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Los norteamericanos no quieren ser solidarios forzosos, sino libres; y eso duele.

La reforma sanitaria impulsada por Barak Husein en los Estados Unidos de Norteamérica tiene entusiasmados a los progres españoles que ven cómo, por fin, los yanquis van a poder experimentar también las bondades de un sistema público de salud impuesto a la fuerza.
Es asombrosa la cantidad de chorradas que un progre puede llegar a decir cuando se entusiasma, como podemos comprobar examinando, aún de pasada, los fragmentos de los últimos telediarios nacionales y las primeras páginas y principales columnas de opinión de los periódicos más vendidos. El caso de la implantación de una especie de seguridad social en los EEUU es perfecto para ver en acción a la alegre brigada del estatismo hacer palmas con las orejas.
Uno de los argumentos más recurrentes para defender el proyecto de Obama es, atención, que el derecho a la salud es irrenunciable y que, por tanto, el estado tiene que hacerse cargo de él en nombre de sus ciudadanos prestando una asistencia universal y "gratuita" (sic). La semana pasada estuve en un debate televisivo en el canal autonómico murciano y me sorprendió que el resto de contertulios esgrimiera semejante subnormalidad. La sanidad pública no sólo no es gratuita, sino carísima, cosa que cualquiera puede detectar a poco que compare el precio de un seguro privado con los impuestos que el estado le requisa por ese concepto. Ni que decir tiene que por poco llegamos a las manos, porque en esa tertulia estoy sólo defendiendo las ideas liberales y de derechas, mientras que el resto de los participantes son zapateristas convictos y confesos, que por otra parte es lo normal en una tele del PP.
Pero más allá de soportar a iletrados estatistas, cruz que procuro llevar con resignación, me interesa destacar otro argumento superior al meramente utilitarista de comparar el precio de un servicio con la calidad del mismo. Se trata de la libertad y la responsabilidad. Todos los ciudadanos tienen derecho a gestionar su vida de la forma que estimen oportuno, sin que ningún político les obligue a adoptar un determinado curso de acción. Si quiero un seguro médico me lo pago y si mi vecino lo quiere que lo pague él. Yo no soy solidario, al contrario, reivindico el valor cívico del egoismo. Y si alguien sin seguro médico revienta en una esquina es estrictamente su problema. Yo no tengo por qué pagarle la atención sanitaria.
Los norteamericanos opinan así en su mayoría, como hemos podido ver en las encuestas y en las protestas ciudadanas. Obama les ha impuesto algo que no quieren y los representantes demócratas lo han aprobado. Bien, lo bonito del caso es que su sistema electoral obliga a representantes y senadores a revalidar su escaño ante sus votantes, sin listas cerradas que les blinden, así que va a ser precioso comprobar cómo venden los demócratas una medida tan impopular como la que ha tomado Barack Husein.
Un amigo que vive en Virginia me ha enviado un correo que dice "Agradecemos a los demócratas que hayan entregado la mayoría absolutísima de la casa de representantes y senado a los republicanos con la votación de ayer".
La diferencia de EEUU con Europa es que allí el socialismo está penalizado socialmente y aquí goza de una extraordinaria salud. Y en España ni les cuento.

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comentarios
1 peabody, día

Si hemos delegado en el ESTADO nuestra salud y nuestro bienestar, el ESTADO está en su perfecto derecho de exigirnos que no fumemos, que no comamos grasas y que nos quitemos la barriga. También podrán darnos matarile cuando quieran. ¿Y luego?....¿que no montemos en coche?. Efectivamente, podrá exigirnos cualquier cosa que vaya en contra de un uso hospitalario por nuestra parte. Pa que no gastemos.

2 lfb, día

Efectivamente Don Pablo, pero una sociedad compuesta en su mayoría por seres que firman mensualmente una nómina de 1.600 €, y que en la última linea pone "Salario NETO = 1.000 €" y se van tan contentos... creo que no va a ser muy receptiva al contenido de su artículo.

3 latitas, día

Lo que más gracia me hace es cuando los del monopolio de la asistencia sanitaria hacen encuestas sobre la satisfacción de los usuarios de los servicios de salud. Notable alto da la última sobre atención primaria en Murcia. Para su desgracia, el usuario no puede comparar, porque no puede elelgir. Pero los funcionarios del Estado sí. Pandilla de chorizos.

4 latitas, día

Valcárcel y CoolCruz ¡¡Vaya par de trileros !! Producciones Paramount http://www.laverdad.es/murcia/20100323/local/region/paramount-desmiente-vaya-construir-201003231306.html Se necesitan 20.000 figurantes. Salario negociable con participación en beneficios.

