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Réplica a Agapito Maestre

En su último artículo publicado en esta casa, Agapito Maestre discrepa, con todo derecho, de la línea editorial de Libertad Digital respecto a la crisis financiera y los remedios que está aplicando el gabinete Bush.

Sostiene Agapito que la fe ciega en los resortes del mercado, concebido como algo abstracto y al margen de la política y del Estado, es una perversidad. Permítaseme discrepar a mi vez del excelente filósofo.

En realidad no se trata de tener fe, más o menos ciega, en el funcionamiento del sistema del libre mercado, sino de saber cómo funciona éste y cuáles son las leyes económicas que lo rigen.

La Escuela Austríaca de economía, que pasa a ser por derecho propio la gran escuela liberal, lleva advirtiendo más de un siglo (en realidad más de cinco, pues los escolásticos ya detectaron este problema) sobre los peligros del intervencionismo estatal en los mercados financieros. Abandonado el patrón oro, sustituido por los bancos centrales, la expansión crediticia carece desde los pasados años treinta de respaldo real y es, por tanto, un elemento más sujeto a la política. A Agapito Maestre le parece estupendo que la política, es decir, el gobierno de turno, decida sobre los flujos financieros. Bien, está en su derecho, pero la ley de la economía, enunciada por los austríacos, según la cual la expansión crediticia sin una base de ahorro provoca necesariamente crisis cíclicas, es tan inexorable como la ley de la gravedad. Uno puede, como Maestre, oponerse a la fe ciega en una ley física o praxeológica, pero lo sensato es obedecerla si uno no quiere pegarse un buen mamporro.

Por otra parte, la nacionalización que el gobierno de Bush está llevando a cabo con las empresas fallidas, al más puro estilo Chávez, ha de ser criticada con severidad por su alto contenido inmoral. Un gobierno no puede arrogarse el derecho de incautar propiedad privada (el dinero de los contribuyentes) para evitar la quiebra natural de un negocio cuyos gestores no han sabido manejar adecuadamente. Si criticamos las nacionalizaciones marxistas de Venezuela, debemos hacerlo con igual dureza con la nueva política de Bush, abrazada por republicanos y demócratas, pues en ambos casos, aunque por motivos distintos, se trata de un ataque directísimo a la propiedad privada de los ciudadanos, cuya protección debería ser la primera obligación de todo gobierno legítimo.

Pero es que el asunto es todavía más grave. Dado que la FED actúa como única entidad facultada para crear dinero de la nada (igual que el BCE), toda esa milmillonada de dólares con que está salvando la vida a los malos empresarios, no es dinero real. Lo que hace la FED es regalar un cheque contra sí misma sin respaldo alguno, por lo que el resultado es aumentar el flujo de dinero circulante y, por tanto, distorsionar aún más la percepción de los empresarios sobre la situación real de la economía y la capacidad de consumo a corto, medio y largo plazo de los ciudadanos. El remedio, por tanto, no es más que una dosis adicional del veneno que ha producido la enfermedad.

La actual crisis económica no significa el fracaso del liberalismo o del libre mercado como sistema de ordenación social. Al contrario, lo que demuestra precisamente es que las políticas intervencionistas de los gobiernos, la expansión crediticia provocada por los bancos centrales sin una base de ahorro real por parte de los ciudadanos y el abandono del patrón oro seguido del monopolio estatal de emisión de moneda, distorsionan gravemente el funcionamiento del mercado provocando su caída al final de cada ciclo.

Es lo que lleva diciendo la escuela liberal, insisto, muchas décadas. La experiencia demuestra una y otra vez quien tiene razón. Se trata simplemente de identificar correctamente las leyes económicas y actuar en consecuencia. Y en esto no hay ningún componente moral. La ley que explica las consecuencias del intervencionismo estatal en materia crediticia es tan inexorable y aséptica como la ley de la gravedad. A mí me puede parecer inmoral que la ley gravitatoria afecte a mi vida en la manera en que lo hace, pero si la ignoro, lo más seguro es que me dé un buen trompazo. Que es lo que le está pasando a Bush, entre el aplauso de quienes apuestan por la política frente a la racionalidad.

