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Marc Márquez: del cielo al infierno en 20 vueltas

Salía tercero pero enseguida se puso en cabeza, volviendo a a dejar atrás a las Yamaha. A las pocas vueltas, Marc Márquez se saca un milagro de su rodilla y salva una caída segura, recto por la grava y vuelta a empezar pero desde atrás. Tocaba remontar. Y fue en la remontada en la que el vigente campeón del mundo demuestra por qué es diferente, por qué está por encima de los demás.

Su facilidad para adelantar, el cómo prepara cada adelantamiento y la capacidad de concentración, de hambre, le colocó en poco menos de 20 vueltas del decimosexto al tercero. Y cuando la faena está a punto para las dos orejas y el rabo, un gas abierto demasiado pronto hace que la moto le escupa por arriba, y cuando te escupen… la caída es una lotería. Esta vez no hubo suerte, pues la moto le golpea y le rompe: fractura completa del húmero con desplazamiento y posible afectación en el nervio radial.

Márquez no solo marca un cero en la primera carrera de la temporada, se deja un Mundial en la puzolana y quién sabe si algo más. El lunes será operado de urgencia y será entonces cuando los médicos determinen cómo será la recuperación y cuánto le llevará al campeonísimo volver a las pistas. Parece evidente que el 93 se perderá la segunda carrera que también se disputará en el trazado gaditano el próximo fin de semana, y dos carreras en un Mundial de apenas 14 es un mundo.

En un solo gran premio hemos visto al mejor Márquez, y también su peor versión, esa que le lleva a ansiar tanto la victoria que sobrepasa el límite físico de su moto y termina en el suelo. Pero cuántos aficionados no habrán recordado aquella remontada de Estoril, en 125cc, cuando una caída en la vuelta de formación le obliga a salir desde el pit lane y termina ganando y enseñando al mundo de las motos lo que estaba por llegar.

Sin Márquez en carrera ha llegado el turno de los demás, es el momento, es su oportunidad. Las Yamaha, con Quartararo a la cabeza, y las Ducati librarán una batalla sin cuartel antes de que el rey vuelva, y esperemos que lo haga pronto y en las mejores condiciones, pero hay que ser realistas por la lesión es muy fea, sobre todo por la afección en los nervios. Confiemos en que Márquez, gracias a ese hambre de victoria, de gasolina, de velocidad, pueda volver a su máximo nivel como lo hizo cuando en su época de Moto2 una caída casi le deja fuera de la competición.

Es pronto, no hay que precipitarse, pero lo cierto es que Márquez lo tiene muy difícil para igualar a Valentino Rossi y ganar su noveno Mundial. Y llegó también el momento que muchos habíamos predicho: sin Márquez, Honda no tiene moto ni piloto que la lleve a la victoria.

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