Hércules es la segunda película dedicada al célebre personaje mitológico que nos llegará en 2014. La gran virtud de la película es, a priori, estar protagonizada por el exluchador Dwayne Johnson, el verdadero heredero del trono de Schwarzenegger y Stallone (por ser el único capaz de reírse de sí mismo) y que, pese a no tener cara de griego, se atreve a interpretar hasta tres papeles en la película, incluyendo a Zeus y Aquiles.
Hércules, pese a lo que podría pensarse, no abordará los legendarios trabajos del personaje mitológico, como tampoco hacía la reciente Hércules. El origen de la leyenda, la fracasada versión de Renny Harlin con ese actor de Crepúsculo del que hemos olvidado el nombre, sino que nos sitúa después, con el héroe trabajando como mercenario. La presente cuenta con un mayor presupuesto (aunque quién lo diría a tenor de los efectos visuales) y, desde luego, un mejor actor protagonista, aunque la presencia tras las cámaras de Brett Ratner, el hombre que a punto estuvo de cargarse la franquicia X-Men con su tercera entrega, tampoco levanta las expectativas. Menos mal que por ahí está también la rusa Irina Shayk interpretando a Megara, el interés amoroso del forzudo, demostrando el profundo amor que tiene Ratner por dirigir a sus actores.
El resto del reparto, por cierto, incluye a los estupendos Ian McShane y John Hurt, que elevarán algo el nivel de la función, y también a Joseph Fiennes, el único miembro de la familia Fiennes que ha renunciado a actuar pese a seguir trabajando ante las cámaras. La nueva Hércules está basada en un cómic de la firma Vértigo realizado por Steve Moore y Admira Wijaya, y llegará a España en septiembre, más de un mes y medio después de su estreno estadounidense. Porque a diferencia de otros, nosotros todavía no aprendemos.