Insomnio, Nostalgia, Melancolía y Bélen Esteban
Llevo despierto desde las 4:20 hras de la madrugada del día de hoy. Y es que desde el inicio de la semana padezco de insomnio. No es algo que me ocurra con demasiada frecuencia pero de veras que es un tanto desesperante. La desesperación comienza en ese mismo momento en el que no puedes estar metido en la cama después de haber dado mil vueltas, levantarte a beber agua, leer un poco Ese estado de desesperanza vuelve con fuerza en la franja del mediodía en el que no puedes con tu alma pero que debido al horario laboral no te permites entregarte a los brazos de Morfeo. Eso por no hablar del final del día, momento ideal para dedicarte a ver la tele o charlar, algo que acabas por no hacer porque los ojos se han cerrado definitivamente.
Desconozco las causas que motivan este estado; quizá sean preocupaciones,trabajo, no sé El caso es que llevo varios días durmiendo muy poco y para mi, acostumbrado a descansar una media de ocho horas diarias, te aseguro que es algo muy duro.
Aunque como soy tan positivo y le veo el lado bueno a todo, te diré que lo estoy aprovechando para ponerme al día con los e-mails atrasados (¿qué pensarán de mi aquellos que reciben mi contestación a las 5.00 hras de la madrugada..?), reflexionar muchas cosas (sí pienso, aunque no lo parezca) madurar el tema de la novela que tengo que empezar a escribir, leer montones de artículos que he ido amontonado en mi carpeta de "asuntos pendientes" y pasearme por el mejor rastrillo de todos los tiempos: ebay.com.
Eso sí, espero que este insomnio pase pronto. Y pasará. Mi experiencia así me lo demuestra.
He leído tus tres últimas entregas en el blog y he de decirte que me han gustado mucho. Pero me resulta muy difícil definir exactamente qué es la nostalgia. Para mí la nostalgia es producto de lo que somos cada uno de nosotros. ¿Qué entiendo por cada uno de nosotros?. Aquellas personas que siempre han hecho lo que han querido; bien porque han podido o porque han luchado por llevar una vida plena.
Es decir, observo que tienes nostalgia de todo lo que es importante para ti.
El caso es que yo vivo en un estado permanente de nostalgia. Nostalgia por mi infancia, por los días de instituto, por las primera borracheras, por las vivencias con mi hermano, por los domingos en casa de la abuelita Luisa o los fines de semana interminables con mi prima Patricia. De todo esto hace mucho, mucho, tiempo.
Pero también siento nostalgia de los días pasados más recientes: del chill-out en casa de Topacio el fin de semana pasado, de los tres últimos días de mudanza en casa (a pesar de los fallos logísticos), de la sesión de abdominales de ayer, del último concierto con Nancys Rubias, de lo bien que me lo he pasado escribiendo mi columna para la revista MAN (empiezo a colaborar desde el número de octubre), de mi fichaje en LA COPE para participar todos los martes por la tarde en el programa ³La tarde con Cristina² o de la última reunión con Leonor Walting para planificar sus próximos proyectos.
No sé si me explico; lo que quiero decir es que los que somos nostálgicos lo somos porque cada momento de nuestra vida pasada o presente es de vital importancia para nuestra existencia.
Los que se quedan añorando tiempos pasados, quizá deberíamos llamarlos melancólicos; algo diferente a la nostalgia.
Me encanta ser nostálgico, que no melancólico. El melancólico llora por algo perdido, llora porque su momento actual no le aporta nada, se queda con su pasado. Algo que no le pasa al nostálgico, ¿me explico? Porque para el nostálgico el pasado más inmediato y el presente más futro les llena de vida.
Escribiendo esto me doy cuenta de lo importante que es escribir, de lo importante que es tener estos momentos de reflexión en los que te descubres y te sorprendes de muchas cosas. También me doy cuenta que quizá no sepa explicarme con mucha facilidad y lleve a la confusión al que lee todo esto.
