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El despertar de Red Bull en China

La escudería del toro ha vuelto a lo más alto y lo ha hecho con todas sus señas de identidad, es decir, con velocidad, una estrategia perfecta y mucha suerte de cara.

El safety car que salió tras el choque entre los dos monoplazas de Toro Rosso permitió a Red Bull dar la vuelta a la carrera. Fueron los más rápidos en reaccionar y antes de que nadie, sobre todo los de arriba, se dieran cuenta de la oportunidad que se abría, entraron a cambiar las gomas por otras más blandas y más nuevas lo que les dio un extra de velocidad y una gran superioridad respecto al resto de pilotos que ya llevaban los neumáticos con muchas vueltas en sus flancos. Tanto Mercedes como Ferrari, que llevaban toda la carrera intercambiando posiciones en los primeros puestos, no pudieron hacer nada sobre todo ante el empuje de Daniel Ricciardo que brilló con luz propia especialmente a la hora de adelantar y superar a sus rivales.

Cuando parecía que los dos monoplazas del Cavallino Rampante tenían acorralado al único Mercedes que parecía dar algo de guerra, Valteri Bottas, llegó Ricciardo y como se suele decir en este mundo, les arrancó a los tres hasta las pegatinas. El problema añadido llegó cuando el joven del equipo del toro, Verstappen también alcanzó a los Ferrari, en concreto a Sebastián Vettel, alias el intocable, y se le llevó por delante tras pasarse en la frenada de una de las horquillas del circuito chino. Verstappen pudo seguir, también Vettel pero muy mermado ya que el fondo plano del monoplaza quedó dañado. Un lance de carrera, sancionado correctamente por los comisarios, que nos permitió vivir una imagen que hace tiempo deseábamos, Fernando Alonso adelantando al piloto alemán. Sí, es verdad, la situación muy real no es, en condiciones normales y de momento el McLaren no puede con el Ferrari, pero que nos quiten lo bailado.

Lo cierto es que por unas cosas o por otras, el piloto asturiano está consiguiendo mejores resultados de lo esperado, sobre todo ahora en el arranque del Mundial. El caso contrario es Lewis Hamilton, que más parece un piloto desfondado, sin fuerza y sin ganas que un vigente campeón intentado llegar a los cinco mundiales. No llegó a inquietar en ningún momento a los Ferrari, y por primera vez su compañero de equipo fue muy superior a él desde el principio.

En cualquier caso, el GP de China ha sido una de las mejores carreras de los últimos tiempos, por el cambio de posiciones, el número de adelantamientos y la cantidad de pilotos que al final han optado a lo mejor. Para mi personalmente tiene algunos alicientes más, ver a Ricciardo subido en el primer peldaño del podio, que Raikkonen pudiera superar a Vettel y más cuando le usaron en carrera, una vez más, en beneficio del alemán y por último, y no menos importante ver a Vettel fuera del podio. Reconozco mi poca simpatía ante el piloto alemán por eso sus problemas en China, y que Fernando pudiera quedar por delante han sido todo un regalo, que no se, desafortunadamente, cuando se volverá a repetir

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