5 AnkHor, día

El problema de cualquier servicio que deba ser prestado por el Estado, es precisamente que va a ser prestado al estilo que predomina en la Administración, es decir, a lo que estamos acostumbrados en cuanto a mala gestión y despilfarro presupuestario. Todos los departamentos de la Administración del Estado tienen lo que yo denomino "afán de gasto", que consiste en la mala costumbre de agotar el presupuesto anual en lo que sea y como sea, para no perder esa dotación presupuestaria para el siguiente ejercicio. En una visita guiada por un amigo al Hospital de Torrecárdenas (Almería) pude comprobar con mis propios ojos en qué consistía tal método de agotamiento presupuestario: En un desván se acumulaban cientos de aparatos, equipos y material diverso que llevaba años acumulando polvo y telarañas sin haberse llegado a estrenar. Hasta las mujeres de la limpieza se llevaban a su casa guantes quirúrgicos y todo tipo de material carísimo por cajas, y no lo hacían en secreto precisamente, sino a la vista de todos y sin ningún obstáculo por parte de las autoridades del Hospital. Como ejemplo de "afán de gasto" bien puede valer el último de las vacaciones de los funcionarios del BOE, que al no tener ya el gasto de imprimir en papel, para no perder la partida presupuestaria se lo gastan en hoteles de veraneo con las bendiciones laicas de la Fashionaria.

6 vikinga, día

Se escriben y se dicen tantas tonterías sobre la sanidad americana. Yo soy médico y trabajo en la sanidad pública donde en todos los estamentos se opina lo mismo: si eres pobre en USA, te mueres en la calle, porque todos los americanos son crueles e insolidarios...Sin embargo nos beneficiamos y aprovechamos todos los días de los inventos, iniciativas y estudios llevados a cabo por la medicina americana ¿a que no cuadra? Que un país en el que según algunos (casi toda la izquierda, la derecha y el centro)la gente tiene una sanidad tercermundista sea la pionera en casi todo. Pero la idea de la sanidad "gratuita" es inviolable, y la liberalización de la medicina es imposible en España. Y si es una cuestión de derchos y no de libertades, me pregunto porqué si todos tenemos derecho a comer, no regalan el pan los panaderos, por poner sólo un ejemplo...

7 corzo1, día

Esta mañana he estado en La Arrixaca, nada grave. Pero sí lo es la superpoblación que sufre el hospital de referencia de nuestra región. No creo que haya un sitio con más celadores por metro cuadrado, eso sí, muy aplicados leyendo el Marca y jugando al tetris, que a dos he pillado en esa saludable afición. Y no te digo ná con los de las oficinas... más que balcones hay en Madrid.

8 Trenti, día

Sr. Molina, No tengo la suerte, y no diré si buena o mala, de haber nacido en Murcia, pero soy una de esas personas que silenciosamente leen sus artículos y entradas en este blog desde hace tiempo. Lo mismo digo de su combloguero Martínez-Abarca y de otros articulistas de LD. Lo hago porque estoy harto de tanta mentira, de tanto rollo y de tanto mamoneo como existe en este decadente país. De tanto "cherif" de Nottingham que nos roba en la puñetera cara. Lo hago también porque me gusta cómo escriben ustedes, y hasta me río mucho cuando dicen abiertamente lo que debería parecerle obvio a cualquier chimpancé con dos ojos en la cara y una neurona operativa. En el fondo, lo hago porque se siente uno menos solo viendo que aún hay gente que no traga. Pero como no creo que le interesen mi vida ni mis motivaciones voy a meterme rápido en harina. Me temo que está usted a punto de perder un lector. De hecho, acabo de hacerme una cuenta en LD solamente para escribir este que seguramente será mi primer y último comentario en un blog. Y lo he hecho porque me he topado con una frase en su última entrada que me ha dejado el cuerpo bastante mal: "Y si alguien sin seguro médico revienta en una esquina es estrictamente su problema."...Perdone, ¿¿me lo puede repetir?? Comparto con los estadounidenses mi absoluto recelo hacia el poder pero no es mi intención entrar a debatir este tema ni el de la sanidad pública o privada, porque daría para estarse tecleando hasta la víspera del apocalipsis. Mi objetivo es comunicarle que esta frase suya me decepciona profundamente. Me gustaría, de hecho le ruego, que "matice" usted lo que ha dicho. O que admita que, sencillamente, se ha equivocado, víctima del calentón de la penúltima canallada de algún político/periodista/artistoide/pseudointelectual/etc. Si su idea del liberalismo y de la sociedad se reduce a una mera transacción entre seres humanos, me parece que he de darme de baja como lector suyo.

