Parece que las vacaciones de verano no les han sentado nada bien a nuestros pilotos.

La mañana de carreras comenzaba con el abandono de Nico Terol cuando lideraba la carrera de octavo de litro, lo que le ha complicado y mucho al valenciano la lucha por el mundial. El francés Zarco e incluso el español Maverick Viñales se acercan peligrosamente al liderato del de Aprilia cuyo único objetivo es proclamarse campeón del mundo antes de subir a Moto2 el próximo año.

Cruz para Terol y cara para un novato en esto de subir al podio. Alberto Moncayo consiguió en el circuito checo el primer podio de su carrera al cruzar tercero la línea de meta por delante de los también españoles Faubel, Gadea y Viñales que fueron cuarto, quinto y sexto, respectivamente.

En Moto2 las cosas fueron mejor. Marc Márquez se comportó como lo que es, un gran campeón y quizás el mejor piloto que nuestro país tiene en este momento en pista. La segunda posición conseguida en el Gran Premio de la República Checa no hace justicia con el comportamiento del catalán en carrera. Varios adelantamientos en pista por fuera y por dentro tanto al ganador de la prueba, el italiano Iannone, como al líder del mundial y tercero en Brno, Bradl, demostraron una vez más la calidad de Márquez que sigue enganchado a la lucha por el título. Calidad de Marc que podría valerle un hueco entre los mejores el próximo año en Moto GP.

Y ha sido precisamente en la categoría reina donde las aspiraciones españolas, con Dani Pedrosa saliendo desde la pole y Lorenzo segundo, se han desinflado según se consumían las vueltas de la carrera. Un espectacular primer giro del vigente campeón del mundo no ha evitado que Casey Stoner exprimiera su Honda para ponerse líder de la prueba y escaparse en solitario en busca de una victoria crucial para sus aspiraciones al título.

El primer varapalo llegaba con la caída de Dani, una más. El de Castellar del Vallés que estaba llamado a ser en lo que resta de campeonato el gran aliado de Jorge Lorenzo en la lucha particular del mallorquín con Stoner, sólo aguantó en pista dos vueltas. Dani parece padecer alguna maldición o mal de ojo, porque no es normal el número de caídas que atesora el piloto de Honda y cuántas veces éstas le han privado de luchar por conseguir su primero título en Moto GP. Lo único bueno, por decir algo, es que esta vez Dani salió de una pieza de la caída y ni sus tobillos, ni sus muñecas, ni sus clavículas salieron malheridas.

Malherido, pero en su honor, seguro que quedó Jorge Lorenzo que, bien por falta de rendimiento de su Yamaha o por un error en la elección del neumático, no pudo con las motos del ala dorada y terminó cuarto por detrás de Stoner, Dovizioso y Simocelli. Una posición insuficiente si tenemos en cuenta que el mallorquín volvía de las vacaciones con la intención de recortar el máximo de puntos posibles a Stoner y se han encontrado que el australiano ha ampliado la ventaja a más de treinta puntos.

Si bien es cierto que todavía quedan unos doscientos puntos en juego la batalla por el Mundial se complica demasiado y si el australiano sigue igual de sólido que hasta ahora parece que nadie podrá evitar que se convierta en el último campeón del mundo de las 800cc. Si echamos un vistazo a los números de Casey, el australiano se ha subido al podio en todas las carreras excepto en Jerez, donde Valentino Rossi se lo llevó puesto en una frenada.

Lorenzo deberá sacar lo mejor de sí mismo si quiere convertirse en bicampeón y aún así nadie puede prometerle nada. Para terminar este relato de mala fortuna en MotoGP debemos mencionar a Álvaro Bautista. El de Talavera estaba protagonizando la mejor carrera de la temporada rondando en tiempos de carrera cuando perdió el tren delantero de su Suzuki y se fue al suelo a cuatro vueltas para el final.

Habrá que pasar página y esperar a la celebración del GP de EEUU en Indianápolis, en dos semanas, para que los nuestros se tomen la revancha y vuelvan a dominar el mundo de las motos.

Y no puede terminar este artículo sin agradecer a los seguidores de este blog la preocupación mostrada ante mi ausencia durante el último Gran Premio de F1. Os confieso que fue una carrera muy emocionante pero más lo fue la que viví en primera persona. Hace unos días viví la carrera más importante de mi vida: traer a este mundo a mi primer hijo, el pequeño Jorge.