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Verstappen, el último rey de Malasia

El veterano circuito de Malasia se ha despedido de la Fórmula 1 viendo triunfar al futuro de este deporte. Con veinte años recién cumplidos Max Verstappen ha conseguido la segunda victoria del año para Red Bull y ha entrado en la historia de la F1 como el último ganador de uno de los trazados más exigentes para los coches y sus pilotos. La humedad asfixiante, la velocidad extrema de sus rectas son ya un recuerdo en la retina y él el holandés valiente, talentoso y a veces inconsciente ha grabado su nombre con letras de oro.

Los adjetivos que le regalo al hombre de Red Bull suelen ser coincidentes en aquellos pilotos que van más allá, que tienen capacidad y mimbres para optar a todo y son todavía demasiado jóvenes. Max ya ha llegado, me refiero a que ya ha liderado una carrera y la ha ganado, ahora queda saber cuándo volverá a llegar, pero ya para no marcharse de esa primera posición. En mi opinión es cuestión de tiempo aunque mucho ojo con las decisiones y las compañías con las que uno decide hacer carrera, porque a veces son más importantes que la carrera misma.

El gran premio del domingo en Sepang fue para Verstappen una carrera de orgullo hecha desde dentro y lo demostró nada más apagarse el semáforo en rojo, sólo hicieron falta unos metros para que el piloto de Reb Bull se pusiera al frente de la carrera. El propio Cristian Horner se lo reconoció a su pupilo, "la carrera la has ganado sólo tú, y nada más que tú desde el principio".

Da gusto ver a estos chavales venir desde atrás con esa fuerza y sobre todo con ese talento. Ahora sólo queda templar los nervios y el carácter, aunque siendo sinceros a quien pese a ser ya veterano no ha aprendido a hacerlo. Sí, me refiero a Sebastian Vettel que sigue pensando que es el único que está en pista, que es el único que tiene razón cuando aparecen las dudas, los accidentes, las maniobras dudosas. Es como si hubiera nacido un rey al que hay que rendirle pleitesía, un rey que se cree que cuando él mete el coche los demás deben apartarse a modo de reverencia. El colmo de este comportamiento lo vimos después de que el piloto alemán cruzara la línea de meta, en la vuelta que les lleva a los garajes, cuando metió el coche en una curva en la que ya estaba otro piloto, Lance Stroll quien además de la sorpresa y el susto se vio increpado por el alemán por no apartarse. Yo me pregunto, ¿no pudo abrirse él ya que venía desde atrás? ¿No había pista suficiente y no es entendible, por otro lado, que el piloto de Williams no se lo esperara ya que ya había terminado la carrera?

En fin, o mucho me equivoco o esta no será la última vez que escriba sobre los aires de Sebastian Vettel, espero que pilotos como Verstappen en pleno aprendizaje de todo no copie lo malo y siga haciendo lo bueno.

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