Cuando el cine huele a gimnasio no lo duden, hablamos de una película de Michael Bay. El realizador de la saga Transformers, criticado a diestro y siniestro por su excesivo estilo visual, vuelve a sus orígenes y a su universo particular, si es que aquellas, al margen de su calificación apta para todos los públicos, estaban muy alejadas de ello. Me refiero más bien a su vuelta al colorido cine de acción con toques de serie negra y violencia excesiva (por no mencionar modelos recicladas en actrices), que es lo que desprende a raudales el primer tráiler de la que nos ocupa. Para quien esto escribe, para aclararnos, el verano no sería verano si no se estrena una cinta de Bay.
Lo que nos anuncia el tráiler de Pain and Gain es, paradojas tiene la vida, un regreso a los parámetros más básicos del cine de acción de la mano del mismo tipo que lo llevó al mayor exceso de efectos visuales. A las pruebas me remito: la presencia constante de sus actores -o estrellas-, en este caso Mark Wahlberg y Dwayne Johnson; un coste controlado que no llega a los treinta millones de dólares -lo que garantiza ganancias mil: tanto Bay como sus protagonistas renunciaron a sus salarios en beneficio de un porcentaje de la recaudación-; y la total y absoluta dependencia de la historia, sea cual sea ésta y pese al florido y dinámico estilo visual de su director, son las cartas de presentación de Pain & Gain, un poema de anabolizantes dedicado al sueño americano en su vertiente más choni, de la película destinada a arrasar en el extrarradio después de la saga Fast and Furious.
Pain & Gain, aunque no lo parezca, está basada en una historia real recogida porun artículo del Miami New Times, y narra la odisea de de dos culturistas que se introducen en el mundo criminal secuestrando a un millonario para obtener el conveniente rescate... y pasando a ser los más buscados de la Policía y la mafia. Todo el proyecto recuerda al cine de Jerry Bruckheimer en los noventa, productor que fue el encargado de mantener el género en funcionamiento durante toda esa década gracias a descubrimientos como el del propio Bay, que debutó en el cine con Dos Policías Rebeldes, producida por Bruckheimer. El guión de Stephen McFeely y Christopher Markus ha sido repasado y bien repasado por Scott Rosenberg, autor de Con Air y... ¡Beautiful Girls!, por lo que suponemos que tendrá... pues eso, guión. ¿Entusiasmados? Un servidor, sí.