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Márquez, campeón por sorpresa en Japón

Desde hacía hacia ya unas carreras que la irregularidad de las Yamahas había puesto en bandeja el título Mundial a Marc Márquez pero nadie pensaba que los dos pilotos del triple diapasón adelantarán tanto el alirón del ilerdense. Sendos fallos de Valentino primero y Lorenzo después han permitido que Márquez haya ganado el título que confirma su madurez y además lo ha logrado en Japón, la casa de Honda.

Pese a que Honda comenzó el campeonato con una moto menos competitiva que la Yamaha, Márquez ha sabido apretar los dientes y esperar consiguiendo siempre en cada gran premio el mejor resultado dentro de las posibilidades de su moto. El ya triple campeón del Mundo de MotoGp ha aprendido a esperar, a no ganar siempre y usar la calculadora para suplir con paciencia las limitaciones mecánicas, que al final no han sido un obstáculo.

Es cierto que ni Rossi ni Lorenzo han tenido su mejor año; Lorenzo casi se sentenció al anunciar su marcha a Ducati, después vino la lluvia quien echó por tierra cualquier posibilidad del mallorquín, quien ha estado algo perdido y sin demasiados apoyos dentro del equipo. Lo de Valentino ha sido diferente porque el italiano parecía en mejores condiciones para disputar el título pero también falló.

Brillante, grande ha sido la temporada de Márquez sabiendo esperar, respirando cada domingo. Todo después de una temporada, la del año pasado, que le colocó en el centro de la polémica tras su enfrentamiento con Rossi fuera y dentro de la pista.

La presión, la pérdida de respaldo de una gran parte de la afición que se decantó por Rossi hizo que Márquez perdiera esa sonrisa, el brillo en sus ojos que tanto le ha caracterizado siempre. Pero Márquez ha vuelto y lo ha hecho en una versión que no habíamos visto y que refleja la madurez de campeón que es. No es de extrañar que el ilerdense haya asegurado que este título tiene “un regustillo especial”.

Un título que se esperaba para Australia, porque la carambola era complicada en Japón, Lorenzo debía quedar fuera del podio y Rossi de decimoquinto para abajo. Un imposible que de nuevo la irregularidad de los pilotos de Yamaha ha hecho posible. Quizás sea este final, el desenlace más gráfico de lo que ha sido este Mundial 2016.

Bravo por Márquez y por los nuestros, los españoles, que un año más han hecho que nuestra bandera ondeé en lo más alto del motociclismo mundial. Felicidades Márquez.

 

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