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La crisis de la construcción: las consecuencias y los culpables

Los empresarios no suelen perder su tiempo convirtiéndose en "abajofirmantes", como si fueran pancarteros al servicio del circunflejo. Lo suyo es gestionar sus empresas, crear puestos de trabajo y contribuir a la riqueza del país. Fíjese querido lector en que esta frase anterior, que es simplemente la constatación de un hecho, en la Zetapaña del circunflejo es una afirmación polémica. Porque gracias a Z, lo que antes era sólo la expresión radical de los movimientos de ultraizquierda, empeñados en acabar con la libre empresa para instaurar el socialismo real, ahora es en Zetapaña una política del gobierno. Vean lo que ha ocurrido con Pizarro. En cuanto se conoció su candidatura, el PSOE le atacó, no acusándolo de haber cometido un delito, sino de ser un rico empresario. La izquierda, por principio, considera sospechosa a toda persona que alcanza el éxito en la vida con su propio esfuerzo y el empresario, como paradigma del hombre libre, es en Zetapaña una presa codiciada.

Acaba de llegarme un documento de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia, en el que avisan de las consecuencias de la crisis y dan interesantes pistas sobre los responsables de su desencadenamiento. Vale la pena extractar algunas frases:

Somos conscientes de que durante los dos últimos años ha habido una gran hostilidad contra nuestro sector, protagonizada en gran medida por Entidad asociada a la FEDERACIÓN REGIONAL DE EMPRESARIOS DE LA CONSTRUCCIÓN DE MURCIA y a la ASOCIACIÓN DE PROMOTORES-CONSTRUCTORES DE ESPAÑA algunos grupos de escasa representatividad social pero que han obtenido una gran proyección en los medios de comunicación, con el objeto confesado de paralizar nuestra actividad, y lo han hecho sin medir de forma irresponsable las consecuencias tan negativas que en términos de desempleo ello acarrearía. Nosotros lo hemos venido denunciado una y otra vez, y las consecuencias, tal y como alertamos, ya están aquí. Es hora de que cada uno asuma sus responsabilidades (...)

Se refieren los empresarios murcianos a algunas pintorescas asociaciones supuestamente ecologistas, con denominaciones de fino aroma totalitario tales como "Murcia no se vende" ("por nuestros cojones", les faltó añadir). El objetivo de estos grupúsculos no es exigir limpieza en los proyectos urbanísticos, o que se castigue a quien haya cometido un delito, sino acabar con "el modelo de desarrollo regional, basado en el ladrillo". Es decir, acabar con una actividad económica que da trabajo a más de cien mil familias murcianas, cosa que evidentemente a ellos no les preocupa pues, dada su condición de funcionarios (la mayoría de la rama universitaria), jamás han tenido que bregar en un entorno libre para ganarse la vida. Pero esto no es lo sustancial, porque en todos los sitios hay alguna decena de borarates que necesita sublimar sus frustraciones personales aparentando cierto radicalismo adolescente aunque frisen la cincuentena. Lo realmente grave, y como no lo dicen los empresarios en su nota lo digo yo, es que se utilice esta situación desde el gobierno para acojonar a una región entera, dando por bueno el discurso de la ultraizquierda.

El candidato del PSOE murciano en las últimas elecciones autonómicas lo dijo centenares de veces a lo largo de la campaña: "Hay que acabar con el modelo de desarrollo económico basado en el ladrillo". Después tuvo que recular, como cuenta Martínez-Abarca en otra anotación, y cuando llegó la crisis de la construcción, provocada por quienes como él situaron a un sector económico bajo sospecha, con cientos de procesos judiciales abiertos, especialmente en la costa, entonces se manifestó como el más firme defensor de los subsidios a los empresarios perjudicados. Es la receta clásica del socialismo: Primero destruye un sector y después lo subvenciona con el dinero ajeno.

La operación desatada en la región de Murcia desde que Bermejinsky apareció como candidato no es más que la culminación de un proceso sociológico que empieza por extender la sospecha generalizada, continúa por convertir a los empresarios en delincuentes potenciales y "enemigos del pueblo" y finaliza con una ofensiva judicial generalizada para obtener réditos electorales. El daño causado al tejido empresarial de una región pujante y con futuro como Murcia y a su imagen exterior no es algo que preocupe al gobierno. Para paliar el desastre ya están las subvenciones, llegado el caso. Sin embargo, las consecuencias de una situación de terror generalizada como la que se vive en Murcia, (donde desde hace meses ningún funcionario de tercera se atreve a firmar la compra de una caja de lapiceros), durarán mucho tiempo después de las elecciones del 9-M. Pensemos por un momento en un matrimonio del norte de Europa que quiere comprar una vivienda en el sureste español. ¿Donde decidirán ubicar su inversión? Desde luego, a poco que se informen de lo que está saliendo en la prensa Murciana estos últimos meses, llegarán a la conclusión de que esto es como Sicilia, y a los europeos educados ésta no es precisamente una situación que les entusiasme.

