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Consideraciones tras el Huracán Palin

Tres consideraciones ahora que hemos tenido algo de tiempo para digerir los efectos del Huracán Palin:

1) Cada vez está más claro que los Demócratas han cometido un error monumental  en su reacción al nombramiento de Sarah Barracuda como candidata a vice de los Republicanos. Imaginemos por un instante que en vez de lo de su falta de experiencia, lo de su hija embarazada, el supuesto fanatismo religioso, el DUI de su marido a los veintidós años, las supuestas infidelidades de hace décadas, los coqueteos con el partido independentista de Alaska, los intentos años ha de censurar libros que contuvieran lenguaje obsceno (¿y los progres que quieren prohibir Huckleberry Finn porque contiene la palabra “nigger”, qué?), el despido de su cuñado, etc… no hubiera habido nada. Imaginemos que en vez de enviar a hordas de periodistas a buscar bajo los pinos y la nieve de Alaska cualquier oscuro secreto que pudieran encontrar sobre la Palin, los NY Times, CNN, MSNBC, Washington Post etc. se hubieran quedado en sus pisos chic de Nueva York y Washington. Imaginemos, en definitiva, que los medios norteamericanos no se hubieran tirado las dos últimas semanas hablando de la gobernadora de Alaska las veinticuatro horas del día.

¿Qué hubiera sucedido? Pues lo más probable es que Palin habría tenido un impacto mínimo en la campaña presidencial, al ser una desconocida de un estado que muchos americanos no visitarán jamás. Palin, en definitiva, probablemente no se habría convertido en la superestrella de la derecha que es a día de hoy. Y Obama no tendría a estas alturas que recular y aclarar que no está compitiendo con ella sino con McCain por la presidencia. Obama, en definitiva, no estaría teniendo que medir su star power contra dos celebridades que rivalizan con él en carisma y magnetismo mediático, mientras su vice, hombre soso de estado soso (vean “American Splendor” si quieren una visión de Delaware…), queda relegado a la más absoluta irrelevancia. Pero Woody Allen lleva décadas mostrándonos que si hay algo a lo que no se pueden resistir los progres neoyorkinos y washingtonianos es a un buen ataque de histeria. Así les va, perdiendo de nuevo en las encuestas en una elección que tenían ganada hace dos años.

2) Con la elección de Palin, los Republicanos han intensificado su mensaje de “cambio.” Cada discurso de McCain y de su vice incluye decenas de llamadas al famoso “cambio” que, en su opinión (o en su retórica) el país necesita por encima de todo. Pero si, tras ocho años de gobierno Republicano, hasta su candidato presidencial pide un cambio, ¿supone esto el fin de la revolución reaganita de la que Bush padre e hijo eran (supuestamente) herederos?

La pregunta se aventura difícil de contestar a estas alturas, y probablemente quedará para historiadores de la derecha norteamericana como José María Marco más que para los periodistas y blogueros que cubrimos estas elecciones. Pero se pueden aventurar algunas respuestas: por ejemplo, que si bien McCain y Palin se venden como un “cambio” de los sucesores de Reagan, esto puede interpretarse no como un rechazo de la revolución reaganita sino como un esfuerzo por volver a sus orígenes. Al fin y al cabo, McCain responde mucho más al tipo de político Republicano que era Reagan (reputación de “maverick,” fuerza mediática, odiado en varios sectores de su partido) que los Bush (pescados fríos donde los haya, hombres del establishment del partido, burócratas más que ideólogos). Y su elección de vicepresidente refuerza su compromiso con el conservadurismo sociológico en que se apoyó la revolución Reagan. Por otra parte, la oposición a la nueva Great Society que promete Obama nos recuerda mensajes e ideas del liberalismo económico reaganita. Y el mensaje de McCain de no ceder en la Guerra contra el Terrorismo hasta que se haya ganado por completo, ¿es muy diferente de las llamadas de Reagan a continuar la Guerra Fría hasta obtener la victoria?

3) Muchos comentaristas andan diciendo estos días que la campaña presidencial demuestra un regreso a las “culture wars” entre la izquierda y la derecha sociológicas de los 60 y 70. La práctica paridad entre los Demócratas y Republicanos que reflejan las encuestas nos hace volver a los tópicos de las dos Américas (tan repetido por Kerry en las últimas elecciones), la roja y la azul, la progre y la conservadora. Pero nadie (o al menos, nadie que yo haya visto) está comentando lo que por otra parte es obvio, que es que esto demuestra la gran farsa que es Barack Obama.

El senador de Illinois, recordemos, se vendió durante las primarias de su partido como el único que podía atraer a gente tanto de la izquierda como de la derecha, tanto a libertarians como a independientes, tanto a blancos como a negros. Obama, según sus propios discursos, era el hombre que gracias a su labia y talante uniría a un país dividido desde hace décadas. Obama, antes que Barack I el Izquierdista, iba a ser Barack I el Unificador. Muchos superdelegados traicionaron a Hillary y apoyaron al bebé mesiánico precisamente (decían)  porque Estados Unidos necesitaba un líder carismático que curara las heridas de la supuesta división económica, racial e ideológica (que Estados Unidos está dividido… ¿qué dirían si estuvieran en España?). Las encuestas reflejan ahora la cruda realidad: que Obama no es más que otro político de izquierdas, que ha resultado aún más divisivo que la Clinton, y que de nuevo volvemos a una dura pugna entre los Demócratas y los Republicanos.

