La lluvia ha marcado el devenir del Gran Premio de Francia. A pesar de que los españoles copaban la pole en las tres categorías, sólo dos, y no precisamente los de la pole –Alberto Moncayo y Jorge Lorenzo– lograron subir al podio. El mallorquín, además, en primera posición.

Lorenzo fue el más valiente y tiró desde las primeras curvas abriendo un hueco lo suficientemente infranqueable como para navegar en solitario y sin presión de los adversarios. Tanto que entró con casi diez segundos de ventaja respecto al segundo, Valentino Rossi.

Sí, han leído bien: Valentino Rossi segundo. El piloto italiano se ha reencontrado con el podio, un año después, porque precisamente fue en Le Mans la temporada pasada la última vez que Il Dottore visitó el cajón. Segunda posición que Rossi se ganó a pulso en carrera. Primero luchó con las dos Yamaha satélite del equipo Tech3 y después plantó cara al vigente campeón del mundo, Casey Stoner.

¡Y qué lucha, qué cuatro últimas vueltas! Pasadas y repasadas en una pista que más parecía de patinaje sobre hielo que de velocidad. Rossi echó mano de su pilotaje e hizo que el piloto australiano claudicara y no arriesgara más de lo necesario. Siempre es mejor darse por vencido que llevarte un cero a casa.

Pero la lucha en Le Mans ha demostrado cuánto echamos de menos a Valentino en la pelea por las primeras posiciones, y que a pesar de los problemas que atesora con la Desmosedici, el nueve veces campeón del mundo sigue siendo uno de los mejores de todos los tiempos. Esperemos que la segunda posición le dé el suficiente aliento a Ducati para no cejar en el empeño de hacer de esta moto una máquina ganadora, como ya lo fue en 2007 con Stoner.

Precisamente el australiano defendió con uñas y dientes las segunda posición, pero lo cierto es que se le vio un poco cansado a final de carrera. Cuando parecía que podía dar caza a Lorenzo, empezó a perder ritmo y a dejarse demasiadas décimas por el camino. Aún así, no ha perdido demasiados puntos con el nuevo líder del campeonato, Jorge Lorenzo.

Más discreta fue esta vez la actuación de Dani Pedrosa, que no quiso arriesgar a sabiendas de cómo le afectan las caídas. El de Castellar del Vallés fue cuarto y esperó detrás sin meterse en demasiados líos. Lo cierto es que no le fue demasiado mal, pues se colocó cuarto tras las caídas de Crutchlow y Dovizioso. Demasiado para tanto conservadurismo.

En cuanto al resto de categorías, la lluvia deslució mucho las carreras. La de Moto3 fue más una prueba de resistencia que de velocidad. Louis Rossi hizo de profeta en su tierra y consiguió la primera victoria de su carrera deportiva en casa. Segundo ha sido Moncayo, que supo aguantar encima de la moto mientras veía como el resto de adversarios –Oliveira, Faubel, Maverick Viñales...– iban cayendo al suelo inevitablemente, y tercero ha acabado el inglés Rins. Tan importante es puntuar en esta categoría que la victoria del piloto francés le supone ponerse líder del Mundial.

Y el que también se ha estrenado en estos lares ha sido Pol Espargaró. La sexta posición del catalán fue suficiente para ponerse al frente de campeonato, después de la caída de Márquez, que ahora es segundo, cuando luchaba por las primeras posiciones. Luthi ha sido esta vez el vencedor, le siguió Corsi y cerró el podio el inglés Redding.

En definitiva, un día muy complicado para unos y de reencuentros y alegrías para otros. Como dice el refrán, "nunca llueve a gusto de todos".