al menos en ese Despacho).