Un osito de peluche malhablado ha dado la campanada del año en la taquilla cinematográfica americana. El personaje, salido de la mente afilada de Seth McFarlane, creador de las series de animación Padre de Familia y Padre Made in USA, y al que aporta en la versión original su propia voz, se ha alzado con el título de sleeper o éxito sorpresa del verano cinematográfico useño.
Ted, en efecto, se ha convertido en la definición casi perfecta de sorpresa. O quizá no tanto. Estrenada en plena temporada de taquillazos y efectos visuales, en una maniobra que podríamos calificar como casi suicida (pero perfectamente milimetrada) por parte de Universal, Ted se hizo en su primer fin de semana con unos extraordinarios 54,1 millones de dólares de recaudación, una apertura privilegiada para una cinta calificada "R" (Restricted) y habitualmente reservada a títulos de mayor envergadura. Después del largo fin de semana del 4 de julio, fiesta en EEUU, y pese a la competencia de The Amazing Spider-Man, el largometraje de debut del propio McFarlane lleva ya 129 millones en apenas dos semanas, conservando el número dos en el top ten, y todavía sumando dólares.
La cinta, presupuestada en apenas 50 millones (una cantidad respetable pero para nada elevada) es la historia de John Bennett, un adulto inmaduro (Mark Wahlberg, reincidiendo en la comedia tras Los otros dos) que convive con su osito de peluche, Ted, que cobró vida gracias a un deseo infantil... y que pasados treinta años no muestra ninguna intención de emanciparse de su amo. Es más, el incivilizado oso, alcohólico y adicto a las drogas blancas, parece que ha renunciado a madurar, como también lo ha hecho el propio John, que afronta un momento bisagra en su relación con Lori (Mila Kunis, también de Padre de Familia) en el que ésta le demanda más compromiso....
El éxito-no-tan-sorpresa de Ted ha pillado con el pie cambiado a casi todos. Universal Spain ha movido su estreno en España, previsto para septiembre, para este 10 de agosto, en un movimiento similar al realizado en su país de origen, donde fue adelantada quince días debido a la inesperada expectación levantada por los tráilers promocionales. Por cierto, que al igual que en otra comedia de similar perfil de Universal, Paul, en nuestro país se ha recurrido a la voz del actor Santi Millán para doblar al personaje digital.
McFarlane, de todas formas, debe estar acostumbrado a este tipo de expectación en la red: hace ahora casi diez años y tras la súbita cancelación de su show Padre de Familia, la serie regresó a la televisión gracias a las extraordinarias ventas de los DVD y la presión de los fans en la red, que obligaron a la cadena Fox a recuperar la serie y encargar nuevas temporadas, en un movimiento que ha sentado precedente. Eso ocurrió entre los años 2001 y 2004, y Padre de Familia sigue en antena.
El debut en la dirección de largometrajes de Seth McFarlane se ha convertido, gracias a su suficiente mantenimiento, en una de las principales apuestas de la temporada veraniega a nivel internacional, un éxito sorpresa al igual que lo fue La boda de mi mejor amiga el año pasado por estas mismas fechas (filme que, por cierto, fue ignorado en la taquilla española). De momento, las perspectivas no son nada malas: tras su apertura en el mercado doméstico, con cifras casi récord-el tercer mejor resultado para una comedia para mayores de 18 años, por detrás de Resacón 2, ¡Ahora en Tailandia!, con 85,9 millones de dólares y Sexo en Nueva york, con 57 millones de dólares- se ha repetido también en varios mercados extranjeros, destacando los resultados en Australia, donde ha liquidado todas las previsiones.