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Como "conbloguero" que soy, debo a los lectores una explicación

Habrán notado los lectores, de haberlos, que hace ya unas cuantas entradas de "blog" que no firmo nada en él, y que me lo escribe todo sin necesidad de hacer de "negro" (porque rubrica él y porque no le pago un perro chico) mi conbloguero Pablo Molina. Les digo la verdad: la situación mediática y hasta existencial que atravesamos mi conbloguero y yo desde que a las ranas les empezó a crecer pelo ya no puede ser expresada con simples palabras, al menos no puedo expresarla yo. Esto, para contarlo con un poco de arte, necesita una tetralogía wagneriana tirando por lo bajo, y por alguna oscura razón que habrá de investigarse no me ha sido concedido el don de componer tumultuarias y estrepitosas óperas teutonas. Me debo conformar con permanecer en un silencio escasamente administrativo.

De vez en cuando algún guizque que pone apostillas a estos textos exige, nos exige a Pablo y a mí, que hablemos de tal o cual asunto político polémico, pero lo único para lo que tengo el cuerpo es para pedir a esos guizques, tan aguzados en su juicio, que, si quieren polémica de la fina, me la financien ellos, ellos de su riñón, como a los escritores de antes en "The New Yorker", a cincuenta dólares la palabra o el insulto, al gusto, y mediante contrato de exclusividad vitalicio. Y, también como los articulistas norteamericanos de antes, que tenga seis meses por delante para pensarme qué escribo.

No me ha acometido, no se crean, el tedio, sino el puro cansancio. Que es consanguíneo del miedo a la vida, al miedo a todo, empezando por el miedo a mí mismo. Vástagos monstruosos los dos, a su vez, del gran mal: los años. "Qué malos son los años", se dice en Murcia, donde todavía me pasman los hallazgos del lenguaje, como en ninguna otra parte. Obsérvese la sustancial diferencia: no la edad. Los años. No se dice "qué malo es el paso del tiempo" o "qué mala es la vejez". Qué malos son los años. Sí, los años son malos, más que la savia de la adelfa fue para aquellos soldados de la sudafricana guerra de los "Boers" que, para celebrar la victoria en una batalla, cocinaron una barbacoa con leña de este arbusto y murieron todos. Tengo la sensación de que me he instalado prematuramente en la mentalidad de un jubilado cuando sé que de esto del articulismo nadie se jubila (como que el difunto Jaime Campmany me dejó una vez, a mí y a su esposa, a medio plato de spaghetti con langosta en su casa porque tenía que mandar una columna al "ABC", cuando ya lo que debía mandar mejor era la letra de "Adiós, muchachos"). Yo no tengo idea de qué edad tengo, ni mucho menos eso que los fisiólogos de ahora llaman "edad no cronológica". Sí sé lo que los años han hecho al pasar por ellos: cualquier minucia me afecta ahora como si se tratara de una conspiración de las furias y las potencias. Por la fuerza de la costumbre, debería haber perdido el terror a ciertos incidentes normales de todos los días, pero descubro, con los años, que no miro nada con más distancia, sino con mucha menos.

No he llegado a creer que los días me traen señales misteriosas de mi destino, como el desquiciado Strindberg de "Inferno", que iba cogiendo piedrecillas en su paseo con supuestos mensajes ultraterrenos o veía extrañas casualidades cósmicas si un determinado pajarillo cantaba a una hora y no a otra. Pero, suponiendo que teóricamente estoy en la edad de la voluptuosidad hacia las pequeñas cosas, del desasimiento, de, hemos dicho, la distancia, de que mi alma se refresque en su celda clara, como digo, todo en realidad se me figura más hiriente, más amenazante, más molesto y desde luego más cercano que nunca. Eso termina agotando y vuelve mi mente como de corteza de alcornoque, como si estuviera engripado todo el año. No se me entusiasmen: de la cosa nadie se jubila. Vuelvo a lo de siempre un minuto de éstos.