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comentarios
1 yoymicir, día

Excelente artículo D. Pablo. Felicidades.

2 alvarova, día

Es absurdo culpar al "mercado libre" por lo que ha pasado cuando dicho mercado simplemente no exite. Y como esos socialistas no quiere culpar a su mercado, el "mercado regulado" insisten en llamarlo "libre" porque así matan a dos pájaros de un tiro. Hacen creer a la gente que el capitalismo es esto, el sistema que tenemos, y puesto que este "capitalismo" no funciona, empujan a la gente hacia la otra posibilidad, a pedir más socialismo, más intervencionismo. Ellos saben de sobra que desde hace muchos años el sistema que tenemos en occidente es el intervencionismo, y lo que está haciendo ahora Bush es tratar de resolver con una gigantesca intervención el problema que ellos mismos han creado con sus regulaciones, sus ataques al mercado libre. Los intervencionistas de hoy no se cansan de decir que esos bancos se comportaron de forma irresponsable y engaron al público, pero a la vez, esos mismos intervencionistas premian ese comportamiento rescatando sus deudas. Por cierto, antes de ese rescate, ZP culpaba a Bush por la situación económica en España, pero cuando Bush intervino y la bolsa de Madrid subió un 8% no le dió las gracias...

3 olegario, día

Excelente aportación del Sr. Molina. Es nuestra obligación desenmascarar los falsos argumentarios de la progresía reinante. Incluso si parecen venir corroborados por ilustres como el Sr. Maestre, un gran pensador por otra parte. El pensamiento progre es maniqueo y simplón. Así pontifica hoy el Iluminado: "Han caído las proclamas de decir que cuanto menos regulación, mejor". El falso silogismo que siguen es: -El "sistema capitalista" ha fallado. -Lo que no funciona perfectamente no funciona en absoluto. -El "sistema capitalista" no funciona. -Hay que aplicar el nuestro.

4 alvarova, día

Además, el resuldado del intervencionismo, las regulaciones, es crear una economía artificial, con precios falsos, intereses de crédito falsos, moneda falsa (sin respaldo real de oro), transferencia de dinero de sectores rentables a aquellos que no son rentables, destrucción del capital y ahorros, etc... Ese FED mediante su regulación bajó los tipos de interés por debajo de su precio en el mercado, y cuando bajas el precio de un producto es normal que los consumidores pidan más ese producto. Así que el FED quería que la gente pidiera más créditos y ahora culpan a la gente por haber hecho lo que ellos habían diseñado. Ahora llaman a la gente "avariciosa" ocultando que esas intervenciones han favorecido esa "avaricia". Si tu ofreces un producto a precio de risa, es normal que la demanda suba. Esos reguladores multiplicaron la "avaricia" de la gente x 1000 ... Y ahora les culpan! .. Pablo, por cierto me compré tus dos libros. Me rio mucho contigo de esos progres. Gracias.

5 TheFlash, día

Agapito Maestre es socialcristiano…o a mí me lo pareció siempre…no me extraña su incomodidad con un mercado que ajusta precios, demanda, oferta y ahorro a las circunstancias de millones de ciudadanos anónimos…

6 alvarova, día

Por cierto, ¿por qué no se publican más los artículos de Ann Coulter en LD? Esa sí que sabe como pinchar a los progres.

7 tolondro, día

Excelentes Pablo y alvarova!!