9 Trenti, día

¿Es que no cree usted en la simple mala suerte de una persona? ¿En la fatalidad? ¿En la injusticia? ¿Ha pensado usted que a lo mejor, sencillamente, hay gente que no puede pagarse un seguro médico porque no tiene ni para comer? Y no porque esa persona haya tomado malas decisiones en su vida, sino a lo mejor porque el gobierno de turno la ha llevado a la ruina. A ella y a su familia. ¿Ha pensado usted que, sencillamente, hay personas a las que nadie aseguraría porque tienen una enfermedad extremadamente rara y costosísima de tratar? ¿O que hay personas con todas las papeletas para contraer una enfermedad por obra y gracia de la genética? ¿Quién aseguraría a estas personas? ¿Quién narices investigaría para curar enfermedades que padecen solamente unos pocos miles de personas en el mundo? Sería un negocio ruinoso. ¿Se considera usted tan fuerte como para jamás caer en el alcohol o las drogas?¿Será usted siempre capaz de mantener su familia tal como es ahora? ¿Es usted inmune a una enfermedad mental que termine llevándolo a la soledad, a la indigencia y al ostracismo? ¿Cómo narices podrán pagar un seguro todas las personas que el día de mañana tendrán una pensión ridícula después de ser atracados durante toda su vida por las sucesivas generaciones de miembros de esta casta infecta de políticos y jueces? Sepa usted que todas estas preguntas se las hace una persona que vive al borde de la misantropía y que seguramente podrá pagarse hasta palmarla cualquier seguro privado por costoso que sea. Finalizo mi protesta pidiéndole dos cosas. La primera, ya que acude usted a veces al programa de César Vidal los viernes, es que quizá podría sugerirle al Sr. Alberto Acereda que deje de perpetrar artículos sobre la sanidad en los Estados Unidos. Ya sé que esto no va a suceder, pero por pedir que no quede. Conste que ya no leo al Sr. Acereda desde "esto": http://www.libertaddigital.com/opinion/alberto-acereda/los-nervios-del-presidente-50164/

10 Trenti, día

No me maltrato la neurona leyendo "escritos" como El País o como Público. Por eso, el artículo del Sr. Acereda es la sarta más larga de chorradas impresas a la que he tenido acceso desde hace tiempo. Para muestra una frase: "otros 19 millones de esas personas sin seguro son jóvenes entre 18 y 34 años con buena salud y que también optan por no gastar dinero en un seguro médico" Como diría un inglés, "Me temo que no sé si estoy totalmente de acuerdo con lo dicho por Mr. Acereda". Traducido al castellano viejo, sería irreproducible por soez. Para el artista de Alberto, todas esas personas, entre las que me encuentro, somos como robles transgénicos. Inmunes a cualquier mal o plaga conocida y por conocer. Es tristísimo cómo a veces la ideología hace razonar a personas inteligentes y bien formadas como si fueran Leire Pajín. Lo segundo que le pido es de nuevo que rectifique su postura y que demande una gestión eficiente del dinero público destinado a sanidad, porque hasta un clan de mandriles podrían hacerlo mejor que nuestros actuales responsables. El problema es que aquí nadie sabe en qué y cómo se gasta el dinero. Todo el mundo hace de su capa un sayo, todo el mundo se coge bajas cuando llega un puente o cuando juega la selección de fútbol y todo el mundo roba a manos llenas con partidas presupuestarias que nadie controla. Por no hablar de la demencial dispensación de medicamentos. Ese es el problema y esa es la razón de que la sanidad pública sea otro patio de monipodio y muchísimo más cara de lo que debería ser. Supongo que se pasará usted mis peticiones por donde se pasa la esponja, pero resulta duro leer determinadas cosas de personas a las que uno tiene en cierta estima, aunque únicamente sea por cierta afinidad ideológica (menudo cáncer, la ideología) en tiempos como estos.

