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La primavera conciliar de la Iglesia catalana

Los obispos nacionalistas de Cataluña, valga la redundancia, tienen el dudoso honor de haber destruido a la Iglesia católica en las doce diócesis que comprende el principado. No hay una región en el planeta Tierra en que la Iglesia haya sufrido una devastación similar en tiempos de paz. Ni en los países musulmanes o las dictaduras comunistas está la Iglesia Católica tan depauperada y falta de sentido como lo está en Cataluña.

Los prelados y los botarates de los curas del terruño, casi todos fuertemente impregnados de la ideología nacionalista, la más perversa después del marxismo, han conseguido que ni Dios vaya a misa en Cataluña, y esto de forma literal porque es evidente que Él no pierde el tiempo con majaderos que se inventan una liturgia para hacer política con casulla.

Y es que esa es la clave de la degeneración pastoral de Sistach y su equipo. Una pandilla de locos sectarios que han convertido la herejía en la norma de su apostolado.

En esta tesitura, es correcto que las parroquias catalanas languidezcan con la sola presencia de curitas rebotados, monjas exclaustradas y algún meapilas despistado que quiere hacer la revolución marxista desde el púlpito, pero tocado con una barretina y comiendo rodajas de butifarra de Vic.

Lo asombroso es que una calamidad pública como Sistach, el principal culpable de este desastre, haya llegado a vestir la púrpura del cardenalato. Desde luego no habrá sido como premio a su eminente teología. Arderá en el infierno. Eso denlo por descontado.

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comentarios
1 Caminant, día

Algo así como pronosticas puede pasarle,Pablo,pero mientras tanto,ha dejado la Iglesia en Cataluña como un erial. Creo que es más nacionalista catalanista que cristiano.

2 DasBoot, día

¿Acaso creeran que si llegan al poder absoluto los de PSOE-ERC no van a repetir lo del 37 por darles la razón? O es que tienen sindrome de Estocolmo diferido una generacion...