8 Vendeano, día

Estoy con Vd., don Pablo. La postura de Agapito me parece bienintencionada, pero equivoca el blanco de sus justas críticas al ignorar la causa real de la inflación crediticia, que no es otra que la distorsión que el poder político introduce en los mercados. Es la tendencia inevitable de los estados a no ser que se contrarreste su poder. Siempre lo hicieron. En tiempos antigüos se adulteraba la ley de la moneda añadiéndole metal de inferior valor. De esa manera el gobierno conseguía financiación y, en cascada, provocaba una temporal fiebre de demanda de bienes y servicios, apariencia de bienestar económico. Pero esa fiebre acababa en pesadilla cuando subían los precios y todo acababa peor que antes, teniendo que pagar los excesos de unos con la desatención de necesidades reales de todos, justos por pecadores. Además, según la ley de Gresham, la moneda mala desplazaba a la buena, es decir, desaparecía de la circulación la buena moneda y los bienes reales, pues nadie quería perderla o perderlos a cambio de la mala. Eso era no ya volver a la situación peor cuantitativamente, sino cualitativamente, pues el dinero sólo existe en movimiento, y en la nueva situación todo el mundo lo atesora y nadie lo emplea. Hoy, la generación artificial de dinero no se realiza de esa forma sino inflando artificialmente el crédito: los bancos centrales lo tienen fácil tras el abandono del patrón oro.

9 Vendeano, día

El mercado, la asignación correcta de recursos a los mejores agentes, se basa en la confianza de una información veraz que dan los precios. Cuando el estado adultera el dinero, adultera la vara de medir. Acude al mercado de la villa y le pide al mercader 1 m de tela, pero la mide con su vara fraudulenta, que mide 1,50 m. Ese fraude la paga al final toda la sociedad: el mercader de telas, el tejedor, el pastor que obtiene la lana, los pastos esquilmados por la nueva demanda de ovejas, el trigo sustituido por nuevos pastos... Quien más paga es el pobre, que tendrá menos pan que comer y tela que cubrirse hasta que se reajuste toda la economía por medio de la crisis, que no es más que el inevitable y necesario reajuste de todas las piezas, aunque lo que arreglaría definitivamente el problema sería ACABAR DE UNA VEZ CON LA INTERVENCIÓN POLÍTICA EN AL ECONOMÍA.

10 optimist, día

extraordinaria leccion de economia y de filosofia de la vida. Mientras todo nos va genial pedimos que nos bajen los impuestos, que nos dejen hacer lo que queramos con nuestro dinero que para eso lo hemos ganado; todo esto es perfectamente licito y lo suscribo al cien por cien. Pero si durante la bonanza no he sabido guardar para los tiempos de dificultad por la misma regla moral no puedo pedir al Papá Estado que me saque del hoyo. El Estado debe dejar que la sociedad actue libremente en el acierto y en el fracaso. Ah! y que conste yo me olvide de la ley de la gravedad pero no culpo a Newton.

11 Vendeano, día

Me permito copiar aquí un excelente comentario de Gusy en la noticia de LD acerca de la inestabilidad del dolar y la fortaleza del oro: "No se puede crear dinero de la nada como pretende EEUU. Esta crisis es debida al brutal intervencionismo monetario que hizo del dinero un bien abundante y barato (créditos fáciles y a bajo interés). Es debida al abandono del patrón oro durante el siglo pasado. El último pais en abandonar el patrón fué Suiza en 1998. El dinero ha dejado de reflejar el valor de las cosas debido a las malas prácticas de los bancos centrales que se han dedicado sistemáticamente a acuñar moneda cada vez que necesitaban pagar algo. Las casas no valen 500.000 €. Ese es su precio pero no es su valor. Y los bancos ahora quieren que se les asegure la diferencia entre el precio y el valor. Con más dinero ficticio no se solucionará el problema que nos han creado. Vuelta al patrón oro ¡YA!"

12 vikinga, día

Gracias por el artículo, es muy esclarecedor. La verdad es que no sabía que existiese tanta intevención en la economía norteamericana, y pensaba que Greespan era la bomba. En fin, tengo que estudiar más economía, para no creerme todas esas bobadas de que el liberalismo no ha funcionado. Un saludo.

13 AFaroni, día

Excelente artículo don Pablo. Siga así, por favor.