Totalmente de acuerdo. Pero me temo que el nivel intelectual de nuestros representantes (y representantas) gubernamentales es reflejo fiel del que tienen los ciudadanos (y ciudadanas) de España en su conjunto. Un saludo.

¿Cómo me tiene Aído? Con permiso del drae: ahíto, ta. (Quizá del lat. infīctus, part. pas. de infigĕre, clavar o hundir en algo). 1. adj. Que padece alguna indigestión o empacho. 2. adj. Saciado, harto. U. t. en sent. fig. 3. adj. Cansado o fastidiado de alguien o algo. 4. adj. ant. Quieto, permanente en su lugar. 5. m. Indigestión, empacho.

Lo que pasa es que no sois progres y no entendéis el talante de esa chica. Pués yo le he escrito una carta en mi blog (blogs.libertaddigital.com/chikichi) y si me acepta la sugerencia vamos a sentar jurisprudencia. Yo no entiendo como aún los hay que no han entendido el profuuuundo significaaaado de la Alianza Popular (ui..me he equivocado, que estos eran fachas) quiero decir Alianza del mundo mundial de todas las civilizaciones planetarias... (Que bien me ha salido) Ahí queda eso.

Perdón, no es Aída solo, son Lo-la, La-lo y cía. Una ventaja tienen, y es que, cuando se cansan de -o -a, ya sabemos que con -o tratan sólo de varones (lo que produce extraños efectos), no, como la demás gente, para todo el mundo. Ministerio de Penélope: Demostrar / hacer que la mujer y el hombre son / sean desiguales -en derecho- y luego igualarlos cosméticamente. ¿De qué mundo vienen?

A mi la sonrisa me la han quitado los besos que se daban De la Vega y la ministra de igualdad en su comparecencia pública. Pero ha sido al pensar en lo que está por venir cuando el pavor más puro me ha poseído: empecemos a prepararnos para la mayor ley contra la discriminación que haya parido el feminismo hasta la fecha.

¡Y pensar que en tiempos yo fui feminista! Abomino de semejante tontería, al oír a estas tardas mentales asesinando al lenguaje y al verlas tan ensoberbecidas, tan ridículamente seguras de sí. No hay como la ignorancia para quedarse más ancho que largo después de soltar idioteces elevadas a la enésima potencia.

España se va a quedar como dijo el hermano de Juan Guerra, "...no la va a reconocer ni la madre que la parió.", pero es gracioso, vamos, para partirse de risa. Pepín Blanco apoyando al pobre esjraciao de Obama (otra vez será, Barak), CCCP (Camarada Carmen Calvo Poyato) aliándose con Plutón, la Bibi haciendo honor a su hombre, que no sabe si sí o si no, zETAp soltando por su bocarrana que aquí nucleares no porque no hay agua (y sigue sin explicar cómo lo hacen los judíos para tener en Dimona, desierte del Neguev, una central nuclear, y de STARRING principal MALENI... jejeje. Venga, si no fuera porque es el final de la, hasta ahora, nación más antigua de Europa sería gracioso.

Carmen Calvo, Magdalena Alvarez, Bibiana Aido. Estas son las prendas que impone Chaves a Zapatero. Y luego nos quejamos de la imagen que tienen los andaluces fuera de Andalucía. Y es que estas individuas no son más que el reflejo de la incultura y el catetismo impuesto por la Junta.

Señores, los tiempos de Aznar se han acabado. Como dice mucha gente de derechas que conozco, Aznar quiso poner a España en un lugar demasiado relevante, y este país, hay que admitirlo, es un país medianito tirando a ramplón. (Los de izquierdas no lo piensan, sólo llaman asesino a Aznar y ya está). El problema es que en España, en bien de la igualdad, no se valora la profesionalidad, el talento, la preparación de los gobernantes y de la población en general. No está bien visto destacar por bueno y tener éxito, todos hemos de ser igualmente mediocres, para que no haya mal ambiente si surgen odiosas comparaciones. Por eso estos iletrados triunfan ¿Una buena ministra? ¿Para qué? Sólo necesitamos a cuatro iletrados para constatar que son como la mayoría, nada especiales. Vamos, que si nos ponemos, todos podríamos ser ministros; al fin y al cabo miembra no suena tan mal y es un gran paso para luchar contra la discriminación de la mujer. ¡Si Cervantes levantara la cabeza!

