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Vuelve la ensoñación agraria, y ahora con razón

De todas las cosas que han hecho daño a Murcia como región y a los murcianos en particular yo me creo que la mayor fue aquella creación aparentemente inocente de "la huerta de Europa". Muchos murcianos interiorizaron y se creyeron, hasta el punto de hacerlo pasar a la masa de la sangre, lo que no dejaba de ser un lema publicitario. Y los murcianos se despertaron de la siesta decenios después, por el ruido que hizo el desmantelamiento de todo el sector conservero en la Región, inviable en los tiempos de libre mercado que se avecinaban, antiguo en su concepción, anticuado en la formación de sus empresarios y excesivamente caro en sus costes.
 
Con lo de ser "la huerta de Europa" los ciudadanos de Murcia ya tenían para ir tirando sin necesidad de asomarse fuera del vergel, por fuera de las bardas de la Cresta del Gallo ("más cavar y menos viajar", podría haber sido un lema franquisto/sindico/educativo digno de algún falangistón quelonio para la quietista Murcia de casi toda época). Y las autoridades, con eso, ya tenían también para seguir inaugurando ferias de la alimentación y festivales de coros y danzas del mediterráneo, sin auténticas inversiones (tuvimos que esperar para una inversión de verdad a que agonizara y finalmente muriera el Régimen, con el acueducto Tajo-Segura), mientras Murcia-qué-hermosa-eres no salía de la ensoñación zarzuelera. Pero la crisis de ahora hace extraños compañeros de cama, y cuando trasanteayer nos acostamos contentos por habernos despedido del sector primario para la Región, llamados a ser destino de lujo para turistas pudientes con segunda residencia en el sector terciario, resulta que nos despertamos esta mañana de nuevo con la agricultura como compañera inefable, dispuesta a seguir dando de comer a la región. Y esta vez es verdad, con lo que nos tenemos que tragar nuestros tiquismiquis urbanitas y nuestras mundologías con patatas. La actual crisis más crediticia que inmobiliaria ha paralizado prácticamente la estructura económica de la Región, la ha dejado huérfana de modelo de desarrollo, ha dejado a la mayoría de las empresas "sonadas", sobre todo las que más parecían crecer, y a los políticos mirando al cielo a ver si llueve. Porque volvemos al modelo agropecuario y hortofrutícola de la Región de Murcia, mientras todavía quede cuello para no asfixiarnos con la competencia de países más baratos.
 
De momento la superespecialización de algunos cultivos murcianos ajenos al modelo francés de subvención/extorsión agraria está permitiendo que el enfermo esté pocho, pero todavía no se tema por su vida. El viejo aunque renovado modelo agrario sirve para que Murcia sobreviva unos pocos añitos, mientras no se pueda volver a vivir de otros modelos que estaban en marcha, porque esto es como aquellos a los que se le pregunta "¿cómo te encuentras?", y responden "mejorcico, mejorcico", hasta que de mejoría se mueren. Murcia con una agricultura tecnificada estará mejorcica, mejorcica, pero hay que dedicarse a otra cosa en cuanto sea financieramente posible.

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