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comentarios
1 jonsy, día

Vamos, que estás más "liao" que la pata de un romano y no das abasto :-)

2 amilcar, día

Yo creo que lo que sucede es que te gusta más tener las manos en el "braserico de los pobres" que en el "teclao". Jejeje. A mi me pasa lo mismo.

3 HGE, día

...pues yo leyendo entre líneas creo entender que JAMA está algo deprimido, haciéndose a sí mismo la pregunta acostumbrada del periodista o escritor de columnas: "¿Para qué demonios me habré metido en esto? ¿Merece la pena andar todo el día a la gresca? ¿Me estoy haciendo peor persona, o un cascarrabias? ¿Tiene sentido? ¿Me reporta más beneficios -aun "espirituales"- que perjuicios?". Pues eso: que es lógico desesperar, pero yo cada vez que pienso que tal vez SEA YO el bicho raro y el metete que escribe sobre todo y critica a todo quisque, cuando a la gente la vida le va a ir más o menos igual escriba yo o no; y dudo además sobre la utilidad o bondad de mis escritos pensando en que otros lo hacen mejor o en que ya se ocuparán los "masters" (Federico, Luis Herrero o Del Pino) de controlar al Poder... pienso que los españoles vivimos en un régimen nacido el 11-M que ha buscado encubrir tanto a los terroristas de ETA como a los autores de la masacre de Madrid, y entonces me respondo a mí mismo: "No, no estoy loco. El 11-M existió en realidad, mataron a casi 200 compatriotas y dejaron heridos a más de 1.000..." Y en seguida me recompongo y trato de seguir escribiendo, porque no todo está hecho y porque cada uno debe tratar de influir en su entorno inmediato, al menos, para concienciar a la gente de la gravedad de los asuntos de nuestro tiempo -se trate de la tiranía de Cuba, del Irán nuclear, de la Separación de Poderes o de la Libertad de Prensa, de los separatistas en España o del aborto masivo,etc. Pues eso: ¡que hay seguir, eh!

4 hirvalui, día

No juegues a la mariposa. Ver "Soy leyenda".

5 Erbilyos, día

JAMA, iré directo al grano: creo que lo que tienes es una depresión. Depresión clínica, quiero decir. Lo digo en serio, habla con un psiquiatra. Por mucha literatura que hagas (y la haces muy bien, todo hay que decirlo) y mucho que quieras sublimar tu estado de ánimo, eso no cambia nada. Todo es mucho más prosaico de lo que imaginas. Una prosaica y vulgar depresión, cosa de la bioquímica cerebral, primera causa de baja laboral en el mundo desarrollado. Un abrazo.

6 martsal, día

De depresión nada, este lo que está es "engandulao" que decimos aquí en Cartagena. Si lo sabré yo , que me pasa lo mismo , muchos días abro el cuadro este para escribir algo , y después digo : "¿ pa qué ? " y vuelvo a cerrar el cuadro sin escribir nada. Por cierto me ha gustado eso del "perro chico ". Pareces cartagenero, aunque aquí digamos "perra chica " ( que eran cinco céntimos de peseta ). Un abrazo .

7 Erbilyos, día

"miedo a la vida, al miedo a todo, empezando por el miedo a mí mismo." "todo en realidad se me figura más hiriente, más amenazante, más molesto y desde luego más cercano que nunca." Eso no es estar "engandulao". Naturalmente, puede que me equivoque. Me falta mucha información, pero sería aconsejable hacérselo mirar.

8 corzo1, día

Está claro lo tuyo, Abarca: Estás hecho un cinguango. Con "Z" queda mejor. Pues te voy a decir una cosa, el otro día te escuché en el programa de PM y, gracias a ti, descubrí el motivo por el cual tus compis de LA VERDAD le están dando tanta caña al consejero Cruz. Ánimo, y a ver si mejoramos la señal de esradio.

9 martsal, día

en cartagenero es singuango . Los cartageneros finolis de hoy ya han perdido el hablar que teníamos los que pasamos de los 50 ( y de los 56). Y, bueno, puede ser que no esté engandulao. Pero hay que darle ánimos. Por cierto , ¿alguien sabe algo de la susodicha emisora en Cartagena ? De vez en cuando me sale en la radio , cuando estoy en casa tiempo suficiente , la oigo en el PC .

