Radiante, cómo hace tiempo que no le veíamos. Valentino Rossi lo tuvo claro desde el sábado, cuando marcó la pole, tenía que ganar en casa de los españoles y sobre todo tras el anuncio de Lorenzo de su fichaje por Ducati. Había que reivindicar ese número uno que Lin Jarvis ya le dijo al mallorquín no le podía dar. El piloto italiano, el mayor y mejor estratega del paddock, sabía que tenía que marcar las distancias enseñarle a Yamaha por quien apostar en caso de problemas o de estrategias de equipo. Hacia mucho tiempo que no veíamos a un Valentino Rossi tan superior a sus dos principales rivales, Marc Márquez y Jorge Lorenzo. Desde el principio y hasta el final, no dio opción y tiró como si se jugase el Mundial, como si fuera su última carrera. Este domingo en Jerez parecía que no habían pasado los años y el mejor Valentino revivía en uno de sus circuitos fetiche.

La Honda de Márquez tuvo que rendirse antes, sólo Lorenzo pudo inquietar en algún momento al piloto italiano, que controló el ritmo y la distancia con sus perseguidores en todo momento. Aún así sigue tercero en la clasificación por pilotos, pero sin duda la victoria de este domingo ha sido un aviso a navegantes y a Yamaha.

Si este Valentino se vuelve a reivindicar en los siguiente grandes premios como ha hecho en el circuito gaditano el espectáculo está asegurado, podríamos estar ante el mejor Mundial de todos los tiempos, Rossi con siete títulos en la categoría reina, por tres de Lorenzo y dos más de Márquez y todos con ganas de ser el mejor en cada carrera y sobre todo al final de la temporada. Ninguna moto está exenta de problemas, de falta de adaptación a los neumáticos Michelín lo que iguala más si cabe el campeonato, cada punto será crucial y el que más irregular será el que quedará fuera de la batalla por la madre de todos los mundiales. ¡A disfrutar!