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La Conquista de Aragón hace grande al motociclismo español

Podio español en el GP de Aragón de MotoGP.
Podio español en el GP de Aragón de MotoGP. | EFE

No todo falla, no todo parece ir mal, en el motociclismo. España sigue siendo la referencia, pero para bien, en positivo. Este domingo en tierras de Teruel nuestros pilotos han conseguido el vigésimo segundo triplete de la historia en la categoría reina, la victoria en Moto3 y el liderato en esta categoría, podio en Moto2 y el liderato en la categoría en MotoGP.

Un auténtico festival que los españoles sólo hemos podido disfrutar desde la distancia, ni un aplauso, ni una traca, nadie en el gradas ni las pelusse para ver cómo una nueva generación toma el relevo de pilotos tan grandes como Álex Crivillé, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo e incluso el lesionado Marc Márquez, que a su vuelta le habrán crecido los adversarios. El positivo de Valentino Rossi, los problemas en Ducati y las caídas de Quartararo, unidos a la regularidad y el buen hacer de los pilotos españoles, dejan abiertas las opciones al título en las tres categorías; Arenas en Moto3, Martín en Moto2 y Mir y Viñales en MotoGP.

Si he de apostar por alguien o tengo que tomar partido por algún piloto para que se proclame campeón del mundo, apuesto por Joan Mir. El piloto mallorquín me recuerda a Jorge Lorenzo, por su pilotaje y por su forma de hacer correr la moto en las curvas, pero con un aliciente: es cauto y extremadamente estratega. Un diamante en bruto, que acaba de desbancar al nuevo niño mimado de las motos, Fabio Quartararo, y que además tiene el aliciente de correr con una moto que no era la favorita, la Suzuki. Es su segundo año en la categoría reina y ya es el candidato.

Pese a mis preferencias no quiero desmerecer ni a Alex Rins, que por fin pudo terminar una carrera cuando la lideraba y pudo demostrar que puede ser un piloto solvente a la altura de los mejores, ni puedo dejar de alegrarme por Álex Márquez, que por segundo gran premio consecutivo ha conseguido subir al podio y ha olido la victoria de muy cerca, después de mucho sufrir con una Honda a la que parece que ha aprendido a entender.

La verdad es que es un alivio, una bocanada de aire fresco ver a estos chavales trabajar, luchar y vencer en momentos difíciles para todos y en momentos de grandes incertidumbres. El motociclismo es una constante, es una de esas cosas que nunca fallan. No fallan nuestros pilotos, pero tampoco lo hacen todos los profesionales que están detrás. Con especial mención a Dorna, la empresa encargada de organizar el Mundial, que está demostrando su profesionalidad en la gestión de grandes eventos en momentos de crisis. A veces parece mentira lo bien que lo hacemos en muchos ámbitos de dirección y gestión de empresas y en liderazgo de equipos, y tan mal en las sedes del pueblo y la democracia. Sigamos, pues, disfrutando de las motos en nuestra tierra y gracias a los nuestros pilotos.

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