La pregunta completa sería: ¿qué ha cambiado en Ferrari y dónde han fallado el resto de escuderías? Es indudable que desde el garaje de Maranello han trabajo y lo han hecho bien, aunque lo cierto es que ni ellos mismos confiaban en la evolución presentada en Montmeló y con la que Fernando Alonso se ha colocado colíder del Mundial junto al vigente campeón, Sebastian Vettel.

Eso, o han jugado al despiste. El propio piloto ovetense aseguraba, unas horas antes de que comenzaran los entrenamientos del Gran Premio de España, que el equipo no había conseguido terminar todas las piezas nuevas previstas para Montmeló, pero que en todo caso esperaban una ligera mejoría respecto a Bahrein. Sea como fuere, parece que la clave del avance de Ferrari está en un sistema creado en 1910 por un ingeniero llamado Henri Coanda.

Este ciudadano rumano trabajó en el principio que lleva su nombre y que se basa en que una corriente de fluido tiende a ser atraída por una superficie aledaña a su trayectoria. Lo que ha hecho Ferrari es adaptar este principio científico a sus necesidades. No son los primeros en hacerlo. Sauber ya lo probó, y con éxito, pero desde la escudería del Cavallino Rampante han elaborado su propia interpretación del fenómeno Coanda.

Han estrechado la parte trasera del coche, incluidos los pontones, que se han estilizado para que el aire fluya mejor, basándose en el principio ya descrito y logrando más agarre en las curvas. A esta innovación, que en el fondo no es tan innovadora, se han añadido modificaciones tanto en el alerón trasero, que ahora luce una hendidura por donde fluye el aire, y también en el alerón delantero, con dos nuevos deflectores que redirigen el flujo de aire hacia los pontones.

La aerodinámica había sido el punto débil de la escudería italiana, por eso han reforzado estos avances con una nueva orientación de los escapes, hacia atrás, añadiendo dos hendiduras para redirigir el aire hacia el difusor, aderezado todo con un suelo nuevo. Muchos cambios que parecen haber dado al F2012 ese medio segundo que necesitaba para poder competir de tú a tú con el resto de escuderías. Pero no creo que todo el mérito de lo ocurrido el domingo haya sido sólo de Ferrari. La extrema igualdad entre los equipos hace que los supuestamente favoritos juntos al equipo italiano, es decir Red Bull y McLaren, tengan más adversarios por el medio.

No calificar bien el sábado te condena a luchar cuerpo a cuerpo en la pista con coches muy parejos. Además, la alta degradación de los nuevos compuestos Pirelli ha hecho que el equipo y el planteamiento de la estrategia sean fundamentales para subir al podio. Ya no vale sólo con ser el más rápido, también hay que ser el más listo. Hay que cambiar neumáticos en el momento óptimo, ese en el que las gomas empiezan a perder su grip, y hacerlo de tal manera que cuando el piloto vuelva a pista lo haga con el mínimo tráfico posible para optimizar el cambio. Las variables crecen y con ellas las posibilidades para todos.

Por último, se esperaba más tanto de Lotus como de McLaren, que estrenaron novedades en el morro que no funcionaron todo lo bien que esperaban ambos equipos. De todos modos, en Montmeló las cosas hubieran sido distintas con Hamilton en la primera línea. Posición que hubiera sido difícil que perdiera con lo complicado que es adelantar en la pista catalana. Esperemos que el avance de Ferrari no sea flor de un día, pero tal y como se presenta el campeonato, con los equipos tan cerca unos de otros, cualquier mejoría supone despegarse del resto significativamente.