Además de operadores u operadoras telefónicos o telefónicas (que difícil es escribir en lenguaje feministo progre) para atender a los potenciales maltratadores (sólo a ellos, pues como todo progre sabe no hay maltratadoras); propongo que coloquen punching balls en las principales avenidas de las ciudades para que los potenciales bestias machistas puedan continuar las terapias desfogadoras de la violencia. Y no, no vale poner en el punching ball la foto de la ministra porque me temo seríamos muchos los que nos someteríamos a la terapia antimachista

Lo peor es cuando intenta justificar tremenda metedura de pata. Pipiola. La educación con Franco era mucho más exigente, y se nota. La democracia ha supuesto un fracaso total en cultura general. Abróchense los cinturones que vienen las nuevas generaciones de analfabetos con mucho título y pompa, pero poca, muy poca substancia.

Que dice la miembra del Consejo de Ministros y ministras que el inventico de la línea caliente va a conseguir "canalizar la agresividad" del protoagresor. Yo le sugeriría a la ministra que, dado que su negociado tiene el pomposo nombre de Ministerio de la Igualdad, envíe la propuesta al Tribunal Constitucional, por si la llamada de la presunta encargadora del asesinato de su marido puede acogerse a la figura de "protoagresora telefónica". Es decir, que Maria Emilia Casas es una adelantada de estos tejemanejes porque sostuvo (no sostuvió, Aido, que te veo venir...) una charleta con la enajenada transitoria y en realidad no la estaba asesorando, sino que le estaba dando una larga cambiada para ver si se le pasaba el subidón tras haber perdido la custodia de la hija. Lo que pasa es que luego, en vez de esperar al dictamen del Constitucional, no pudo más y tuvo que contratar al matón (literal). Pero como estamos en el país de Alicia y ZPinocho, la probe mujer no tendrá la misma condena que el "abusador" de su marido. Que seguro que era un facha... Y asunto resuelto.

Hola Pablo, buenas noches. Oye, que a mi me parece muy bién eso de "miembras". ¡Viva la igualdad, pijo! (¿o pija?). Bueno, pues ahora que estoy de acuerdo con Aído (¿o Aída?) le propongo otros cambios, ahora en sentido contrario, que no la llamen feminista, sino igualista. Propongo que a un idiota se le llame "idioto", al igual que a un hortera "hortero". Quien practique buceo sea un "submarinisto" y quien, por el contrario, se tire de un avión y caiga por los aires, sea un "paracaidisto". Venga, vamos a darle gusto a la Aído. La mujer que lleve un avión que sea una "pilota" (pelota en valenciano), quien no ande bien de sus cabales sea una "subnormala", o en su caso, una "imbécila". ¿Ves? una cosa que no hay que cambiar, porque ya está en femenino, y le viene como anillo al dedo (¿o deda?) es "iletrada" y "analfabeta". Ahora, eso si que quiero que quede claro, me opongo rotundamente que a Rafa (¿o Rafo?) Nadal se le llame "tenisto". Para la Bibi el duro. Un abrazo, Pablo.

¡Ah! y cuando se dirija a diputadas y diputados, debería decir "señorías" y "señoríos", que están sentadas y sentados en sus "escañas" y "escaños". Ya que se pone...

No me ha extrañado la "lindeza" de la Ministra, desde que los "pijiprogres" empezaron con ciudadanos-ciudadanas y otras sandeces, olvidando que en la gramatica los generos: masculino, femenino y netro, numero: singular y plural, pero no ellos tienen que "retorcer" el idioma para que nos enteremos que son los que mandan, lo peor es que el resto de la sociedad les compra esa "mercancia averiada". Desde la Ley de Enseñanza que nos "clavo" Rubalcaba "and compny" asi nos luce el pelo. Esta "miembra" me ha dejado "ahito" de escuchar las sandeces que prodigo en el Congreso.

Yo estoy con Bibiano Aída.

Yo no sé porqué os molestáis y os preocupáis tanto. Gracias a que tenemos muchas miembras en el gobierno España va viento en popa. Aquí no hay crisis, ni si quiera desaceleración. Una clara demostración de ellos es que las miembras no hacen absolutamente nada, no es necesario, eso les permite tener tiempo libre para no parar de decir sandeces a la vez que enriquecen el idioma. Y la ciudadanía, repleta de ciudad-anos y ciudad-anas encantada de la vida, votándoles-as-os sin parar una elección y elecciona tras otra.

¡Vivan las paridas de la paridad!