11 lfb, día

Perdón por meterme donde no me llaman, pero lo escrito por Trenti, que he leído con mucho interés, en el fondo, es solo una matización del artículo de Don Pablo; es cierto que Don Pablo a veces es un poco bestia en sus escritos, pero yo al menos no creo que esas bestialidades las sienta tal como las escribe, sencillamente son recursos literarios que impactan, mantienen la atención, y la mayoría de los casos resultan graciosos, y son de agradecer, son solo expresiones que apuntillan la idea que ha transmitido. Mi opinión sería exactamente la misma que la de Trenti, si pensara que a Don Pablo le saldría un “¿ves? Si hubieras contratado un seguro médico, no te pasaría eso” al ver como explota una persona a su lado. El liberalismo es una utopía en el grado de “intervención” y el papel que desempeña El Estado en nuestra Sociedad; las injusticias y falta de libertad del individuo que se derivan obligan a una denuncia constante, y a recursos (bengalas escritas) que se vean desde lejos, que despierten consciencias, porque los liberales vamos perdiendo, cada día más, lo que ocurre es que a trenti, esta le ha hecho daño a la vista. Trenti ¿considera posible optimizar, convertirlos en justos, todos los recursos humanos y materiales con el sistema de “La Función Pública” que padecemos, con los derechos consolidados de los funcionarios y la ausencia de controles y responsabilidades? Yo no lo veo, si no es con un “vamos a parar, cerramos, organizamos… y volvemos a abrir” En cualquier caso, creo que es el turno de Don pablo.

12 martsal, día

D. Pablo, lfb De antemano pido excusas por adelantarme a la respuesta de D.Pablo, pero no me siento con ánimos de retrasar mi opinión. Seguramente estaré mal informado, seguramente me estaré dejando llevar por todas esas opiniones interesadas que he leido en estos días, pero no puedo estar más de acuerdo con Trenti. En el programa de Carlos Herrera del lunes (siento haberle sido infiel a esRadio), el corresponsal en USA dijo que un seguro médico que cubra todas las contingencias cuesta 37000 dólares anuales. ¿Quién puede permitirse pagar tal cifra? Cuándo como dice Trenti, sufres un ataque de la mala suerte y te quedas sin trabajo durante mucho tiempo y no puedes pagar ese seguro, ¿quién te da asistencia médica? Y para finalizar y no hacerme más extenso, expongo un caso real que me ha llegado a través de conocidos comunes: Un señor que ahora vive en Cartagena ha vuelto de USA después de 40 años viviendo allí porque ha contraido una enfermedad renal y necesita diálisis. La sanidad useña no le cubre esa diálisis si no es a cambio de una parte muy importante de sus ingresos mensuales, con lo que o come o se hace la diálisis. En Murcia la Sanidad Pública si que le cubre esa diálisis. Ya sé que no es gratuita, ya sé que no es perfecta, ya sé que está mal gestionada, ya sé que podría ser más eficaz. Pero yo , posiblemente muy mal informado, me quedo con nuestra Sanidad Pública antes que con la adelantadísima tecnología médica de los USA. Y los que conocen como pienso, a través de los años que llevo participando en LD, saben que tengo muy poco de socialista. Trenti , mis aplausos.

13 Pablo Molina, día

Estimado Trenti No sólo no rectifico ni una coma sino que me reafirmo en todo lo escrito. Por ejemplo, hay señores y señoras de una etnia conocida que jamás han pagado un euro a la seguridad social y que, a la puerta de la chabola tienen un coche de alta gama y en el saloncito un televisor de plasma (esto lo he visto yo; no me lo han contado). Como la sanidad pública es "gratuita", acuden tranquilamente a los hospitales y, por cierto, son los primeros en exigir las mejores condiciones durante su estancia, con insultos incluidos al personal sanitario (tengo familia directa en ese sector que ha vivido episodios tremendos). Si ese tipo de personas "revienta en una esquina por no tener seguro médico", le aseguro que me dará igual. Mire, en todas las sociedades hay personas a las que la vida les ha tratado mal y no podrían pagar 83 euros al mes de un seguro médico privado (precio de Asisa). Bien, en una sociedad sana habría instituciones privadas de caridad que los atenderían con todo el cariño, y yo aportaría dinero (de hecho lo hago) para este fin. Para el 99,9% restante, que paguen de su bolsillo los servicios que quieran recibir. Estoy en contra de que unos paguen por otros y que los más "listos" se aprovechen del dinero de los demás. Quien quiera tener cubiertas sus necesidades de salud que las pague, y si no puede tener un televisor de plasma, pues con un LCD como tengo yo también se ven muy bien las telenovelas y "Sálvame". Soy egoista e insolidario porque quiero ser libre, y si esta forma de pensar le resulta demasiado repugnante lo siento por usted, pero en este blog escribimos lo que nos parece con entera libertad (usted también) y a nadie se le obliga a que nos visite. Un saludo afectuoso y sincero.

