Llega tarde la primera victoria de Hamilton esta temporada, la pregunta ahora es si no será demasiado tarde para seguir vivo en el Mundial. La victoria del inglés en Mónaco unida a la séptima posición de su compañero Nico Rosberg le han permitido a Hamilton recortar un gran puñado de puntos que le han dejado a menos de una carrera del alemán, a 24 puntos.

Será difícil que el inglés recupere el liderato, que no dejó el año pasado, si Rosberg no vuelve a fallar, pero todavía queda más de la mitad de la temporada para que la suerte cambie de bando. El Mercedes de Hamilton es rival para el de Rosberg y viceversa, pero Hamilton no creo que sea rival para su compañero. Tres veces campeón del mundo, una de las trazadas más limpias y rápidas y qué decir de las frenadas controladas de Lewis que tanto han dado que hablar y que tan buenos resultados le han dado al inglés.

De una forma u otra es positivo para la F1 que al menos haya dos pilotos que se diputen el título, mientras que los demás se pegan por recoger las migajas. Y este domingo entre los que estaban a ver que caía estaba Fernando Alonso, más cerca que nunca del podio y con opciones de luchar o al menos no perder de vista a los pilotos de cabeza. Es verdad que en McLaren se esperaban estar entre los diez primeros en el circuito monegasco y las bajas de Raikkonen y Verstappen junto con los fallos en el pit de Carlos Sainz han permitido que las expectativas por una vez no sólo se hayan cumplido sino que se han superado.

Lo bueno sería volver a firmar este mismo resultado dentro de quince días en Canadá, en un circuito de mayor carga aerodinámica y donde se ve la calidad y la potencia del motor, principal tendón de Aquiles del coche de Alonso. Precisamente Honda ha asegurado que habrá novedades en el circuito de Gilles Villeneuve en este sentido, pero hacer quinto esta fuera de todos los pronósticos incluso del propio equipo anglo- japonés, cansado de esperar grandes logros y obtener objetivo muy modestos. Hace unos días McLaren cumplió medio siglo en la F1 donde todavía es una de las escuderías más laureadas. El espíritu de esos cincuenta años es el que debe llevar a la marca de nuevo a donde le corresponde y quien mejor que Fernando Alonso para hacerlo.