Tarde de perros, Serpico, Antes que el diablo sepa que has muerto... La lista de thrillers memorables facturados por Sydney Lumet, muerto hoy en Nueva York a los 86 años, es simplemente inabarcable.
Su nieta, Leslie Gimbel, dijo al NY Times que la causa de su muerte fue un linfoma.
Verdadero definidor del thriller de los setenta, ése que a base de árida y contestataria precisión disparó dardos de malestar social desde la propia industria, Lumet fue responsable de hasta 60 películas, una lista que se inició con 12 hombres sin piedad, protagonizada por Henry Fonda, su primera cinta tras iniciarse en la televisión. Después de ésta vendrían más obras maestras.
Tarde de Perros y Serpico, ambas protagonizadas por Al Pacino -en dos de los mejores papeles de su carrera-, son dos clásicos modernos del cine negro. Lumet exploró tanto el mundo policial –en cintas como Distrito 34: corrupción total- como el criminal, y en ambas lo hizo con igual sentido crítico.
Network, un mundo implacable reflexionaba sobre el atroz conflicto de intereses tras los medios de comunicación. La película obtuvo diez nominaciones a los Oscar. Lumet no ganaría ninguna estatuilla hasta el año 2005, cuando le fue concedida una a título honorífico. Su carrera también engloba thrillers judiciales tan celebrados como Veredicto final, protagonizada por Paul Newman y con guión de David Mamet.
Nacido en una familia judía de Nueva York, Lumet fue actor antes que director. Por eso ha sacado algunas de las mejores interpretaciones de las estrellas que han estado a sus órdenes. De estilo visual sobrio y pragmático, Lumet anteponía la fuerza del guión y la interpretación por encima de los demás artificios.
La carrera de Lumet, pese a irregularidades lógicas en una trayectoria de décadas, dejaría hasta el último momento películas de interés, y hasta alguna joya incontestable. Nos referimos a Antes que el diablo sepa que has muerto, que fue alabada por el dinamismo extremo de su narrativa –Lumet dirigió la película con 82 años- y está considerada como uno de los más grandes filmes norteamericanos de los últimos años.
Lumet estuvo nominado hasta en cuatro ocasiones al Óscar al mejor Director y recibió una nominación adicional al mejor Guión Adaptado. Finalmente, en 2005, la Academia de Cine de Hollywood le otorgó el Óscar Honorífico por su trayectoria.