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Adiós a Europa y adiós al título

Ni el Ferrari da para más y ni el Red Bull parece tener una bajada en su rendimiento que permita al resto de pilotos tener alguna oportunidad.

El circuito transalpino de Monza debía haber sido donde los Ferraris hubieran protagonizado un punto de inflexión respecto al dominio de los coches de Red Bull, sobre todo el que pilota Sebastian Vettel, pero nada ha cambiado en Italia, en la casa de Ferrari. Y todo pese a que Fernando volvió a dar lo mejor de sí mismo al remontar tres puestos y cruzar la línea de meta en segunda posición. Ni el Ferrari da para más y ni el Red Bull parece sofocarse o tener una bajada en su rendimiento que permita al resto de pilotos tener alguna oportunidad de optar al título.

Si no ocurre un contratiempo lo bastante significativo en el equipo de la bebida energética, los austriacos volverán a anotarse el Mundial de pilotos y el de constructores. Sólo siete carreras restan para cerrar la temporada y la distancia de puntos, 53, entre Alonso y Vettel se antoja demasiado abultada como para que haya sorpresas. No es que Ferrari esté mal, aunque hay detalles que podrían mejorarse, es que el binomio Vettel- Newey es imparable. Trabajan mecidos por la misma melodía, nadie desafina en una canción perfecta que llevamos escuchando ya cuatro temporadas.

Y digo que Ferrari no está tan mal y que el trabajo de Fernando es de alabar porque ninguna otra escudería, que no sea la del cavallino rampante está aguantando el tipo a los Red Bull. Primero fueron los Lotus los que se presentaron como la alternativa, más tarde Mercedes pareció dar el estirón, pero uno y otro han protagonizado demasiadas subidas y bajadas como para hacer frente a la fiera. Y en el entretanto siempre ha estado Ferrari pero sobre todo Fernando Alonso, sinónimo de regularidad y de lucha.

Está claro que el asturiano no tirará la toalla hasta que matemáticamente el Mundial está perdido pero Asia ha sido siempre un talismán para el vigente campeón y esta vez llega a este continente con la fuerza que te da ser líder y con mucha ventaja, en todo, respecto a los demás.

Viendo el gran premio de Italia me imaginaba lo divertido que hubiera sido la carrera sin los Reb Bull, o con Red Bull más normalitos, porque habríamos visto luchas por el podio, como las que se vieron en las posiciones más retrasadas. Porque si Fernando está sufriendo al verse incapaz de adelantar a Vettel, seguro que Hamilton, que nos hizo disfrutar como siempre, debe tener los mismo sentimientos que el español.

Hay que aplaudir el trabajo de Alonso, que ha sido fantástico en Italia, pero el gusto que deja el segundo puesto de Fernando es agrio al final, debido a esa tediosa imagen que se repite sin que haya nada que parezca evitarlo, es decir, la victoria de Vettel carrera tras carrera.

El próximo gran premio nos lleva hasta Singapur. Una de las carreras más espectaculares debido a su carácter urbano y a que es la noche y no el día el que alumbra los monoplazas. Marina Bay siempre ha sido un recorrido que ha traído buena suerte a Fernando, que esta vez necesitará algo más que buena suerte.

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