Releyendo tus textos vuelvo a revivir los episodios de Nancys Rubias en su primera sesión fotográfica en el hotel Mónaco o la estancia en Las Vegas con el segundo disco. Te dejo un par de fotos que contestan a tus reflexiones. Y fíjate, que aunque recuerdo esos días con enorme nostalgia también reconozco que estamos más guapos ahora que antes. ¿Lo ves?. Ahora es mejor, a pesar de la ausencia de Susie.
Eso sí, no puedo sentir nostalgia de algo que no he vivido. No pudo tener nostalgia del Studio 54 porque no estuve allí. A eso más que nostalgia lo llamaría idealización. Y tú estás idealizando la época vitoriana por lo que has visto en ³Arriba o Abajo² o la etapa medieval por tus interminables lecturas, pero no lo viviste así que de eso no puedes sentir nostalgia. Sientes nostalgia de los momentos que viviste algo relacionado con todo aquello, pero nada más.
Uy me estoy poniendo un poco intenso y ya sabes de mi incontinencia frívola así que doy carpetazo a estas reflexiones y te digo que mi última obsesión es Belén Esteban (lo ves, también tengo nostalgia de este pasado mes de agosto en el que no me he perdido ninguna de sus intervenciones en su programa SALVAME).
Me encanta Belén; seguramente muchas cosas que ella hace jamás las haría yo, pero me parece una persona con un dominio del medio televisivo que muy pocos tienen. ¡¡Si al final le van a dar a ella el programa de la mañana y Ana Rosa y Mª Teresa Campos serán sus colaboradoras!!!!
Otras de mis últimas favoritas es Eugenia Silva (guapa a rabiar y simpática.. Estuvo con nosotros en la actuación de Nancys en la fiesta presentación de la revista V Magazine y lo pasamos en grande). También me gusta mucho Ion Kortajarena; no sé si él es consciente de todo lo que está consiguiendo. Me atrevería a decir que es el único topmodel nacional con verdadera proyección internacional. Me comentó que se marcha a Venecia a presentar su película que ha sido producida por TOM FORD.
En fin, te dejo porque me marcho al gimnasio. Espero tener energía para todo lo que me queda por delante: rematar convocatoria para una fiesta que organizo la semana que viene, una reunión con un capo de la industria musical y planificar la gira por Argentina.
Por cierto, ayer después del periplo que preparó Vogue por todo Madrid disfruté de lo lindo con nuestros amigos argentinos en una cena en la que nos desvelaron todos los secretos de la medicina ortomolecular.
Desconozco las causas que motivan este estado; quizá sean preocupaciones,trabajo, no sé El caso es que llevo varios días durmiendo muy poco y para mi, acostumbrado a descansar una media de ocho horas diarias, te aseguro que es algo muy duro.
Aunque como soy tan positivo y le veo el lado bueno a todo, te diré que lo estoy aprovechando para ponerme al día con los e-mails atrasados (¿qué pensarán de mi aquellos que reciben mi contestación a las 5.00 hras de la madrugada..?), reflexionar muchas cosas (sí pienso, aunque no lo parezca) madurar el tema de la novela que tengo que empezar a escribir, leer montones de artículos que he ido amontonado en mi carpeta de "asuntos pendientes" y pasearme por el mejor rastrillo de todos los tiempos: ebay.com.
Eso sí, espero que este insomnio pase pronto. Y pasará. Mi experiencia así me lo demuestra.
He leído tus tres últimas entregas en el blog y he de decirte que me han gustado mucho. Pero me resulta muy difícil definir exactamente qué es la nostalgia. Para mí la nostalgia es producto de lo que somos cada uno de nosotros. ¿Qué entiendo por cada uno de nosotros?. Aquellas personas que siempre han hecho lo que han querido; bien porque han podido o porque han luchado por llevar una vida plena.
Es decir, observo que tienes nostalgia de todo lo que es importante para ti.
El caso es que yo vivo en un estado permanente de nostalgia. Nostalgia por mi infancia, por los días de instituto, por las primera borracheras, por las vivencias con mi hermano, por los domingos en casa de la abuelita Luisa o los fines de semana interminables con mi prima Patricia. De todo esto hace mucho, mucho, tiempo.