Hace ya algunos años, en el mesofelipismo, recordarán ustedes que el pusilánime de José Borrell desató una campaña de terror fiscal generalizado desde el ministerio de Hacienda, que tuvo como hito el procesamiento de La Faraona. Pues bien, por aquellas fechas recuerdo perfectamente lo que contó cierto famoso escritor de origen mallorquín. Fue en una zona comercial de la provincia de Barcelona, que desde unos años antes venía experimentando un formidable crecimiento en volumen de negocio. Cierto día desembarcó allí un destacamento de inspectores fiscales, que dedicaron casi un mes en inspeccionar las cuentas de cada empresa allí ubicada, (almacenes, industrias y pequeños comercios incluidos). De aquella operación de terror fiscal tardó en recuperarse esa zona más de cinco años. Y es que el recuerdo de los clientes siendo atendidos por el mancebo mientras el jefe rellenaba sudoroso formularios frente al inspector de turno, es algo que daña más a un negocio que la multa de hacienda.

El socialismo, cuando se aplica con ortodoxia, es devastador. En Murcia ya lo sabemos. Vayan preparándose en el resto de España, porque esto no ha hecho más que empezar.

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comentarios
1 liberala, día

El desaguisado que han montado los sociolistos en España es de aupa. Lo peor, no nos engañemos, está aun por llegar... Lo más indignante es que el destrozo que se ha hecho en el Levante español (especialmente en Murcia) ha sido una campaña perfectamente orquestada por los socios catalanes del gobierno (y no me refiero exclusivamente a ERC). Veréis, Murcia, con sus desarrollos turístico - residenciales del tipo Polaris, Calidona, Hacienda del Álamo... estaba haciendo un serio daño a las cuentas de ingreso catalanas pues le restaba inversión y consumidor final. Ya lo dijo Pujol Jr. cuando se refirió a nuestra capital como "la nueva gran Murcia de mierda..." El problema es que se han pasado de frenada y leyes tan horrorosamente intervencionista y antiliberal como la nueva ley del suelo (el que la conozca sabrá que es una ley hecha ad hoc contra Murcia y su modelo de desarrollo) o las nuevas leyes medioambientales, van a tener (y están teniendo ya) resultados catastróficos para todo el sector a nivel nacional. La economía española requiere diversificación y la eliminación de trabas para la entrada de nuevas industrias, esto hasta los sociolistos fueron capaces de verlo en los anteriores comicios e incluirlo en su programa de gobierno. Lo que se denominaba el cambio de motor económico... El problema es que no sólo no ha habido cambio de motor sino que éstos han empeñado el que había... Sr. Pizarro, sálvenos. Pero no en economía, sino en justicia... Cambie y derogue leyes y por favor intente implantar una visión un poco más liberal. Dótenos de seguridad jurídica, esté quien esté en el gobierno, que tenga poca capacidad para manosear y manejar la lícita iniciativa privada... Un saludo a todos, nos vemos el 9M...

2 Deveraux, día

Si votar Zapo ya es de por sí pornográfico, votarle en sitios como en Murcia es un acto de villanía infinita, como poco.

3 martsal, día

Desde luego, si Bermejo obtiene algún voto en esta tierra, necesitamos la intervención urgente de psiquiatras especializados en masoquismo, porque después de todo lo que han hecho con nuestra Comunidad es para no dejarles ni siquiera entrar.

4 sjou, día

Si cuando acaben los psiquiatras, aún tienen energías, por favor, enviadlos a Cataluña. Si además tienen un master en síndromes de Estocolmo, mejor. Nací y vivo en una ciudad que desde la democrácia ha sido gobernada por el PSC, no hay ciudad más burguesa y con menos servícios públicos en Zetapatería. ! y la gente encantada de la vida¡ Toda la información que llega a Cataluña,sufre( como la luz)un fenómeno de refracción y otro de reflexión. Pues nos llega distorsionada,bajo parámetros nacionalistas y socialístas y además sale rebotada, pues la culpa siempre es de los demás que nos odian, por ser más altos,más guapos, y ,más listos. ! que mala es la envídia¡. Un saludo desde 3%landia

5 Imperter, día

Yo creo, amigo Pablo, que en Murcia los impresentables zoziolistos van dados. Espero que en el resto de España haya 3/4 de lo mismo. Porque sabemos de sobras quienes son los culpables de la crisis de la construcción (y las otras) y las consecuencias también las conocemos, no en balde ya hubo otra crisis hace algunos años. Pero Saura se ve que no se enteró y estuvo (y está) diciendo muchas gilipolleces que, claro, luego se ve precisado a rectificar. Me ha gustado mucho el comentario de 4-sjou, desde 3%landia. Bueno, y ahora autopublicidad: http://blogs.libertaddigital.com/Imperter/

6 claraisa, día

Murcianos, aquí teneis alguna solución. http://www.libertaddigital.com/noticias/kw/chazon/construccion/ley_del_suelo/Madrid/pisos/promotores/tramites/vivienda/kw/noticia_1276323935.html SUERTE