Si bien la resistencia española contra el invasor francés comenzó el 2 de mayo de 1808 con el levantamiento de Madrid, que inició la acción popular, sólo obtuvo su primer y sonado triunfo al cabo de un mes y medio, el siguiente 19 de julio, en la batalla de Bailén, en la provincia de Jaén, donde 27.000 hombres de las tropas regulares españolas, al mando del general Castaños —posteriormente duque de Bailén y presidente del Consejo de Regencia entre 1810 y 1813—, vencieron a los 21.000 soldados franceses del general Dupont. Pero Bailén no sólo marcó la historia española, sino también la europea y la de Napoleón Bonaparte, porque se trató de la primera derrota del emperador en su larga carrera desde la Convención y la campaña de Italia de 1796. Es verdad que la superioridad numérica española fue decisiva, pero Dupont —conde Dupont de l’Étang— no era precisamente un novato y había cosechado grandes victorias en las campañas de Alemania y Austria. Y Bailén tenía un valor simbólico y político que le llevó a dar lo mejor de sí.

Las tropas españolas habían sido reclutadas para el ejército por las Juntas de Gobierno de Sevilla y Granada. El general Francisco Javier Castaños llevaba los soldados del Campo de Gibraltar, dieciséis regimientos de infantería y tres de caballería. De la unión de estos hombres con los de Teodoro Reding, militar suizo al servicio de España, al que se le sumaron 17.000 voluntarios, saldría poco más tarde el ejército de Andalucía. El enfrentamiento tuvo lugar en la madrugada del 19 de julio, día de enorme calor, en las puertas de la ciudad de Bailén, de la que Castaños salía, lo que permitió a los españoles mantenerse del lado de la ciudad y aprovechar el irrestricto apoyo de su población civil, sobre todo en el aprovisionamiento de agua. Por otra parte, contó en la lucha el hecho de que las piezas de artillería españolas fueran de mejor calidad que las francesas, que se recalentaban con facilidad. La derrota de Dupont tuvo como consecuencia inmediata la salida de José I de Madrid, por motivos de seguridad. De todos modos, aunque la contienda se prolongaría durante largo tiempo, aquél fue el principio del fin del Imperio, que culminaría, después del desastre de Moscú de 1812, en la batalla de Leipzig de 1813 y, definitivamente, en Waterloo en 1815.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:

0711: Derrota de don Rodrigo en Guadalete.

1131: Ramón Berenguer IV asume el trono tras la muerte de su padre Ramón Berenguer III.

1728: Los franceses bombardean la ciudad de Trípoli.

1814: Nace Samuel Colt, fabricante de armas inventor del revólver.