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Márquez, una bestia con ocho Mundiales y la historia por delante

Marc Márquez ha conseguido su octavo título Mundial en Tailandia cuatro carreras antes de que termine el campeonato, con más de cien puntos de diferencia respecto al segundo clasificado, ¡ una auténtica barbaridad! Toda una leyenda viva al que todavía le queda mucha historia que construir y que podría convertirse en muy poco en el piloto más grande de toda la historia de este deporte. No es una quimera si tenemos en cuenta que desde que Marc Márquez ganó su primer título Mundial en 2010 en 125 cc ha conseguido 8 mundiales, sólo ha fallado en dos años, el que no consiguió en su primer año de Moto2 por culpa de una caída que casi le obliga a retirarse de las carreras y el Mundial de la famosa patada de Rossi que al final se anotó Jorge Lorenzo; el resto de los año siempre ha festejado su título y desde hace cuatro no hay quien le bata en MotoGp. Es el mejor, Márquez siempre está ahí, cuando el fuerte era Valentino, cuando el adversario era Lorenzo, luego con Dovizioso y este año con casi todos a la vez. Lo mejor de Marc, que da igual la moto que su valor es él. Cuando ningún otro piloto de Honda consigue resultados aceptables él hace suya la mecánica y la aerodinámica a su favor para ganar. Marc pone en valor al piloto en detrimento de la máquina y eso habla de la categoría y de lo excepcional de este deportista hecho bestia y con una ambición sin límite, por eso es lo que es y consigue lo que consigue.

Sin miedo, sólo con el objetivo de ganar y desterrando el conformismo esta es la fórmula mágica de una portento que todos los expertos equiparan a los grandes de la historia de este deporte como Doohan, Valentino, Giacomo Agostini, Ángel Nieto. Sinceramente creo que Marc puede superarles a todos ellos, su forma de transformar la conducción, aprovechando todo el cuerpo hasta los codos, su inagotable motivación en cada carrera incluso en cada curva, porque nunca en suficiente para Marc. Y por si fuera poco, y seguro que pocos lo recuerdan, Marc arrancó el año lesionado, fruto de una operación de hombro que mermó su pretemporada y el arranque del campeonato, pero no hay reto que Marc no se eche a la espalda y no lo supere. Gracias Marc por estos años, ocho títulos, casi diez años de puro espectáculo y lo que queda por venir. Espero que seamos conscientes, como nos pasa con Nadal en el tenis o Gasol en el baloncesto, de que estamos ante un deportista que tardará en reeditarse en el futuro al menos en este deporte y además ES ESPAÑOL.

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