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Piscinas

Casi como continuación a la entrada anterior y aprovechando unas fotos de nuestra visita a Benidorm que no utilicé, me dispongo a sumergirme en el refrescante mundo de las piscinas. Las que más nos gustan…


En nuestra visita al restaurante del centro de wellness macrobiótico Sha, capté esta imagen de la piscina. Vistas maravillosas, tumbonas cómodas, sombrillas grandes, muy poca gente y ambiente  tranquilísimo. Podría pasar unos días allí, aunque ya sé que sin ti. No te gustó nada el concepto dietético y menos la idea de desconexión y relax. Quizá algún día me escape, podría aprovechar y preparar el examen de alguna asignatura pendiente de la carrera.


Esta es la vista de la piscina del Hotel Melia desde la terraza de mi habitación. Es mi idea perfecta de piscina, muchas palmeras y tumbonas, formas orgánicas, piedra artificial, césped, jacuzzi incorporado y chiringuito en toda regla. Sólo una pega : masificación. Sí ya sé, pensar en la bomba de neutrones como solución cada vez que encuentro abarrotado un espacio que me gusta es un poquito políticamente incorrecto.


En el festival Low Cost tuvieron el detalle de habilitar la piscina olímpica (socorristas incluidos) para los artistas y la zona VIP. No sé si alguien llegaría a utilizarla, espero que sí.


Esto me recuerda el rosario de anécdotas que guarda la piscinita de la zona VIP del festival de Benicassim. He rescatado una foto de hace años, cuando las Nancys Rubias amanecisteis con los Horrors y acabasteis en el agua (vestidos y con los móviles en los bolsillos).


Una cosa lleva a la otra : si estoy recordando nuestras visitas al FIB no puedo olvidarme de la piscina del hotel Orange, como sacada de una película del landismo pero cambiando a las turistas suecas por el público del festival. Hemos sido extraordinariamente felices en ese jardín mientras devorábamos sándwiches mixtos y helados (bueno, tú, tus cervecitas).


La piscina del hotel Emperador es el mayor lujo que guarda Madrid, un tesoro. Fue perfecto casarnos allí, con la Gran Vía como testigo.


¿Te acuerdas de nuestra estancia en el hotel Beverly Hills de Los Ángeles? Compartimos espacio de descanso en las tumbonas con Robert Englund y Johnny Knoxville, y recibimos la visita de la mega star Avy Lee Roth. Me muero de ganas por regresar…


Por último, te dejo una propuesta en el aire : te muestro la foto de Liberace posando en una de sus piscinas, la que tenía forma de piano, con él posando. No sé si esta era la piscina de la casa de Palm Springs, creo que no. Lo que sí proviene de allí es el álbum de fotos personales del pianista que adquirimos en eBay, que consiguió a su vez el vendedor que lo ofertó en una de esas ventas de garaje que tanto se estilan en los Estados Unidos. Bueno, lo que te estoy insinuando es que deberíamos pensar en una vista a Palm Springs, la ciudad de descanso de las estrellas de la era dorada de Hollywood.

¿Qué te parece?

Vamos a usar este espacio para comunicarnos, dejarnos recados, enseñarnos las fotos y noticias que descubrimos... para contarnos todas esas cosas que no nos da tiempo a comentar en el día a día. Esto es, en definitiva, un blog cerrado al que sólo tenemos acceso nosotros dos, una extensión de nuestra vida

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