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comentarios
1 RicPazos, día

1. La táctica que ha llevado a Barack Obama a ser la figura mediática "positiva" que es se trató de usar con Sarah Palin para que fuera la figura mediática "negativa" que quitara a John McCain toda opción de ganar. Craso error. Lo que hace la publicidad es que nos fijemos más en la persona, y por eso cuando Hillary Clinton desapareció, el aura de Obama se fue desvaneciendo a medida que la gente se fijaba en el mensaje, y no tanto en la forma. Con Palin ha pasado lo mismo, la gente se fijó en el mensaje, y Palin ha mostrado solventemente su capacidad para ser vicepresidenta. 2. John McCain es reaganita en cuanto a la "forma", podríamos decir, o como dice el artículo, el "tipo de político". Sin embargo, sus ideas por ejemplo en economía no lo han sido tanto. Sarah Palin se acerca más a ese perfil reaganita en el fondo, en las ideas, y el equilibrio entre ambos se lleva a los electores de ambas clases. 3. No sé si se puede hablar de "culture war" porque en los 60 y 70 había debate ideológico, por ejemplo, en cuanto a la segregación racial o cómo se llevaría a cabo la aplicación práctica de la sentencia Brown vs. Topeka. Ahora no hay debate ideológico porque hay un candidato que no tiene una ideología clara, Obama se va moviendo a un lado y al otro como si fuera el famoso comecocos del videojuego arcade para recoger votos, y no le importa mentir y decir cosas diferentes según a quién le hable. La elección de Sarah Palin ha sido un gran acierto. Dicen las encuestas 47-43. No vamos a llegar a un dominio como el de Ronald Reagan en 1985 contra Mondale, pero si el Partido Republicano sigue por el buen camino, la victoria puede ser escandalosa.

2 anderhl, día

Veremos qué recorrido tiene la nueva cagada de Obama:"Un cerdo con pintalabios, sigue siendo un cerdo". Recuerdan el chiste de Palin sobre la "hockey-moms" y los pintalabios?

3 doiraje, día

Puedo dar fe de los efectos del Huracán Palin. Así como hasta aquí llega la admiración a su persona, del mismo modo se hace sentir el odio que despierta a los giliprogres de toda laya.

4 TheFlash, día

Y va tomando cuerpo dos arquetipos bastante favorables: ‘Character vs celebrity’ Si ese tipo de imágenes va calando entre la gente, a Obama le pinta peor que mal…

5 Libdem, día

Cierto lo que se comenta al principio del texto... quizás si no le dieran tanta importancia no habría existido ningún "Huracán Palin". Pero de todas formas, yo creo que la forma de ser y la mentalidad estadounidense (o por lo menos, de los medios estadounidenses que manejan a los ciudadanos) impiden un cambio real en ese país. Pasarán los años y Estados Unidos seguirá siendo igual que ahora, salvo con los parches necesarios para que la gente no se queje demasiado. No se tocará nada de la Salud (no vaya a ser que te tachen de "socialdemócrata" y casi te echen del país), ni de la Educación, ni nada de nada. En serio... ¿alguien pensó que Obama tenía posibilidades?

6 loos333, día

Buenas noches. Me gustaría saber si la decisión de que Hillary no fuese la número 2 de Obama, fue tomada por Obama o por los Clinton. Me faltan muchos datos para poder apostar por una de las dos opciones. Lo digo porque quizas los Clinton, sibilinamente, hayan decidido dejar hundirse a Obama y presentar su candidatura al 2012. O quizas realmente esperaban que Obama ganase tras un pacto "secreto". No lo se, sinceramente, pero creo que la decision de que Hillary no fuese la Vicepresidenta puede ser clave para la victoria de MC Cain-Palin o la derrota de Obama-¿?. Yo siempre he visto a Obama como el zp de aqui: asi que huyo de ellos como de la peste. Me gusta Sarah, muchisimo. Ojala tuviese aqui una mujer politica como ella (alguna hay que se le acerca bastante y a la que voto con sumo gusto) Soy de Madrid, evidentemente. De la Comunidad, claro. Pues lo dicho, a ver si alguien me aclara la importancia relativa o no, voluntaria o no, de la Hillary. Un saludo y ¡Viva America!

7 hayek197, día

Creo que a lo que se refieren con el llamado "cambio" es lo mismo por lo que se votó Demócrata en 2006: la corrupción Washingtoniana y el partidismo alejado del ciudadano. Y en vista de que el legilativo demócrata no ha avanzado en ese sentido, el cambio puede venir del lado opuesto pero con políticos maverick. Por el lado demócrata el cambio sólo es retórica, pero sí es cierto que América necesita un cambio que el pueblo lleva pidiendo y que se manifestó en 2006. Por cierto, aunque entiendo tu postura en lo referente a los Bush, éstos presentan tantos rasgos diferencadores entre sí que podrían ser de partidos distintos. Y podría ser verdad que Clinton uniera más que Obama, pues es más templada en el sentido que puede tener una visión en política exterior más seria y menos infantil y zapateril, reforzando pues la lucha contra el Terror, con medidas económicas intervencionistas más de izquierdas, quedando un poco en la ambigüedad ideológica.

8 Hegemon1, día

¿Dónde va la Palin con declaraciones y amenazas a Rusia?...¿Cómo es posible que amenace a Rusia con una guerra si invade Georgia?....joer.....Georgia no es una monjita y Si, Palin, Si, hubo provocación a Rusia aunque esta se comportara como una bestia......

9 iuris, día

Una de dos o aquí han traducido mal o la Palin ha metido la pata con lo de Georgia. La prensa española (toda en general) está entusiasmada con "el jardín" en el que se ha metido.