Teniendo en cuenta que mi última entrada en este blog se tituló “Temporada de cine”, no puedo obviar el hecho de que Manuel Alexandre ya no volverá a rodar una escena. Su muerte es un vacío enorme, un agujero negro en la historia del cine español.

Nacho, Carlos B y yo siempre nos distinguimos por nuestra pasión por el cine nacional que precedía nuestro momento cultural, y nos consta que eso es parte de nuestra singularidad frente a otros contemporáneos totalmente desinteresados por esa fracción de acervo cultural. Nuestro sentido del humor no sería el mismo. Nuestras letras le deben tanto… a veces de forma camuflada o directamente en los títulos, como la frase “deja la lujuria un mes” que Carlos tomó prestada de un cuadrito (te dejo foto, con Jesús Franco delante) que aparecía en la película “El extraño viaje”, de la que también Fangoria  robamos encabezamiento, como hicieron Los Vegetales con “Atraco a las 3”. Podría seguir, pero no hace falta, pues no sólo conoces de sobra nuestra discografía sino que compartes nuestra devoción por aquel cine español.

Te dejo una foto de Manuel Alexandre en una escena de ese atraco a las 3, acompañado por otros dos grandes, Gracita Morales y Agustín González. Y otra donde está posando con los compañeros de reparto de la serie de televisión “Los ladrones van a la oficina”, experimento coral televisivo de grandísimos actores en perfecta sintonía con aquella tradición cinematográfica.

En mi habitual recomendación de YouTube, te animo a que visites Unas escenas de Manuel Alexandre en "Atraco a las 3", donde podrás volver a recordar ese requiebro final en la entonación que hacía tan particular la interpretación de este actor (¡¡cómo nos gusta cuando dice “un billete de mil peseeeeeetaaaaas"!!). He buscado en YouTube un gran momento y no lo he encontrado (vamos, que no es cierto que en ese vasto contenedor existe todo lo que se ha creado). En los años 80 Televisión Española emitió un concierto de Raphael grabado en algún teatro de Madrid. En la apoteosis final, una voz se oyó por encima de otras. Un espectador invisible pero totalmente reconocible por la cantinela que dejó colgando de la última sílaba cuando le gritó al cantante “¡artistaaaaaaaaa!”. En casa saltamos al distinguir a Manolito. Porque para nosotros, Manuel Alexandre será siempre Manolito. Ya sabes lo que dicen los Pet Shop Boys sobre los personajes verdaderamente grandes : que no necesitan apellido para que todo el mundo sepa de quién se está hablando… ¡ay, Manolito!