14 Pablo Molina, día

Sobre los USA, algunas cuestiones que se omiten "cuidadosamente" cuando se habla de la sanidad norteamericana: 1.- Los mayores de 65 años, discapacitados, personas con bajos ingresos, veteranos de guerra y grupos similares, son atendidos por los programas públicos dependientes del estado llamados Medicaid y Medicare, que les cubren la atención médica y les proporcinan una pensión, según los casos. 2.- No sé de dónde habrá sacado el comentarista del gran Herrera que un seguro privado completo cuesta 37.000 dólares al año. Seguro que los hay, claro, y que incluyen habitaciones como las suites de un hotel y toda clase de lujos, pero el precio medio de un seguro completo para una familia de cuatro miembros está en torno a unos 5.000 dólares (unos tres mil y pico euros al año). Esto depende del Estado en que vivas, si eres fumador o no, etc. etc., pero la media está en ese rango. 3.- El 58,9% de los trabajadores norteamericanos tienen incluido en su contrato de trabajo un seguro médico, para ellos y sus familias, que paga la empresa en un 80%. Sólo los autónomos o los trabajadores de empresas muy pequeñas tienen que pagárselo íntegramente. 4.- En los EEUU entienden que el tener o no seguro médico es una decisión personal en la que el estado no debe inmiscuirse, cosa que aquí no se entiende, pero a mi me parece extraordinariamente razonable. Y para finalizar, un dato interesante de nuestro país. El 85% de los funcionarios públicos que pueden elegir entra la S.S. y un seguro privado (ASISA o SANITAS en su mayor parte) eligen estas compañías privadas para que cuiden de su salud. A menos que una epidemia de esquizofrenia vírica se haya cebado en nuestro cuerpo funcionarial, tiene que tener una explicación más sencilla: El que puede elegir, huye de la sanidad pública. Por algo será.

15 Pablo Molina, día

Otrosí digo (ya que estamos...) Acerca del mito de la gratuidad de la sanidad pública tal vez sea oportuno hacer algunos números. Según los presupuestos generales del estado de 2010, el gobierno de Zapatero (igual que los de Aznar) destina en torno al 50% de los impuestos recaudados a sanidad, de tal forma que podemos decir que la mitad de los impuestos que pagamos va destinada a que el gobierno cuide de nuestra salud. No sé cuántos impuestos pagan ustedes, pero yo pago muchísimo. No obstante, tomemos como ejemplo un matrimonio que, en conjunto, ingrese 40.000 euros brutos anuales. Si estimamos una tasa fiscal del 20%, estarán pagando 8.000 euros de impuestos, de los cuales la mitad, 4.000 euros, va destinada a pagar la sanidad pública "gratuita", lo que supone un coste mensual de 333 euros. He consultado en internet el precio del seguro más caro de España (uno de Sanitas), que además de un cuadro médico de más de 29.000 profesionales y 500 centros de asistencia en todo el territorio nacional, garantiza la asistencia hospitalaria a sus asegurados en lugares como la Clínica Ruber Internacional, el Instituto Dexeus o la Clínica Tecknon, nombres que nos suenan porque es donde suelen tratarse los líderes de izquierdas que quieren sanidad pública para todos (para todos los demás). El precio de este seguro es de 68 euros mensuales por persona, para una edad de entre 35 y 40 años. En total este matrimonio pagaría 136 euros mensuales, en lugar de los más de trescientos que ahora le cuesta la sanidad pública "gratuita". Aún así, yo no quiero que se privatice ningún servicio por decreto. Simplemente quiero que se nos permita elegir qué modelo queremos y el que quiera seguir usando la sanidad pública "gratuita" que lo haga. Pero con sus impuestos. A mí que me dejen mi dinero que ya me encargo yo de velar por mi salud y la de los míos. Creo que no es pedir mucho ¿No?

16 martsal, día

D. Pablo. Sigo poniendo por delante que soy un auténtico ignorante en lo que a la sanidad de los USA respecta. La cifra de 37000 dólares es la que oí (no sé de dónde ha sacado esa información). El caso del señor al que su seguro no le quería costear la hemodiálisis es real. Me lo han contado conocidos comunes, y este señor es español, que no había renunciado a su nacionalidad. A mi madre, con 81 años, la van a operar próximamente de cataratas en la Sanidad Murciana, con ultrasonidos que parece que es la técnica más moderna. Por contra, fuentes sin duda interesadas, me dicen que en los USA y con esa edad te dicen que para que te van a operar de cataratas, que para lo que te queda ... En fin, si estoy equivocado por mi falta de información , pues todas las excusas del mundo. Un abrazo D. Pablo.

