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Paul Naschy

¡¡¡Perdona que me cuele en este espacio compartido!!! Ya sé que estás escribiendo algo para colgar en este blog, pero me temo que tendrás que esperar un día más. Ayer descubrí leyendo este diario digital que Jacinto Molina, Paul Naschy, acababa de morir. Como me conoces bien, sabrás que me apetecía escribir este pequeño obituario y disculparás mi intromisión al saltarme tu turno de respuesta.

Conocí a Paul Naschy a mediados de los ochenta. Obviamente, yo veneraba su filmografía desde niña y fue una sorpresa maravillosa que se pusiera en contacto conmigo para preparar una película de terror. El guión era suyo y quedábamos en su piso del barrio de Argüelles para repasarlo en su despacho. Por ahí andaban su mujer, siempre atenta, y su hijo Sergio, apenas un niño. Fue una lástima que el proyecto no saliera adelante. Era el momento de revitalización del cine de terror, y las cosas habían cambiado mucho. Él prefería los clásicos de terror producidos en los años treinta por los Estudios Universal, de donde salieron todos los monstruos maravillosos e icónicos (Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo, el Hombre Invisible…), o la fantástica revisión en color que hizo la productora Hammer en los sesenta, pero sabía que si quería rodar en la década de los ochenta, tenía que actualizar el guión, los efectos especiales, el ritmo de la narración, los personajes.

Ahí es donde entraba yo en juego. Mi papel era el de una cantante o actriz (no me acuerdo exactamente, quizá cambiamos de idea mientras maduraba el proyecto) que llega a una mansión y, bueno, sucede todo lo prescrito por el dogma del género : asesinatos, desapariciones… creo que él era el hombre lobo y yo creo que me convertía, porque recuerdo una prueba de maquillaje donde me probaron unas prótesis de “lupus”, orejitas y hocicos.  Con “Aullidos” “Un hombre lobo americano en Londres” y hasta el “Thriller” de Michael Jackson marcando la pauta de los nuevos efectos especiales, estábamos muy lejos de conseguir algo impactante con esas prótesis de disfraz de Halloween que me colocaron. Pero a mí eso no me importaba, ¡¡viva la Serie B!!

El proyecto nunca llegó a completarse. Recuerdo reuniones con el productor, Juan Piquer Simón. A mí ese productor me encantaba porque era un director de películas de fantástico, como “Viaje al centro de la tierra” o “La isla de los monstruos”, y de otras psicotrónicas como “Supersonic Man” (que recuerdo viendo con Carlos Berlanga en un cine de la calle Fuencarral, Carlos tirado de la risa sin dejarme ver la película, criticándolo todo) o de puro gore, como “Mil gritos tiene la noche”. Para mi sorpresa, no me entendí del todo con el productor. Hasta entonces yo había tratado con Paul Naschy de tú a tú, de amante del terror a amante del terror. Y pensé que con ese productor sería lo mismo. Pero no. Me tenían a mí en el proyecto porque era famosa, muy famosa, en ese momento, con Dinarama, la Bola de Cristal y todo eso. Pero hubiera dado lo mismo si yo desaparecía y ponían, no sé, a Marta Sánchez (de hecho, me imagino que por eso años después alguien llamó a Marta para protagonizar la única película que ha rodado, la ultrapsicotrónica “Supernova”). Dicho todo esto, como fan del terror y de Paul Naschy, si el proyecto hubiera seguido adelante, yo hubiera hecho la película por pura satisfacción personal. Pero nunca se concretó el rodaje y el proyecto se desvaneció.

Me encontré varias veces con Paul Naschy después de nuestra aventura truncada, en televisiones, en la Semana de Cine de Terror de San Sebastián, quizá en el festival de Sitges… Siempre en sitios donde se le respetaba, donde se sabe de su importancia en la filmografía patria, de la repercusión que sus películas han tenido en Estados Unidos, en Japón, en Europa. Y a él le gustaba el reconocimiento, estar con los fans, acudir a los homenajes.

Ahora que España está a la vanguardia en producción de cine fantástico y de terror, no hay que olvidar a los pioneros, aunque durante décadas sus películas hayan sido denostadas por los críticos, ridiculizadas por los progres, olvidadas por la industria. A los amantes del género se nos tiene como a unos “frikis” (odio esta palabra) que nos reunimos cada año en nuestras convenciones y nuestros festivales y nos sacan en los telediarios porque somos muy pintorescos. En fin, a seguir viviendo en nuestra realidad paralela, donde, por supuesto, personas como Paul Naschy tienen su merecido lugar en el Olimpo.

Te dejo dos imágenes icónicas de Paul Naschy en sus interpretaciones y un par de carteles de la serie de “La noche de Walpurgis”. Y, sobre todo, el cartel de la última película que ha protagonizado y que se estrenará a principios del 2010, “La herencia de Waldemar”, en referencia a Waldemar Daninsky, el personaje que ha encarnado en todas sus películas de Hombres Lobo y que, supongo, morirá con el actor que lo creó.

Mi respeto, mi cariño y mi eterna admiración.

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Vamos a usar este espacio para comunicarnos, dejarnos recados, enseñarnos las fotos y noticias que descubrimos... para contarnos todas esas cosas que no nos da tiempo a comentar en el día a día. Esto es, en definitiva, un blog cerrado al que sólo tenemos acceso nosotros dos, una extensión de nuestra vida

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