Pero también siento nostalgia de los días pasados más recientes: del chill-out en casa de Topacio el fin de semana pasado, de los tres últimos días de mudanza en casa (a pesar de los fallos logísticos), de la sesión de abdominales de ayer, del último concierto con Nancys Rubias, de lo bien que me lo he pasado escribiendo mi columna para la revista MAN (empiezo a colaborar desde el número de octubre), de mi fichaje en LA COPE para participar todos los martes por la tarde en el programa ³La tarde con Cristina² o de la última reunión con Leonor Walting para planificar sus próximos proyectos.
No sé si me explico; lo que quiero decir es que los que somos nostálgicos lo somos porque cada momento de nuestra vida pasada o presente es de vital importancia para nuestra existencia.
Los que se quedan añorando tiempos pasados, quizá deberíamos llamarlos melancólicos; algo diferente a la nostalgia.
Me encanta ser nostálgico, que no melancólico. El melancólico llora por algo perdido, llora porque su momento actual no le aporta nada, se queda con su pasado. Algo que no le pasa al nostálgico, ¿me explico? Porque para el nostálgico el pasado más inmediato y el presente más futro les llena de vida.
Escribiendo esto me doy cuenta de lo importante que es escribir, de lo importante que es tener estos momentos de reflexión en los que te descubres y te sorprendes de muchas cosas. También me doy cuenta que quizá no sepa explicarme con mucha facilidad y lleve a la confusión al que lee todo esto.
Releyendo tus textos vuelvo a revivir los episodios de Nancys Rubias en su primera sesión fotográfica en el hotel Mónaco o la estancia en Las Vegas con el segundo disco. Te dejo un par de fotos que contestan a tus reflexiones. Y fíjate, que aunque recuerdo esos días con enorme nostalgia también reconozco que estamos más guapos ahora que antes. ¿Lo ves?. Ahora es mejor, a pesar de la ausencia de Susie.
Eso sí, no puedo sentir nostalgia de algo que no he vivido. No pudo tener nostalgia del Studio 54 porque no estuve allí. A eso más que nostalgia lo llamaría idealización. Y tú estás idealizando la época vitoriana por lo que has visto en ³Arriba o Abajo² o la etapa medieval por tus interminables lecturas, pero no lo viviste así que de eso no puedes sentir nostalgia. Sientes nostalgia de los momentos que viviste algo relacionado con todo aquello, pero nada más.
Uy me estoy poniendo un poco intenso y ya sabes de mi incontinencia frívola así que doy carpetazo a estas reflexiones y te digo que mi última obsesión es Belén Esteban (lo ves, también tengo nostalgia de este pasado mes de agosto en el que no me he perdido ninguna de sus intervenciones en su programa SALVAME).
Me encanta Belén; seguramente muchas cosas que ella hace jamás las haría yo, pero me parece una persona con un dominio del medio televisivo que muy pocos tienen. ¡¡Si al final le van a dar a ella el programa de la mañana y Ana Rosa y Mª Teresa Campos serán sus colaboradoras!!!!
Otras de mis últimas favoritas es Eugenia Silva (guapa a rabiar y simpática.. Estuvo con nosotros en la actuación de Nancys en la fiesta presentación de la revista V Magazine y lo pasamos en grande). También me gusta mucho Ion Kortajarena; no sé si él es consciente de todo lo que está consiguiendo. Me atrevería a decir que es el único topmodel nacional con verdadera proyección internacional. Me comentó que se marcha a Venecia a presentar su película que ha sido producida por TOM FORD.
En fin, te dejo porque me marcho al gimnasio. Espero tener energía para todo lo que me queda por delante: rematar convocatoria para una fiesta que organizo la semana que viene, una reunión con un capo de la industria musical y planificar la gira por Argentina.
Por cierto, ayer después del periplo que preparó Vogue por todo Madrid disfruté de lo lindo con nuestros amigos argentinos en una cena en la que nos desvelaron todos los secretos de la medicina ortomolecular.