17 vikinga, día

Estoy completamente de acuerdo con D. Pablo. Tendríamos que tener libertad para elegir. La segurided social es carísima, y yo que trabajo dentro de ella, puedo asegurarles que se tira muchíiisimo dinero sin ningún control de inversión-beneficio, en trabajadores mediocres y malos a los que no se echa nunca, ni se les pide que mejoren su cualificación, en bajas laborales, en un larguísimo etcétera. Y vuelvo a repetir, los americanos van a la cabeza en casi todo lo que pasa en medicina. No lo podrían hacer si sólo tratasen a determinado tipo de pacientes, y sus calles estarían llenas de moribundos.

18 Trenti, día

Estimado Sr. Molina, Falto a mi palabra con esta contrarréplica, pero me gustaría dejar claros algunos puntos para aquellos que tengan la descomunal paciencia de seguir este improvisado debate. En primer lugar, no tiene usted que recordarme lo libérrimo que soy para hacer click o no en este blog. Su recordatorio sería más propio de cualquier progre gafapasta, por supuesto con la esencial diferencia de que usted lo dice con todo convencimiento. En segundo lugar, confieso mi más absoluta ignorancia sobre las condiciones generales y particulares del sistema de sanidad en los Estados Unidos, y cuando las atractivas caniches de Roures denominan "extrema derecha" a todas las personas que en ese país se oponen a la reforma sanitaria de Obama, pienso que probablemente esas personas tienen poderosas razones para hacerlo. Sin embargo, y esta locución adversativa ya le dará una pista, lo que tengo que decirle a continuación no es nada bonito, como expresaría el mismísimo Mariano. Menciona usted con inusitada frecuencia las virtudes del pueblo estadounidense, y a fe que tiene toda la razón, especialmente si las comparamos con lo que hay por estos lares. Olvida usted cuidadosamente, empero, una entera retahíla de creencias que muchos estadounidenses, aunque por supuesto no todos, profesan, y que no tienen nada de honorable ni de envidiable.

19 Trenti, día

Entre otras muchísimas cosas, y "sin ánimo de ser exhaustivo", todavía me deja seco comprobar que muchos en aquel país defiendan a capa y espada que se fría en una silla, o se amojame en una camilla, a un ser humano que ha sido declarado culpable por la infinita sabiduría de un juez o jurado que probablemente confundiría Austria con Australia en un mapa. Humildemente le solicito que escriba un artículo explicando cómo se hace compatible el hecho de liquidar a una persona que luego se demuestra inocente con la sagrada inviolabilidad de los derechos individuales frente al opresor y ominoso Estado. A no ser, por supuesto, que en esa tierra de promisión que son los Estados Unidos hayan descubierto una forma de invertir el efecto de una inyección letal. Pero como todo este debate se ha originado por una frase suya que me sigue chirriando, mejor vamos al tema. Su contestación, aunque implacable y contumaz en la forma, a mí casi que me ha sonado a un "bueno, en fin, claro, es que". En mi profesión se considera de muy mal gusto mezclar peras con manzanas, porque podría tener efectos catastróficos. Aclaro que no soy agricultor y, no hace falta que lo diga, tampoco abogado. El hecho de que la etnia X, y uso esta letra porque en este país es la que se usa para los secretos a voces, esté simplemente fuera de la ley y campe por sus respetos exigiendo lo que no le corresponde, no invalida en absoluto la idea de tener una sanidad pública. La certeza de que los pingües ingresos de estas personas provengan de actividades "alternativas", tampoco. Lo único que esto ejemplifica es el absoluto desprecio por el cumplimiento de la ley que existe en España, porque tanto Justicia como Hacienda prefieren mirar para otro lado y no meterse en líos. Total, ¿pa qué?.

