Hoy hablamos de esos artistas que saborearon el éxito y a día de hoy… ¿Dónde andan?. En primer lugar, me viene a la cabeza Robert Matthew Van Winkle … Vale, me he pasado de listo. Quizá me entendáis mejor si os digo Vanilla Ice, el rapero blanco nacido en Dallas, que rompió las listas de éxitos en 1990 con su “Ice Ice Baby”. Mil parodias y risas surgieron a raíz del videoclip del tema y de su intento por ser una estrella del rap, pero por el camino, hizo número uno en seis países y vendió más de un millón de copias de aquel single. Un debut profesional que arrasó gracias a aquella base prestada del “Under Pressure” de Queen y David Bowie. Bueno, pues tras la conquista del mercado discográfico y del corazón de Madonna, Vanilla dejó de vender un número desorbitado de copias en sus siguientes trabajos, algo que le llevaría a la depresión y consiguiente intento de suicidio. Retirado de la vida pública, regresó con el cambio de siglo, casado y bajo otro estilo musical. Eso sí, de la mano de Ross Robinson, el padre del New Metal. Sin pena ni gloria, vive de la música y ha limpiado su imagen de “blanquito tonto” que jugaba a ser rapero.

Muchas de las canciones de los noventa, han sido himnos generacionales para quienes nacimos en los ochenta. Uno de los casos más claros es el éxito de 1993 “What´s up”, de 4 Non Blondies. Su líder, Linda Perry, saboreó el éxito con este single, pero también el fracaso posterior de la banda, lo que le llevaría con el tiempo a seguir en el mundo musical al otro lado de la barrera: La producción. Estoy seguro de que habéis escuchado más de una composición o producción suya, ya que trabaja junto a Pink, Cristina Aguilera, Gwen Stefani o Courtney Love. Historia similar a la de Gregg Alexander, antiguo líder de los New Radicals, otra banda denominada “One Hit Wonder” gracias al tema “You get what you give” a finales del 98. El éxito y la fama pudieron con su carácter tímido, cerrando filas en torno a la banda y dedicándose a producir y componer éxitos para artistas como: Ronan Keating, Santana, Texas o incluso Enrique Iglesias.

Pero como a muchos de vosotros os atrae el morbo, recordaremos la salida de Peter Green de Fleetwood Mac, quien tuvo que abandonar la banda debido a su esquizofrenia, enfermedad que acabó con su imagen, pero no con su magia. Y es que regresó a la formación para grabar “Tusk” en 1979, aunque ni eso, ni crear Peter Green Splinter Group a finales de los noventa apareciese acreditado.  Todo un genio de la guitarra, cuya enfermedad no logró apagar su alma. Por otro lado, muchos de vosotros recordaréis a Bill Berry, mítico batería y fundador de R.E.M, otro músico que no supo o simplemente no aceptó la fama y decidió retirarse a su granja de Georgia junto a su familia para cultivar heno, aunque ha aparecido en contadas ocasiones junto a sus ex compañeros, así como en otros proyectos o produciendo a otros artistas.

Pero si nos quedamos en España, uno de los casos más recientes ha sido Álex Ubago. ¿Dónde está? Tanto dar la matraca con “¿Qué pides tú?” , después de saltar a la fama de la noche a la mañana y tras diez años de carrera (en caída libre eso sí) de repente, desaparece del mapa, se casa, tiene un retoño y comienza un proyecto nuevo y diferente (o eso dice) junto a la cubana Lena Burke y el colombiano Jorge Villamizar. Él sabrá. El que sí que sabe es Tomas Tirtha Rundquist. ¿Os acordáis de “Train” de Undrop?. Pues era el que cantaba y tocaba la guitarra. Otros que gracias a una campaña publicitaria y un estribillo fácil llegaron a lo más alto de nuestras listas. Pero claro, el movimiento Hare Krishna no casaba muy bien con el éxito en la música, así que tras desaparecer una temporada y meditar, volvió con un proyecto llamado Dhira y más tarde como músico de directo o estudio de Amparanoia y Macaco.

Aunque si hay un caso que siempre me ha sorprendido, ese ha sido el de Lauryn Hill. La voz de los Fugees, icono e influencia musical del neo-soul, así como activista pro derechos humanos. Conoció en la cima del éxito a Rohan Marley, uno de los innumerables hijos de Bob Marley, se casó, tuvo cinco hijos y se dedicó a cuidarlos. Es cierto que ha tenido alguna reaparición con los Fugees y en solitario, además de actuar en galas benéficas, pero decidió abandonar su prometedora carrera musical, para cuidar de su familia. Con Lauryn cerramos este capítulo, invitándoos a buscar información sobre aquellos artistas a los que perdisteis la pista.