Si ya de por si Fernando Alonso no es un piloto que brille por su don de gentes en el paddock y el número de amigos que atesora en él, ahora y tras la decisión del WEC de adelantar la prueba de Fiji para que el asturiano pueda participar no creo que el número de amistades de Alonso crezca fuera y dentro del circo de la Fórmula1. Es verdad que la decisión no ha sido del piloto español, sino de la organización de un campeonato que se está frotando las manos con la presencia del bicampeón en la parrilla. Porque hay que ser sinceros, desde que Alonso participará en Indianápolis y se hiciera pública su intención de participar en pruebas de resistencia, sobre todo la que transcurre en el circuito francés de Le Mans, miles, millones de espectadores se han molestado en buscar cómo ver estas carreras, seguirlas o al menos informarse de cómo funcionan.

Para el WEC Fernando Alonso es el mejor patrocinador, su mejor sponsor y aún entendiendo las quejas de muchos pilotos, que también tienen contratos que cumplir y calendarios que cuadrar, que el piloto asturiano se haya fijado en este campeonato es también buena noticia para ellos. Más público, más focos, más prensa y en definitiva más expectación, es lo que arrastra Fernando Alonso. De todo ello se puede beneficiar todo el paddock del Campeonato de Resistencia, que hasta ahora estaba condenado casi exclusivamente a la prensa especializada y poco más. El de Alonso es un caso extraordinario, es el caso de un piloto que lleva años sin ganar un título, después de brillar con luz propia con Renault, y pese a todo sigue destacando tanto que para muchos sigue siendo la luz que más brilla en el mundo del motor.

Cuántos pilotos se han alzado con el triunfo y han caído después en el olvido, pero Alonso ha sabido mantener viva su leyenda, primero con Ferrari y después con sus extraña pero romántica apuesta por Honda. Alonso anuncia ahora que quiere revancha, que quiere volver a ganar, sentirse competitivo y todos quieren un pedacito de esa anunciada vuelta. Quizás el que Fiji haya cambiado su fecha no es culpa de Alonso sino del resto del paddock que no se ha hecho valer lo suficiente.

Aún con todo, y ahora que el piloto español podrá correr en Japón al no coincidir la carrera con el GP de EEUU, creo que el reto pueda llegar a superar al español, demasiados cambios de horas, de pista, de tipo de conducción. Una prueba de fuego y de talento que si bien es cierto pocos pueden permitirse.