20 Trenti, día

Compruebo con preocupación que el fenómeno de negar la realidad para adaptarla a unas preexistentes ideas o a un modelo de sociedad idealizado no es un fenómeno exclusivamente postmodernoprogreizquierdoso, como diría un alemán. Ahí tenemos, por ejemplo, al Sr. Alberto Acereda, que también es un fenómeno, pero no por ser progre, que no lo es, sino por tener nada menos que 19 millones de amigos y conocidos. Para acordarse de todos sus nombres, el Sr. Acereda debe de tener un memorión que ríase usted de Deep Blue. Sr. Molina, es científicamente ridículo intentar explicar enteramente la sociedad y las relaciones humanas basándose en un modelo matemático de coste-beneficio y es peor aún que se esgriman estadísticas para reforzar esos argumentos. Al menos para los que hemos estudiado teoría de la probabilidad. Y lo es porque la realidad contiene aristas extremadamente complejas y casos que no pueden entrar en ningún modelo o función de densidad de probabilidad conocida. Por eso la Economía sigue siendo la ciencia de los profetas del pasado. Según usted, en una sociedad "sana" habría instituciones privadas de caridad que atenderían con todo el cariño a las personas maltratadas por la vida. ¿Podría decirme cuántas de esas "instituciones" existen en España, de qué aparatos y personal disponen y cómo narices podrían atender a todas las personas que viven en este país bajo el umbral de la pobreza? Y eso sin contar a los cientos de miles que en estos momentos subsisten únicamente gracias a sus familias. Por favor, acepte que aquí no hay fundaciones estilo Bill & Melinda Gates en cada pueblo, porque esto no es Wisconsin. Y acepte también que la palabra "caridad" es un pelín arrogante, repito, con personas que han tenido una formación y unas costumbres en nada reprobables o que, simplemente, han sido humanas, por lo tanto imperfectas, y se han arruinado ellos solitos la vida sin hacer daño a nadie.

21 Trenti, día

Me gustaría también que me dijera qué dolencias cubre y cuáles no la asistencia a los jubilados en USA. Me gustaría enormemente que me dijera también lo mismo para el 58,9% de los trabajadores y qué entiende usted por cobertura completa. Lo digo porque aquí en España la cobertura completa a veces no es tan completa. Esa cobertura "completa", según usted, en media son tres mil y pico euros anuales en USA, lo que vendría a ser parecido, siempre según sus cálculos, a los 333 euros mensuales que cuesta en España la S.S. a cada trabajador. Por cierto, cuando usted dice que en Estados Unidos "sólo" los autónomos o los trabajadores de empresas muy pequeñas tienen que apoquinarse su seguro aparte, se estará refiriendo usted al 41,1% restante de los trabajadores, que traducido en millones de personas, son unos pocos, y que probablemente incluirá a los 19 millones de amigos del Sr. Acereda. Mire, esto sería interminable, sobre todo porque su postura da para hacer miles de demostraciones por reducción al absurdo. Pero mucho me temo que no nos pondremos de acuerdo, así que para finalizar voy a ponerme solemne y hasta un pelín demagógico y cursi. Si considera que paga usted demasiado para el sistema público de sanidad, tiene toda la razón. Demande por tanto un uso eficiente de ese dinero. Demande que no se robe descaradamente y que se persiga el absentismo laboral. Demande una contratación de personal adecuada y responsable. Demande si quiere algún tipo de sistema mixto, una desgravación fiscal para las personas por encima de una determinada renta, demande un uso responsable de los medicamentos.

22 Trenti, día

Demande lo que usted quiera. Pero no diga que cada cual se busque la vida y que si alguien sin seguro revienta en una esquina es estrictamente su problema. La misma determinación y firmeza que muestra, y yo con usted, para oponerse al adoctrinamiento de EpC, se encontrará usted en mí, y en muchos otros como yo, contra lo que propone. Porque tiene usted razón, yo no soportaría vivir en una sociedad de personas que se ponen tranquilamente a leer LD mientras una persona que vive al lado, sea de la etnia X o sea la niña de Rajoy, se mueren porque nadie les extirpó el apéndice antes de que reventara, como si siguiéramos en el puñetero siglo XII. Esa sociedad tan ideal sería igual de decadente y abominable como cualquier totalitarismo. Reciba un saludo y mi sincera admiración por los muchísimos artículos suyos con los que he podido disfrutar hasta ahora.

23 corzo1, día

Sin opinar de USA, y como mienbro consorte de la sanidad pública murciana, puedo decir que tenemos unos servicios que, en algún caso, con lo más avanzado de España. Me refiero al nuevo hospital infantil arrixaqueño. Pero, ¿podemos permitirnos este hospital sin meternos más la mano en el bolsillo? Yo quiero lo mejor para mí y los míos, y con todos los avances y demás, pero hay demasiado despilfarro en demasiadas partidas. Los políticos lo saben, los profesionales lo saben, los usuarios lo sabemos y, si no hacemos algo, esto se va al garete. Por cierto, no será éste el primer año en el que el SMS solicite un crédito a alguna empresa de distribuciòn o de alimentación para pagar las nóminas de sus trabajadores. Ya ha sucedido, pero ahora parece que no llegamos a junio.

