Menú

Manuel Cabezalí

1

Conversar con Manuel Cabezalí, líder de Havalina y productor del momento en la escena rock nacional, es una experiencia única y exquisita para todos aquellos que disfrutamos con la música. Seguramente es una de las personas con más juicio musical que he conocido en mi vida, pero con una sencillez, humildad y respeto por dicho arte, que muchas veces olvidamos desde los propios músicos, hasta los medios de comunicación. Su agenda está repleta de diversos compromisos profesionales, así que agradezco el tiempo y simpatía que nos concedió en la entrevista que os reproduzco a continuación.

D: La producción musical, así como el sonido, son profesiones totalmente vocacionales. Por el camino suelen quedarse muchos “guitar heroes” y dj´s de sesión pregrabada, al observar que este mundo tiene más estudio y dedicación de lo que en un principio se puede ver desde fuera. ¿En qué momento de tu vida sentiste que tu pasión iba por éste camino?

M: Creo que en el primer momento que agarré una guitarra en serio, cuando tenía 12 años de edad. Creo que desde ese día hasta los 18 años de edad pasé una media de 8 o 10 horas al día tocando la guitarra, ya fuera solo en casa, o en la calle con amigos. Así fue como comenzó mi periplo con la música, y a partir de ahí todas las demás cosas (hacer canciones, cantar, estudiar sonido, producir otros artistas…) han ido viniendo más o menos por sí mismas.

D: Mucha gente te reconoce a primera vista por Havalina, banda que sin duda está viviendo el momento más dulce de su carrera, pero llevas muchos años trabajando con otros artistas en el campo de la producción. ¿Cómo fueron tus primeros pasos?

M: Terminé el Ciclo formativo de grado superior en Sonido hace ahora unos 10 años. Por aquel entonces hacía ya un tiempo que venía grabándome yo mis propias demos, y hasta algún que otro aventurado LP, como el primero de Havalina Blu. A partir de entonces me dediqué durante bastantes años a grabar a grupos en su local de ensayo: me llevaba mi CPU y unos cuantos micros baratos y les grababa maquetas. Aprendí mucho de todo aquello, creo que es importante saber hacer las cosas bien con pocos medios antes de tener ya todo un estudio y un equipo a tu disposición. A día de hoy produzco los discos en un estudio muy bien montado y profesional llamado El Lado Izquierdo, regentado por una persona maravillosa llamada Dany Richter.



D: Los que llevamos un tiempo disfrutando de tu sonido, labor fundamental para una carrera profesional en la producción, ya podemos reconocer rápidamente que has trabajado en ese disco, sin tener que mirar los créditos del libreto del álbum. ¿Qué productores o músicos te influenciaron cuando decidiste dar el paso?


M:
Me gustan mucho las producciones que atacan al plano emocional del sonido, que hacen que las cosas suenen grandes y vibrantes, que intentan mantener a la canción viva más allá de la propia composición. Me gustan las producciones arriesgadas donde se toman decisiones drásticas.

Ejemplos de discos que han marcado mi gusto como productor serían Loveless de My Bloody Valentine, Exploding Head de A Place To Bury Strangers, Songs for the Deaf  de Queens of the Stone Age… y un largo etcétera, en realidad. Intento mantener mis oídos siempre abiertos y escucho con atención muchas de las cosas que llegan a mis oídos, ya sean actuales o no.


D: A los futuros músicos y productores que quieran emprender este difícil camino, ¿Qué consejo o consejos les darías?

M: A los músicos que grabo suelo insistirles mucho en el hecho de que esto que están haciendo “es sólo un disco”. Es importante restarle importancia a lo que uno está creando para hacerlo bien, perderle el respeto, disfrutar y pasarlo bien. El disco de tu vida no vas a fraguarlo a conciencia, de algún modo es algo que viene solo. Casi todos los buenos resultados en la vida vienen de un trabajo constante, pero no persiguiendo nada en concreto, simplemente disfrutando del proceso.


D: Tengo una banda y quiero contar contigo en la producción. ¿Qué paso previo toma Manuel Cabezalí cuando acepta un encargo?

M:Primero escucho las demos de la banda (o similar) y en este punto es imprescindible que la banda me diga algo, que me inspire, y por otra parte que yo sienta que puedo aportar algo interesante al proyecto, que me surjan ideas cuando los escucho, que se despierten mis ganas de hacer ese disco. Si esto no sucede, es mejor que ciertos trabajos los produzca otro; es mejor para el artista y mejor para mí.

Tras este primer paso inicial, suelo reunirme con la banda para saber exactamente qué es lo que están buscando, y diseñar con ellos un plan de trabajo que se ajuste al resultado que queremos conseguir y también al presupuesto del que ellos dispongan.

D: Casi siempre se entra en el estudio con todo preparado, con las ideas muy claras. Pero en ciertos trabajos hay que cambiar el “chip” porque no está funcionando como esperabas ¿Cómo afrontas la situación?


