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¡Viva Benidorm!

Estamos recién llegados de Benidorm, donde Fangoria participamos en el Festival Low Cost.

Es el único festival en toda regla en el que tocaremos este año, aunque algo me dice que el que viene haremos un recorrido exhaustivo por los que ya conocemos y por los que nos faltan por conocer.

El caso es que ya sabes que a Nacho y a mí nos gusta con locura estar en un festival. Y hay pocos destinos que nos gusten más que Benidorm. Así que fueron 48 horas perfectas.

Con la excusa de tener una prueba de sonido temprano por la mañana el día del concierto, nos fuimos el día antes para hacer noche en la ciudad.

Desde la habitación del hotel admiré el skyline nocturno, y por la mañana lo primero que hice fue descorrer las cortinas para descubrirme rodeada de rascacielos.

Después de la prueba de sonido nos acercamos a un anticuario que habíamos descubierto, una verdadera maravilla, una colección indiscriminada de joyas trash y piezas buenas de verdad.

Quedé maravillada con el mueble más extraño que he visto, una cómoda Chinoiserie con un agujero tallado para incorporar una chimenea de troncos eléctricos. Que pena que ya no nos cabe nada en casa…

Ya de vuelta a la calle del Hotel Meliá dejamos atrás ese templo magnífico que es el Benidorm Palace, donde estaban anunciados conciertos de Bisbal y el Dúo Dinámico. ¡Qué suerte actuar allí! Bueno, no me quejaré, nuestro video de “A quien le importa” se grabó en su interior con el cuerpo de baile del local dándolo todo.

No pude resistirme a entrar a “El Corte Chino”, un macro todo-a-100 de humorístico nombre. Allí te compré una bolita de nieve, bueno de purpurina, con el skyline de Benidorm recortado en su interior. Me encanta que por fin se hayan dado cuenta del potencial de la arquitectura de la ciudad como reclamo turístico. Luego visitamos un pub inglés donde me dí a la sidra británica, unas veces Bulmers y otras Strongbow.

Estuvimos a punto de ordenar raciones de fish&chips, pero era casi la hora de la comida y Cancho, nuestro road manager, había reservado mesa en un restaurante muy recomendado. La visita al Sha estuvo muy bien, aunque tú no te dignaste a comer porque en realidad se trataba del restaurante de un spa macrobiótico de lujo.

No te gustó nada de la carta y amenazaste con hacer una espantada por las montañas si no te servían cerveza. Menos mal que había una variedad ecológica que pudiste degustar.

Empiezas a comer peor que un niño de siete años, a ver si tienes a bien abrir la mente a más de cuatro alimentos.

Nos fuimos a hacer vida de festival desde primera hora de la tarde, tumbados en los cojines del área de escenario o disfrutando de la piscina de la zona vip.

Eli Paperboy y The Pains of Being Pure at Heart me dejaron fría, en cambio Lori Meyers me encantaron, disfruté mucho viéndolos a tu lado. Vinila Von Bismark actuaba a la misma hora en otro escenario, así que sólo alcanzamos a verla en una pantalla.

El concierto de Fangoria estuvo divertido y el público fenomenal. En resumen, lo que yo llamo unas vacaciones perfectas sin estar de vacaciones.

Vamos a usar este espacio para comunicarnos, dejarnos recados, enseñarnos las fotos y noticias que descubrimos... para contarnos todas esas cosas que no nos da tiempo a comentar en el día a día. Esto es, en definitiva, un blog cerrado al que sólo tenemos acceso nosotros dos, una extensión de nuestra vida

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