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Loeb, el más grande de todos los tiempos

Resulta muy difícil escribir sobre alguien afirmando que es el mejor piloto de rally de todos los tiempos, en especial cuando sigue en activo y en posición de seguir agrandando su enorme figura. También resulta difícil decirlo cuando en dicha categoría hemos tenido a verdaderas figuras: Colin McRae, Tommi Makinen, Carlos Sainz, Juha Kankkunen y muchos más. Pero los números son los números y es de justicia aceptarlo.
 
Hace tiempo que tengo pendiente un post sobre Sébastien Loeb pero quise esperar hasta que se confirmara su quinto mundial consecutivo. Esa es la única razón. No existe ningún tufo antifrancés en este blog, ni muchísimo menos, tal y como alguno de los comentarios lo sugirió en algún momento. Nada más lejos de una afirmación tan equivocada. Aquí se habla de motor, de deporte y de tecnología.
 
No hay duda de que Loeb ya forma parte de la increíble historia del Rally Mundial. Él y Daniel Elena, claro está (los copilotos, esos grandes olvidados). Este ex gimnasta (cuatro veces campeón de Alsacia) comenzó a forjarse como piloto en 1995 (ya con 21 años) y poco a poco fue cosechando experiencia de una manera tan rápida que sólo pilotos con enormes aptitudes pueden hacer. A partir de ahí, los éxitos regionales comenzaron a llegar hasta lograr triunfos importantes como el trofeo Citroën Kit Car en 1999 y el campeonato de Francia en tierra un año después. De hecho, 2000 fue el único año en que participó durante algunos rallys con un coche que no fuera Citroën: un Toyota Corolla WRC. En 2001 participó en un rally del Mundial: en Sanremo demostró de lo que estaba hecho y sobre el asfalto puso en grandes aprietos a Gilles Panizzi (Peugeot 206 WRC), a la postre ganador de la prueba.
 
Las cosas serias comenzaron en 2002 aunque Citroën no tenía el "paquete" adecuado para hacerlo durante todo el año. Ya en el primer rally de la temporada Loeb demostró que estaba para cosas mayores y fue segundo (detrás de Makinen) por una polémica sanción después de terminar la última especial como líder. Su casilla de victorias se inauguró en el Rally de Alemania de aquel año. También con el Citroën Xsasa WRC, aunque esta vez en el equipo oficial, en 2003 Loeb ya era una de las estrellas y perdió el Mundial en la última prueba ante un también enorme Petter Solberg (Subaru Impreza WRC).
 
A partir de 2004 el dominio de Loeb/Elena y Citroën fue casi insultante. Ganó seis rallys y fue segundo en el mismo número de pruebas, anotándose su primer mundial sin apenas rivales serios. En 2005 repitió ganando 10 pruebas (incluidas seis victorias consecutivas). Las crónicas de este mundial cuentan cómo Loeb decidió cometer un error voluntario que le costó dos minutos de penalización para evitar proclamarse campeón en el Rally de Gran Bretaña como respeto a Michael Park, copiloto de Markko Martín, que falleció tras un violento accidente. Repasar los siguientes tres campeonatos sería volver a demostrar su enorme superioridad sobre los demás pilotos, incapaces de frenar el increíble talento de este joven francés.
 
Sébastien Loeb tiene aún varios años para estar en lo más alto del Mundial de Rally, y no hay duda de que pasarán muchos años antes de que otro piloto logre eclipsar lo que ha logrado hasta este momento. Tenemos aquí a uno de los grandes de la historia del automovilismo mundial.

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