En el Gran Premio de Catar cada equipo ha estado donde se esperaba después de las señales que nos habían dejado tras la pretemporada. Ducati con una moto competente, con mimbres como para ganar el Mundial. Honda con más velocidad y mejor ritmo, incluso en circuitos como el de Losail donde nunca se han encontrados cómodos. Y Yamaha con los mismos problemas en el tren delantero de la moto, donde sobre a todo Viñales le falta coger confianza.

Este sería el resumen de cómo están las cosas en MotoGP, pero Catar nos ha demostrado algo más y es que este Mundial, de momento, no tiene nombre y que son más aparte de los habituales los que pueden entrar en juego por los tres peldaños del podio. El protagonismo del francés Zarco hasta mitad de carrera, la lucha de pilotos como Petrucci o Crutchlow o el prometedor ritmo de Rins, pese a la caída, le van a poner las cosas difíciles a los favoritos y es que ya no tendrán tan sencillo quedarse con las posiciones de cabeza cuando el día no salga fino.

Hoy sin duda los tres hombres del podio son los pilotos que más han brillado. Dovizioso porque sigue demostrando no sólo que tiene cogida la medida a la Ducati sino, incluso, a Márquez, al que ya ha aprendido a esperarle en las curvas y hacerse hueco en el cuerpo a cuerpo. Márquez porque no ha dejado de intentar adelantar a Dovizioso hasta la última curva pese a que sabía que iba por encima del límite y que en la larga recta de Losail Andrea Dovizioso le podría devolver el adelantamiento.

¡Y qué decir de Valentino! Increíble, enorme. Con o sin problemas en la moto el italiano consigue sobreponerse de todo y sacar ese talento especial e inigualable que tiene cuando el semáforo se apaga. No se soltó en ningún momento del grupo de cabeza, intentó incluso liderar la prueba y no tiró la toalla en un circuito fetiche para el nueve campeón del Mundo.

El trailer de esta película llamada Campeonato del Mundo de MotoGP pinta muy bien, porque las diferencias van a ser mínimas y la regularidad será la cualidad crucial, una vez más, para hacerse con el título.