24 ongietor, día

He caído por aquí a contramano y digo yo: el firmante Trenti es el típico cordero -lobo "incondicional"... de los servicios contaminadores de zapaterismo, que no puede dejar de poner en evidencia los "errores" del "liberalismo" y de no aceptar la buena nueva sociata en América. No quiere enterarse de que el principio básico es que: todo sistema público moderno añade al peso normal de los costos el de un voluminoso aparato de poder que los multiplica; la aparente eficiencia es falsa y simulada con una sobrecarga que machaca a muchos de camino. Y digo más: Para que las aidos impongan sus leyes de muerte, tiene que haber una sanidad pública que no se pueda librar del dogal del poder y de los presupuestos; una universidad pública que se deje chantajear y manipular, etc etc. Lo público hace falta: poco, reducido, y al lado y en competencia con lo privado.

25 Trenti, día

ongietor, Lo primero que he de decirle es que el firmante Trenti, que soy yo, detesta que hablen de él en tercera persona, cosa que, como ve usted, se reserva para él mismo en las contadísimas ocasiones en las que se pone estupendo cuando se siente ofendido. Al Trenti le parece una falta de respeto por su parte, bastante patética por otra, y cuya intención es ningunearlo y expatriarlo de una tribu de la que jamás formaría parte de manera voluntaria si todos sus miembros razonaran como usted. Al Trenti se la suda extraordinariamente la acusación que usted vierte sobre él, aunque sea una cosa de tan mal gusto intelectual y humano como apoyar de tapadillo las maniobras orquestales de ingeniería social de este gobierno o apoyar "la buena nueva sociata" en los Estados Unidos. Porque el Trenti no va por la vida pidiendo perdón y dando continuas explicaciones del tipo "no vaya a pensar usted que yo..."; el Trenti está acostumbrado a la soledad y la prefiere mil veces antes que formar parte de cualquier rebaño acrítico. El que no quiere enterarse es usted, ongietor, de que el Trenti no aceptará ningún axioma referido a cuestiones políticas, económicas, filosóficas, de organización social o de la naturaleza humana. Las diga usted, Losantos, Gabilondo, Rajoy, Zapatero, el tendero de la esquina, el Sursum Corda, Mahoma, o Jesucristo bendito que baje del cielo. Ya no. Nunca más. El Trenti aspira a ser un hombre lo más libre que pueda y que confía en su propia razón y conceptos morales; sólo está de acuerdo con lo que otros expresan después de haberlo pasado por el tamiz de su limitada, como la de todo hombre, capacidad intelectual; y después de haberlo puesto a prueba enfrentándolo con sus propias convicciones, de raíz cristiana, que sus padres intentaron inculcarle desde niño.

26 Trenti, día

Entérese bien, ongietor mío: los cientos de miles de abortos que se han practicado en este santo país en los últimos años, gobierno del PP incluído, han sucedido mayoritariamente en clínicas privadas. PRI-VA-DAS. Las "leyes de muerte" que se aprueban ahora, como usted melodramáticamente las llama, también se aplicarán en clínicas privadas. Porque verá, el gobierno tiene el poder de elaborar leyes que se entrometan no sólo en el ámbito público, sino también en el privado. Ante eso, los médicos podrían alegar objeción de conciencia para no practicar abortos o "sedaciones paliativas"; pero si, en previsión de que eso pudiera suceder, el gobierno elaborase una inicua ley que les impidiese objetar, no les quedaría más remedio que optar entre practicar esos abortos, negarse y recibir múltiples sanciones (cárcel incluída), cambiar de especialidad o exiliarse. Y eso sucedería independientemente de ejercer su profesión bajo un sistema de sanidad público o privado. "Asín" de claro, ¿estamos? Para finalizar, al Trenti le gustaría que usted revisase sus lecturas sobre el liberalismo, porque su visión maniquea y monolítica de esta corriente es sencillamente incompatible con el espíritu de la misma y está más en consonancia con otras mucho más "siniestras", en el sentido habitual y etimológico de la palabra. Muchísimos autodenominados liberales defienden, entre los escasos asuntos que han de incluirse como servicio público, el de la sanidad. Sin excluir que haya también una sanidad privada, cosa que, por si no lo sabe usted, ya sucede en España. No rebate usted ni uno solo de los argumentos del Trenti, no contesta ni a una sola de sus preguntas y, en el colmo del delirio, termina sentenciando que "lo público hace falta", sin especificar a qué se refiere exactamente. Reciba un saludo de este que, como supongo ya se ha dado cuenta, tiene poco de típico y menos aún de cordero.