M:
Intento afrontarlo con positividad, siempre. No cuesta tanto repetir esta toma o regrabar aquella voz. En realidad, este ejemplo concreto que dices no es algo que suela pasar a menudo, de hecho me cuesta recordar una ocasión en la que haya sido tan evidente.

Si te diré que en general, el “chip” de cómo debería funcionar un disco, es algo que se va formando en mi cabeza durante todo el proceso de producción, y que normalmente durante la grabación sigo estando abierto a nuevos enfoques. Y que a medida que voy haciendo más discos, cada vez se me da mejor no ser demasiado rígido con lo que pienso, pero a la vez saber tomar decisiones de forma contundente.



D: Me encanta el papel que juegan las guitarras en tus producciones, ¿Hay alguna combinación que consideres maestra para tus necesidades técnicas? Y si es así ¿La revelarías?

M: Cuando hago discos de rock con guitarras distorsionadas, me gusta utilizar la distorsión que produce un RAT original de los años 80. Pero también he hecho muchas grabaciones donde ese pedal no estaba, y también quedaron bien. Realmente no creo que haya ninguna combinación técnica que sea imprescindible, sino más bien un concepto claro en tu cabeza del sonido que debería llevar una guitarra para funcionar bien dentro de una mezcla.


D: En Cara B solemos traer a artistas al estudio en la madrugada del jueves para que nos presenten su último disco, de hecho has venido en dos ocasiones. Dos de nuestros últimos invitados han sido Rufus T. Firefly y Pasajero, bandas que has producido y que nos resaltan el papel tan importante que has jugado en sus trabajos, ya no sólo en el sonido, sino como apoyo y aportando consejos valiosísimos. ¿Hasta qué punto es trascendental el rol de psicólogo que juega un productor?


M:
Creo que muchísimo, y creo que a día de hoy es, de hecho, lo que me está dando mejores resultados y está llenando mi agenda de producciones. Mi gran amigo Alex Ferreira suele decir que un productor tiene tres facetas: la de técnico de sonido, la de músico y la de psicólogo. Y creo que en muchos casos esta última viene siendo la más importante, porque es la que muchas veces determina el clima de cada grabación.

No me considero un gran técnico de sonido, ni un gran músico más allá de tocar la guitarra, y sin embargo, sí me doy cuenta de que en todas las grabaciones de mis producciones en los últimos años, ha reinado un clima de tranquilidad y disfrute que ha propiciado que se hagan muy buenos discos. Es importante no tener un ego potente, mantener el buen talante, y saber escuchar y ser flexible, y esto creo que es algo que Dany Richter y yo sabemos hacer bien a día de hoy.


D: ¿Podrías avanzar en qué proyectos vas a estar trabajando en los próximos meses?


M:
Ahora mismo acabo de terminar la producción del nuevo EP de un grupo de shoegaze de Madrid, llamado Berlina. También estoy produciendo el que será el segundo LP del dúo de rock madrileño His Majesty the King. Tras eso, voy a grabar varias canciones que completarán el LP debut de Habitante. Y después vienen Pequeña Piltrafas, y alguno que otro más. Tengo la agenda bastante completa, la verdad.


D:
Y nos alegramos de ello ¿Qué banda te gustaría producir algún día? Aunque pudiese parecer utópico en un principio.


M:
Creo que sería bonito producir un disco de Maga. Porque soy muy fan de su música y de sus personas. Aun así, mantengo la firme teoría de que es el artista el que elige al productor y no el productor al que elige al artista, al menos en mi caso.




D: ¿Qué disco nacional e internacional recomendarías por su producción?


M:
Nacional, Tinieblas por fin de The New Raemon. Sobre todo por sus arreglos, y por las canciones, claro está. Internacional, Steeple de Wolf People.


D: Hablando de Havalina, ¿Cómo está funcionando la gira de H?, ¿Qué próximas fechas tenéis por delante?


M:
Está funcionando realmente bien. Más gente que nunca en los bolos. Tenemos bastantes fechas por delante: Burgos, Donosti, Pamplona, Let’s Festival, Polifonik Sound, Sonorama, Arenal Sound… y más que tenemos que confirmar aún. Está siendo un año muy bueno para Havalina y toca aprovecharlo al máximo.


D: Manuel, muchísimas gracias por compartir con nosotros y los lectores estos minutos  y te deseamos la mayor de las suertes en el camino. Ya sabes que puedes contar con Blog n´ Rolla y Cara B para lo que necesites y espero que nos veamos pronto. Un abrazo.


M:
¡Gracias a vosotros!

Herramientas

1
comentarios
1 Ortega y Punset, día

Entrevista muy interesante, como lo es también la aportación de Cabezalí al panorama musical actual. Como decís vosotros, el Josh Homme español.