Inauguro el año escribiendo en nuestro espacio después de varias semanas sin hacerlo.
Sabes que me apasiona la Navidad y también sabes que esta etapa del año la concibo como periodo vacacional (será una herencia de mi infancia), aunque este año por aquello de no saber decir “NO” no he parado de trabajar: promoción, promoción y más promoción tanto con Fangoria (finalizando vuestra presencia mediática hasta dentro de un año, ¿aguantaréis?) como con Leonor Watling con la que me he visitado todos los platós fotográficos de Madrid haciendo mil y una sesiones de fotos y entrevistas de cara al lanzamiento de su nuevo disco con Marlango.

Y aunque siempre repito que mi trabajo me apasiona, también es cierto que lucho por aprovechar todo al máximo, no perderme nada de nada y es por ello que éstas navidades también han estado muy dedicadas al ocio. Al estar todos los amigos de vacaciones he estirado las horas del día como he podido y he tenido tiempo de hacer de todo. Para empezar : no parar de cantar al son del karaoke en un local cerca de la Gran Vía que ha sido todo un descubrimiento; ya sabes : cervecitas, algo de picar y muchas canciones que interpretar, desde el ya clásico “Duro de Pelar” de Rebeca  hasta “Yo soy aquel” de nuestro querido Raphael.

También hubo tiempo de cenas con amigos de la facultad, compras masivas destinadas a los más allegados, víspera de reyes en casa de la tía Elena, comida de reyes en casa del gran Patricio con toda la corte argentina que tanto nos apasiona, la tan mitificada fiesta de Nochevieja que esta vez sí que estuvo a la altura gracia a la generosidad del matrimonio Fresh y la cena de Nochebuena en casa de los papás con tu mami incluida y que concluyó a altas horas de la madrugada con muchas risas y llantos.  No lo puedo evitar : la Navidad me encanta.

También es cierto que una vez que pasa el día de Reyes (por cierto, ¿qué te ha parecido mi regalo?) mi exceso de hiperactividad se pone en marcha y ya estoy deseando volver a la rutina más pura.
Hoy he dormido muy poco, creo que me he desvelado del hambre que tenía y es que para este año nuevo me he propuesto rebajar cinco kilos, eso va unido a una disminución del consumo de cerveza diario. He prometido que solo voy a beber cerveza a nivel social, ¿lo conseguiré? De momento el primer día ha sido un éxito. Y sí lo conseguiré porque tengo una infinita fuerza de voluntad. Lo mismo pasa con el tabaco reduciendo a diez los  pitillos fumados por día.

Tengo la sensación que este nuevo año va a ser bueno, ¡¡¡me da el pálpito!!! Si es como el que ha pasado sería perfecto…

Se supone que al tomaros Nacho y tú un año sabático tendremos más tiempo de hacer cosas que siempre se quedan pendientes. Por mi parte me muero de ganas de retomar mi costumbre de hacer collages, colocar todas nuestras fotos en sus álbumes correspondientes, redistribuir espacios de casa y colocar todas las chuminadas que tenemos sepultadas en los armarios.
Espero que lo podamos conseguir. ¿Cuáles son tus propósitos para el nuevo año?
Hoy no te he dejado ninguna foto. En mi próxima entrada haré todo lo contrario.

Besos.