10 Arra, día

Ánimo. Muchos no solemos participar pero os leemos todos los días. Ya sé que es fácil estar harto. Así estamos un poco todos hartos y aburridos de esta política española. Pero si nos agotamos los animosos ¿qué harán los demás? Os necesitamos en plena forma

11 spartari, día

Desde hace varios fines de semana, cuendo vengo a Cartagena, intento oir ESRADIO por FM, en cualquiera de las frecuencias que se handicho. Y seguimos igual, nada de nada. Confío, deseo, os ruego que sigáis haciendo lo que sea posible, que no desfallezcáis, aunque no tengáis muchas ayudas. Por último, cuando funcione, supongo que dicha FM se llamará ESRADIO CARTAGENA. Lo digo porque si se quiere empezar bien y captar-fidelizar oyentes eso sería lo propio. Si se llamase ESRADIO MURCIA, mal vamos. ¿Galgos o Podencos? No lo sé, pero no nos obstinemos. Esto es lo que hay, si quieres las tomas y si no . . . también. Suerte, toma el fresco, duerme lo adecuado, date alegrías aunque no tengas ganas a veces y a por todas.

12 Schwarzw, día

Ánimo, José Antonio. Yo soy de Madrid, pero me encanta Murcia y me gusta cómo nos mantenéis informados los dos murcianos de lo que pasa por allí y de otras cosas.Todos sois necesarios en LD y en la lucha contra la opresión sociata. Tómate unas buenas vacaciones y vuelve con ánimo renovado. Te estaremos esperando. Un abrazo fuerte. Viva siempre la Libertad. Viva Murcia. Viva España.

13 peabody, día

Mira, Jose Antonio, coge un café, con azúcar, échale una yema de huevo, échale un chorro de coñá y bébetelo de un trago. Eso todas las mañanas. Verás como a los dos días se te quita la tontería. ¡ Fíjate en Federico, en Luis Herrero, en César, son mayores que tú y mira la energía que desprenden. ¡No hay que desfallecer !. Eso es lo que quieren los del 11-M y los rubalcábidos. ¡ A por ellos !

14 ongietor, día

A todos nos pasa. Hay que tener esperanza, y paciencia.

15 cuervo, día

buenas tardes en una palabra que estas acojonado,no logro comprenderte espero que escampe

16 Aguilib, día

¡…ACHO! Tu lo que tienes es “la crisis de los cuarenta” (puede empezar dos o tres años antes, o algo después) ¡Bueno! Tú espabila, que yo voy a hablar de la mía: Todo empezó con los clásicos “achaques de la edad” reuma, artrosis, dolor muscular, colesterol alto, libido… (Mira por donde, de eso estaba bien ¿seré el clásico “viejo verde”?) Y me “apalanqué” y malhumoré (Yo, que era la alegría de la huerta) ¿Y qué se le ocurrió al nene? ¡Pues, comprarse un`amoto! Y gracias a ella empecé a sentirme vivo, a percibir los olores cuando pasaba de un cultivo a otro, el del muladar de la granja de pavos, el del pinar en la sierra (con tomillo y romero), a sentir el frió con más intensidad y el alivio del cambio térmico al pasar entre los invernaderos.¡En fin! Que me hizo volver a mí orígenes juveniles, y aceptad con resignación la madurez del que ha visto al rey siendo joven, los jerséis de Marcelino Camacho, de ser fan de “aplauso” (sin poder soportar a “Leif Garret” ni a “los Pecos”), cuando me ponía pantalón de pitillo, jerséis de hilo y zapatos o botas de tacón cubano, del que ha hecho la mili obligatoria para poder contar “las batallitas”, del que ha leído al Jabato, al capitán Trueno, el TBO, mortadelo y filemón, zipi y zape, y hasta el “LILY” de su hermana y a sobrevivido para contarlo. ¡Ahora vas tú y me pones cara de cuaresma! Animo hombre ¡¡¡Animo!!!